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023

Jimin tragó grueso mientras Jungkook caminaba lentamente hasta ponerse frente a él con la cámara en las manos.

— ¿Q-quieres que te tome fotos?— estiró su mano pidiendo la cámara.—  Soy muy bueno, te gustarán.

Jungkook alzó su ceja y rio internamente por los nervios del menor.

— Mmm ¿Qué hay aquí?— Y justo cuando Jungkook la encendió para revisar su memoria, Jimin se levantó arrebatandosela rápidamente.

— No.

— ¿No? ¿Qué tienes ahí?

— Nada, solo... solo no quiero que veas las fotos y eso.

— Bueno, veré algo mejor—  Jungkook buscó su teléfono en su bolsillo y lo encendió, Jimin no sabía que hacía el mayor, todo era tan extraño y se sentía demasiado nervioso.

Hasta que Jungkook volteó el teléfono mostrándole su perfil de OnlyFans.

El menor sintió como si un balde de agua fría cayera encima de él, por supuesto que estaba jodido en grande.

— Te lo puedo explicar...

— Ni siquiera dije que fueras tú.— Jungkook rio y se acercó acariciando la mejilla del menor— ¿Por qué lo haces Jimin?

— No lo sé, solo quería dinero, no quería trabajar y además no me desagrada del todo.

— ¿Dinero? ¿Para qué quieres dinero?

— Bueno, la academia, los trajes, mis caprichos, es muy, muy necesario Jungkook.

Jimin suspiró derrotado sentandose en el borde de la cama mirando al suelo, porqué no se sentía bien hablar del tema, sabía que eran sus decisiones y su cuerpo, pero aún había esa espinita molestando su alma, diciéndole que no estaba bien, no era correcto.

- Jimin... Sabes que soy absolutamente nadie para decirte que hacer o que no hacer, eres lo suficientemente grande para saber lo que estás haciendo, quizás en algún punto me encantan tus videos, porque joder me encantan, pero... Odio como se expresan de tí, me siento ansioso y no lo sé,  es raro ¿Sabes?

El menor asintió, pero de repente una idea paso por su mente y su aura decaída se volvió una fiera a punto de atacar.

Levantó la mirada y como dos cuchillos filosos los clavo en aquellos ojos brillosos que lo miraban con intriga.

— ¿Y tú qué haces con esa aplicación Jungkook?

El mayor abrió sus ojos con sorpresa.

— No estamos hablando de mí...

— Oh por supuesto, el grandulon puede sentirse inseguro y al mismo tiempo estar viéndole el culo a los demás sin problema, totalmente hipócrita,

Jungkook rio, Jimin de verdad era un arma de doble filo, ese niño de sumiso no tenía ni un pelo, era desafiante y ardiente, dispuesto a atacar en cualquier momento.

— No le vi el culo a nadie más que a ti Jimin...

— ¿Ah sí? ¿Desde cuándo, eh?

Eso... Eso era voltear las cartas a tu favor, si señor.

— D-desde el primer video.

— ¿Y por qué no me reclamaste antes Jungkookie?—  mencionó el apodo lentamente como todo un provocador — ¿Acaso los disfrutabas? ¿Qué hacías? ¿Te pajeabas viendo mis vídeos?

En ese momento el rostro de Jungkook se coloró y miró hacia la ventana, tratando de respirar, porque evidentemente Jimin le había dado justo dónde era, debía hacerse una nota mental, si quería ganar una discusión con Jimin primero debía tener todos los puntos a su favor.

— Que depravado.

— Oye...

— Y eso que es contenido privado Kookie— miró sus uñas negando con la cabeza.

— Bueno ya, el punto es que no me gusta Jimin.

— ¿Y qué debo hacer? ¿Salir con ropa? ¿Dejar de hacer videos? O no mejor aún ¿Hacerlos contigo?— dijo con gracia riendo un poco en la cara de Jungkook, pero el mayor no rio, al contrario pareció pensarlo y entonces Jimin dejo de reír — No.

— ¿Por qué no? ¿Acaso quieres que ellos te sigan viendo de ese modo, que se sigan expresando así de ti? ¿Qué tiene de malo? Si les gusta tu contenido, también lo disfrutarán viendo a tu hombre follarte.

Tu hombre...

— ¿Tú estás hablando enserio? ¿Estás enloqueciendo?

— Sí, estoy enloqueciendo porque no soporto ver sus comentarios, estoy enloqueciendo porque te quiero para mí, pero tú te exhibes como si fueras libre, como si todos tuvieran el derecho de verte, no es justo.

— ¿Acaso no me estaría exponiendo si lo hago contigo Jungkook?

— Pero estarás conmigo, no te desnudarías para ellos, lo harías para mí, es diferente.

No puede ser que en la mente de Jimin ahora mismo estuviera pensando en esa posibilidad, era todo un sinvergüenza.

— Hablaremos de eso después, hay algo que quiero preguntarte.

El mayor asintió tomando asiento al lado de Jimin.

— Mamá y tú... Bueno ¿Fue a verte no?

— Si.— suspiró y tomó la mano del menor para besarla con cariño y delicadeza.

— ¿Ustedes... Se acos...

— No Jimin, claro que no.

El alivio que sintió Jimin en ese momento fue indescriptible, es como si hubiese perdido un gran peso de sus hombros.

— Gracias...

— ¿Gracias?

— Por no hacerlo, me hubieras roto el corazón.

Aquellas simples palabras significaron tanto para Jungkook, por supuesto que él pensaba en Jimin, en qué podía lastimarlo, pero no estaba en sus planes hacerlo, quería cuidarlo, quería estar ahí para él, como un guardián, su guardián.

— Tu madre y yo... Hemos terminado Jimin.

Aquello fue sorpresivo, la verdad Jimin no sabía que eso pasaría, quizás porque en su mente él consideraba que lo que tenía con Jungkook era un juego o pasar el tiempo.

Aunque su corazón no dijera lo mismo.

Ahora sabía quién tenía la razón entre ambos.

¿Cómo estaría su madre? ¿Cómo se sentía con todo eso?

Jimin trago grueso como si le costara hacerlo, se supone que debía sentirse feliz, se supone que ese era un gran paso, pero, ¿Por qué se sentía nervioso? Tenía una fuerte presión en el pecho.

— Ey...

Sus ojos volvieron a clavarse en aquellas perlas oscuras.

— Hacer esto juntos ¿Lo recuerdas?

Juntos.

Jimin y Jungkook.

— Sí, juntos.

¿Ahora sí podían ser felices sin ningún obstáculo en el camino o apenas era el principio de un gran infierno?

Porque si algo es seguro en esta vida, es que cada mala acción tiene su reacción y ellos no serían la excepción.