ೃ⁀➷Chapter Eight

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Porque la vida de ama de casa no era tan difícil, solo debía hacer el desayuno, preparar el almuerzo, la cena, limpiar la casa, la ropa y después hacer lo que quiera con su tiempo libre.

Aunque no debía negar que era solitario, demasiado.

Había pasado ya un mes desde que terminó la luna de miel y había empezado la vida de casados, el señor Seo les había comprado una casa grande y la había amueblado, Changbin y Felix duermen en habitaciones separadas, a penas se veían en el desayuno y tal vez en la noche, en la cena, pero solo a veces.

Lo único que hacía era limpiar, cocinar y tal vez tratar de buscar hacer algo que le gusta, aunque no sabía qué, porque Felix nunca había experimentado, nunca había mostrado interés en tener hobbies o hacer algo de su vida, porque nunca lo tuvo permitido, su única misión en la vida era casarse y tener hijos, ser un lindo amo de casa y criar bien a sus hijos, nada más, aunque dudaba que llegase a tener hijos en algún momento, ni siquiera tenía un verdadero esposo.

Soltó un suspiro, sentandose en el sofá, la casa estaba silenciosa, como siempre, todo parecía estar como lo habitual, a excepción de su dolor de cabeza, desde ayer había un dolor de cabeza que lo estaba matando, aún con pastillas no se pasaba, negó con la cabeza, tal vez dormir una siesta le haría bien, al final de cuentas hacer las labores del hogar no era sencillo, tal vez ahora un poco sí, porque solo eran dos personas.

Pero si hubiera un pequeñin...

Aunque estamos muy lejos de que algo así suceda, un bebé, algo así no pasará, por supuesto que no.

Felix optó por salir un rato, tal vez eso los ayudaría a relajarse.

Por mientras su esposo seguiría en el trabajo, cansado, estresado y frustrado, hacerse cargo del doble de tareas era complicado, la última semana se había quedado hasta tarde en la empresa por el simple hecho de que se le había multiplicado el trabajo por la unión de empresas, incluso si lo pensaba bien, Felix no había traído nada bueno a su vida, solo que ahora no debía hacer los que haceres del hogar, era un trabajo menos, pero también sería un trabajo menos el no tener que levantar el desastre de empresa que tenía el padre de Felix, o así lo llamaba Changbin "desastre de empresa", porque tenían una decaída muy grande, al menos para él.

Estaba tan centrado en resolver y elevar la empresa que se había olvidado de su propio cumpleaños, también del hecho de que la empresa solía hacerle fiestas sorpresas todos los años, aunque ya no eran tan sorpresas después de la segunda vez que lo hicieron.

Cansado, decidido a tomarse un descanso, se levantó de su silla y salió de su oficina, tomo el ascensor y bajo hasta la plata baja, donde, para su sorpresa –porque se había olvidado de esa clase de cosas– sus empleados, amigos y su padre lo esperaban.

— ¡Feliz cumpleaños! –dijeron todos aquellos con una gran felicidad saliendo de sus escondites

Changbin salto de la sorpresa y suspiro negando con la cabeza.

—No era necesario esto, en serio... Estoy muy ocupado trabajando –le dijo su secretario quien se encogió de hombros.

—Fue pedido exclusivo de su padre, Jefe –le respondió en un saludo mientras disimulaban disfrutar de la reunión.

El señor Seo se acercó a su hijo dándole un abrazo— Feliz cumpleaños hijo, estás creciendo tanto –alegó mientras se limpiaba un lagrima.

—Papá, no seas dramático, solo cumplí 29 –respondió como si no fuera nada en el mundo.

—Si, ya va siendo hora de los hijos ¿Sabes? Vas a entrar a tus 30 y aún no vas a tener pequeños, así se te va a pasar el tiempo –lo regaño el hombre dándole unas palmadas en el hombro– ¿Y tu esposo? ¿Donde esta Felix? ¿No lo invitaron? –preguntó.

Matrimonio Arreglado 「𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒍𝒊𝒙」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora