Matrimonio Arreglado 「𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒍𝒊𝒙」

ೃ⁀➷Chapter Eleven

Cuando Felix entro a la casa, sabía que debía ordenar todo antes de que Changbin llegará para no crear sospechas de nada, debía mantenerse lo oculto, tal vez podría tener al cachorro, irse y criarlo solo, o criarlo a escondidas, total, Changbin nunca se daba cuenta de nada.

Lo que no esperaba era entrar a su cuarto y ver a Changbin sentando en el borde de la cama, al lado del nido de ropa.

— ¿Que es esto? –cuestionó Changbin apuntando el nido, sabía lo que era, pero quería que Felix se lo dijera.

—Yo... N-no... no sé... –evitó la mirada de Changbin mientras agachaba la cabeza, en busca de no generar conflicto.

—No me mientas Felix –el Omega se exaltó en su lugar, sintiendose más pequeño cuando vio a Changbin levantarse– ¿Por qué hiciste un nido? –le exigió una respuesta mientras se paraba frente a el cruzándose de brazos.

Felix se quedó en silencio, sin saber que decir, el miedo lo paralizaba.

—Yo... Me-me sentí ansioso... Lo hice inconciente... Lo siento... –contestó entre sollozos.

Changbin se quedó sorprendido ¿Estaba llorando? Nunca había visto a Felix llorar, bueno, nunca lo veía, pero su lobo se retorció queriendo consolar al omega y pedirle perdón, que no se preocupara que estaba con él.

Pero Changbin no iba hacer eso.

—No quieras manipularme con tu llanto –alzó la voz molesto, provocando más estrés al omega– ¿Qué? ¿Quieres hacerme creer que estás embarazado? ¿Qué estás esperando un hijo mío? –siguió cuestionandolo mientras lo acorralaba contra una pared.

Felix solo se quedaba en silencio mientras lloraba.

Changbin se empezó a molestar porque Felix no lo miraba, no le decía nada, no lo enfrentaba, lo agarro de los cachetes, apretandolos, levantando su cabeza para que lo mire y lo vio, vió esa pequeña carita llena de pecas, moqueando, rojo en los cachetes y lleno de lágrimas, los ojos rojos del llanto, lo irritó más.

—Pensé que no eras como el resto de omegas, una putas de mierda que son capaces de hacer lo que sea por conseguir lo que quieran sin importar las consecuencias creyendo que siempre pueden salirse con la suya, pero no, conmigo no ¿Me escuchaste? –pese a que no tenía un tono de voz alto se escucha firme, fuerte y molesto.

Felix solo alcanzó a asentir con la cabeza con miedo.

—Eres igual de idiota que el resto, seguramente simplemente querés manipularme para hacerme creer que eres lindo simplemente para usarme –alegó mientras le apretaba más la cara, en sus ojos se notaba la furia– o peor aún te metiste con otro alfa y ahora querés hacer pasar el cachorro de otro por mío.

—N-no... Yo... No... –trato de responder, pero le costaba, demasiado, se sentía como cuando vivía con su padre, tan desprotegido, tan indefenso, tan roto– por favor... Pare... Por favor... –suplicó entrecortado.

Changbin lo soltó y se alejó.

—Eres patético... –murmuró para irse a su cuarto.

Felix cayó al suelo, tembloroso, abrazando su vientre, protegiendo lo único que sentía que tenía ahora en la vida, escucho el ruido de ruedas y la puerta principal cerrarse, estaba claro, Changbin se fue, tomo una valija y se fue. En el momento de escuchar la puerta cerrarse lo soltó, lloro a gritos, lloro como si le hubieran sacado una parte de él, lloro como si hubiera tenido una gran pérdida, porque cuando creyó que algo lindo podía haber en su vida fue completamente destruido.

Y todo era su culpa, su propia culpa.

Aunque Felix no veía que en realidad nada de esto era su culpa, en su mente si lo era, porque "si la casa cae en caos, siempre sera la culpa del omega, al ser el encargado de crear la paz, si no logra hacerlo entonces no sirve como omega"