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Su pecho ardía, el aire asfixiante se agitaba a su alrededor. Fuego, ardiente que crecía como la ira de un demonio y un ángel.

«¡Te odio, te odio, te odio, te odio! ¡Ahhh!»

«me traicionaste, por tí murieron buenos hombres y mujeres »

«no pertenece, debe estar con los suyos»

«quemen todo»

«¡NETEYAM, NOOO, NO, NO, NO, NETEYAM, AHHHH

«no eres así sra Sully, no eres capaz de matar a un niño ¿Verdad?»

«un hijo por un hijo»

Apenas pudo respirar, la luz era tenue y su cuerpo no pudo detallar más que rostros sin cejas y manos de cuatros dedos, una de ellas con una cuchilla en sus manos.

Cómo la cuchilla de Neitiry.

— ¡No! ¡No me mates! ¡Porfavor! ¡Papá! ¡Señor Jake! ¡Kiri! —suplico preso del pánico, apenas dándose cuenta que estaba en una colcha que dejó hecha girones al intentar escapar. Su tobillo fue apresada por un nudo que hizo que su pecho ardiera más, no podía ser, de nuevo, un prisionero— ¡NO DIRÉ DONDE ESTÁ JAKE SULLY NI EL REFUGIO! NO DIJE NADA, ¡NO ME MATES PORFAVOR!

Siquiera es capaz de sentir el dolor en su débil cuerpo que apenas puede mantener se de pie, adormecido por las medicinas y múltiples heridas.

Pero ambas figuras tan solo oír el pánico en su voz se acercaron intentando calmar lo.

mawey... Mawey... —la suave voz del macho frente a él lo hizo dudar, siseando le a ambos na'vis— estás a salvó, nadie te hará daño aquí. Nosotros te cuidamos, estás a salvo...

Spider sintió un terrible dolor de cabeza, apenas intentando ralentizar su respiración con la máscara puesta, era difícil. Su cuerpo se estremeció adolorido, todo dolía. Quiso llorar, no sabía dónde estaba, quienes eran, todo era confuso.

Odia está sensación, la detesta.

— ¿No recuerdas como llegaste aquí? —cuestiono la hembra, su tono no fue acusador ni mucho menos. Spider miró sus cortas trenzas golpetear su rostro cuando lo movía casi como si bailarán contra sus pómulos, la intensidad con la que miraba a su persona lo hizo estremecer, abrumadoramente atenta y brillante, haciendo lo gemir de dolor al intentar levantar se— syaksiuk molesto, no puedes levantar te, estás muy herido, eres sobreviviente de un ataque de palulukan salvaje.

«oh Eywa, debe estar bromeando ¿En dónde me metí?»

— ¿Que? —jadeo Spider, sintiendo su cercanía y tembló, tratando de mostrar se firme como lo hizo con Quaritch. Cuando vio su cuchilla siseo violentamente, sorprendiendo la, antes de sentir manos rasposas posar se en su espalda y pecho, conteniendo lo, como lo haces con un niño asustado. Cómo nadie había hecho por él hasta ahora— ¿Q-Qué...? ¿Q-Qué haces...? Si vas a apuñalar me que sea rápido, p-porfavor...

La hembra frunce el ceño, aunque cree que siempre está fruncido cuando lo mirá y alza su cuchillo. Trata de no espantar se e intenta, Eywa, Spider intenta de sobremanera calmar su corazón.

Somos Uno/ Spider Socorro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora