Matrimonio Arreglado 「𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒍𝒊𝒙」

ೃ⁀➷Chapter Fourteen

Para los dos omegas era una sorpresa grata o más bien, no tan grata encontrar a dos lobos en aquella habitación en la cual en realidad debía haber uno solo. La sorpresa fue grande para Jisung y Hyunjin ver a un lobo negro grande acostado en el piso al lado de la cama.

Los chicos al acercarse intentaron alejar al lobo, pero este se quedó en su lugar, todos sus intentos de sacar a Changbin de ahí fueron fallidos, claramente era difícil para dos chicos que no solían levantar cosas pesadas alzar y sacar a un lobo de setenta kilos de puro músculo, pero lo que más sorprendió fue la reacción de Felix, quien al ver qué querían sacar a su alfa de su lado automáticamente soltó un suave gruñido, que aunque podía pasar imperceptible ambos omegas lo escucharon y se fueron del cuarto a preparar comida para el omega.

— ¿Sera que estará arrepentido? –preguntó Hyunjin mientras preparaba la carne para el estofado.

—Mas vale que lo esté –respondió Han en un tono molesto mientras cortaba los vegetales para ponerlos a hervir.– porque honestamente, lo que hizo es imperdonable, me gustaría que se arrepienta por el resto de su vida –en su tono de voz se notaba la molestia y el enojo.

¿Quien no estaría enojado si tú amigo tuvo un aborto expontaneo debido a que su alfa se negaba a estar con él porque según "podía no ser suyo"?

Jisung tenía sus motivos justos para estar enojado con Changbin y claro que lo estaría, Changbin caminaba por una cuerda floja, una cuerda floja que Jisung estaba seguro que se rompería en cualquier momento.

Aunque pareciera que Félix podía llegar a perdonar al alfa, Jisung no lo haría, porque lo odiaba, no era un buen partido en lo absoluto para Félix, aunque estuvieran casados, no le importaba, ni siquiera Félix se quería casar con ese hombre, así que todavía tenía mas motivos para odiarlo.

Siguieron haciendo la comida en silencio, después de una hora, casi dos, sirvieron en una bandeja el plato con el estofado, junto a este un té y un jugo de naranja, pero cuando llegaron a la puerta del cuarto, no podían creer la escena que sus ojos veían.

El lobo negro sentado frente a la cama, con la cabeza apoyada en el borde de esta, su cola moviéndose suavemente en el piso en un zigzag, pequeños sonidos como en forma de llantos salían de él, el lobo blanco quien se encontraba acostado en la cama cubierto de sus frazadas, con solo parte de su osico fuera soltaba pequeños y tenues gruñidos, el lobo negro lamió la nariz del lobo blanco, parecía un intento de suavizar su comportamiento hacia el lobo mayor, y sin previó aviso el lobo blanco respondió a la lamida esta vez en vez de con un gruñido devolviendo la lamida, el zigzag del alfa se hizo más acelerado, mostrando su felicidad de esta forma, por la emoción del momento quiso subir a la cama para estar con su omega, pero este rapidamente gruño y el alfa entendió que el joven lobo aun no estaba preparado para la cercanía, así que volvio al suelo.

Hyunjin y Jisung entraron en ese momento para dejar la bandeja de comida en una mesita frente a la cama de Félix, así el lobo podría comer tranquilamente.

Aquel pequeño lobo blanco, cuando los dos omegas se fueron, empezó a comer la comida, claramente antes llevandosela dentro de el nido que había formado, mientras el lobo negro seguía acostado en el suelo mirando aquel bulto de frazadas moverse, indicando que su omega estaba comiendo, su cola moviéndose lentamente feliz, aunque el rugido de su estómago lo hizo sentir inquieto, él también tenía hambre y parecía no haber comida para él.

En ese momento, el menor de pelaje blanco, asomó su cabeza por primera vez en días fuera de aquel conjunto de telas que se encontraban sobre él, que lo cubrían por completo, pudieron mirarse nuevamente, el omega, proporcionando un poco de estofado al alfa, acercándolo con el hocico hasta estar al borde de la cama y volver a ocultarse dentro de las telas.

El alfa se acercó al plato de comida, olfateandolo levemente para luego deborarlo, no había comido desde ayer a la hora del almuerzo y se estaba murieron por comer algo, pero tampoco quería dejar solo al omega, quería mantenerse junto a él todo el día, asegurarse de que su conección siga creciendo y junto a este, la confianza que el omega pueda llegar a brindarle, realmente quería que su omega pueda confiar en él.

No importaba si tardaba días, semanas o meses, iba a ser todo lo posible por tener la confianza no solo del omega, también de Felix.

Porque Felix sí valía la pena como omega.