A mi hermana
Gracias por darme la idea ♡•••
Una imponente estructura con muros blancos resplandecientes y una puerta de madera oscura se encontraba frente a sus narices, la casa blanca emanaba una sensación de misterio y solemnidad. El número mil trescientos seis apenas se divisaba entre las enredaderas que se aferraban a la fachada, como si quisieran ocultar un secreto tras esas paredes.
Nunca se le había cruzado por la mente la idea de viajar a Corea para asumir un rol de cuidadora, pero la oportunidad había surgido y, a pesar de la extrañeza inicial, había aceptado. En su país, su valía profesional parecía desaparecer en un mar de oportunidades perdidas, por lo que esta decisión fue un paso hacia lo desconocido, una oportunidad única.
Sus manos temblaban ligeramente al tocar la puerta, mezcla de nerviosismo y emoción. A pesar de haber estudiado el caso con minuciosidad, nunca antes se había enfrentado a alguien con esa condición particular. Los latidos de su corazón se aceleraban con cada segundo que pasaba.
Recordaba las palabras de su amiga, una voz reconfortante al otro lado del teléfono. "Park Jimin, sesenta años, sin familia, excepto su sobrino, quien te contrató. Etapa media de Alzheimer. Nadie dura más de dos meses con él". Era un reto colosal, pero estaba dispuesta a enfrentarlo.
La puerta se abrió y una joven de tez pálida y un impecable uniforme blanco la recibió con calidez.
— Hola, tú debes ser Javiera, ¿verdad? — pronunció la joven con cortesía, haciendo una reverencia de saludo.
—Dígame Javi — respondió con una sonrisa, devolviendo el gesto de cortesía.
— Yo soy Yong-Sun. Pasa, te mostraré la casa y te presentaré al señor Park — anunció, invitándola a adentrarse en un mundo desconocido.
El interior de la casa irradiaba elegancia. Cuadros de un chico rubio adornaban las paredes, mientras sillones de terciopelo rojo conferían un toque de distinción al lugar. A lo largo del pasillo, más cuadros y dos puertas.
—Esta es tu habitación — señaló la joven hacia la derecha. Y luego, indicando hacia la izquierda, añadió — Y esta es la del señor Park.
La puerta indicada por Yong-Sun no parecía pertenecer a un hombre de sesenta años, sino más bien a alguien de veintitantos. Estaba cubierta de manchas de pintura y escritos aleatorios, como si fuera un lienzo de expresión artística en lugar de la entrada a la habitación de un adulto mayor.
La escena al tocar la puerta no fue menos intensa. Yong-Sun abrió la puerta y el hombre reaccionó con vehemencia, arrojando almohadas hacia ella.
— Te dije que no quiero más enfermeras — declaró con firmeza. La joven, resignada, intentó explicar la necesidad de cuidarlo, pero otra almohada voló hacia su rostro antes de retirarse, dejando a Javi sola con el reto por delante.
Al adentrarse con cautela en la habitación, Javi quedó impactada por la estética impecable y delicada que contrastaba con la actitud desafiante del hombre.
— Hola, señor Park — inició, superando el breve shock inicial. — Soy Javi, su nueva cuidadora. Estoy aquí para ayudarle en lo que necesite.
— No necesito una enfermera niña, así que puedes irte.
— De hecho, soy psicóloga — corrigió con calma, intentando establecer un punto de conexión.
— ¡TAMPOCO ESTOY LOCO PARA UN PSICÓLOGO! — vociferó el hombre, lanzando furiosamente un cuaderno contra la pared y otro hacia los pies de Javi, quien retrocedió saliendo de la habitación. — ¡Y CIERRA LA MALDITA PUERTA! — exigió, culminando en un grito.
Con un suspiro resignado, Javi cerró la puerta lentamente, enfrentando el desafío que representaba cuidar a alguien que no deseaba su ayuda.
Javiera se acomodó en la habitación que Yong-Sun le había asignado, cuidadosamente leyó la nota colocada sobre la cama. La instrucción sobre el uniforme en el armario la hizo sonreír y levantar una ceja, preguntándose sobre el peculiar gusto del sobrino de Park.
— ¿Será algún fetiche del niño? — pensó tomando los seis uniformes para de a guardarlos en el último cajón de la cómoda.
Decidió ir a la cocina al percatarse de que ni ella ni Jimin habían almorzado. Mientras preparaba la comida, notó una mirada posada en ella. Giró, encontrándose con la curiosa mirada del hombre.
— Señor Park — habló dulcemente la chica — estoy a punto de terminar la comida, así que puede sentarse — sonrió dándole la confianza para que Jimin se sentara.
— ¿Quién eres? — preguntó sentándose en la encimera con cuidado.
— Mi nombre es Javiera señor.
— ¿Eres mi amiga? — preguntó el hombre.
— Si señor.
— Pero no me digas así — sonrió un poco — dime Jimin — por favor — recuerdo que yo tenía una amiga cuando era joven.
— Bueno Jimin, ¿soy muy joven para ser tu amiga? — preguntó sirviéndole un plato a él y se sentó frente a él.
— No Javi — sonrió haciendo que desaparecieran sus ojos.
Algo encantador del anciano.
— Bien Jimin.
— Mi sobrino te contrató ¿No es cierto? — habló de pronto.
— Si — suspiró.
— No necesito que me cuiden — gruñó — dile a mi sobrino que no necesito a nadie más, no necesito caridad.
— ¿No puedes darme una oportunidad? — preguntó amable.
— ¿Para qué? Todos se largan al final.
— Jimin — la chica le tomó las manos — te juro que por muy gruñón que estés, me tires cosas o me grites yo no te dejaré solo.
El ceño fruncido del hombre se ablandó y comenzó a sonreír un poco.
— Él también me dijo eso.
— ¿Él? — preguntó curiosa.
— No me dejó solo ni cuando le dije que se fuera — la cara del hombre se entristeció — me gustaría recordar por siempre.
Algo dentro de la chica se removió inquieto, ciertamente ella podría parecer alguien seria y fría, pero en el fondo siempre se preocupaba de la gente. De ahí el dicho "no juzgues a un libro por su portada", esa frase la representaba mucho.
— Jimin aún no lo olvidas, eso quiere decir que no lo olvidaras — le aseguró.
— No sabes lo que daría por no hacerlo Javiera — una pequeña lagrima corrió por su mejilla — pero lamentablemente algún día lo olvidaré y nadie lo podrá evitar.
💜
Comenzamos con este libro que hace mucho quería hacerlo.
Una cosa en este libro habrán dos tiempos pasado y presente por lo que se identificarán:
El pasado se escribirá así.
Y el presente así.Espero que lo disfruten ♡
Lxs amo♡
ESTÁS LEYENDO
LAZOS DEL PASADO | Kookmin
FanfictionJavi, una joven psicóloga de veinticinco años, se muda a Corea del Sur por trabajo y se convierte en cuidadora de Park Jimin, un hombre de 60 años con Alzheimer. A pesar de la resistencia inicial de Jimin, Javi descubre su amor por rememorar su juve...