Muestra de amor | Simón "Ghost" Riley |

Capitulo 6

"Dudas"

Su vista estaba fija en las flores, llevaba dos días viéndolas, sabía que debía responderle a Simón quien solo le envió un mensaje;

"¿Te gustaron las flores?, el chico me dijo que te encantarían, dime si no es así para ir a decirle 😁"

Ella solo negó cubriendo su rostro con sus manos y soltó un suspiro, tanto tiempo deseo que Simón se comportara de esa forma y ahora que lo hacía, se sentía extraña, como si creyera que lo estaba obligando a ser alguien que no era.

¿Y si ella lo estaba orillando a cambiar y él solo lo hacía por obligación?

Llevo sus manos a su cabello sintiéndose frustrada por no saber que hacer o llegar a una decisión, estaba perdida en sus pensamientos hasta que una idea cruzó por su cabeza, con una corta sonrisa tomó su teléfono y envió un mensaje.

💬

"¿Podemos vernos?"

La respuesta no tardó en llegar.

"Por su puesto, nos vemos en nuestro café"

T/n cerró por unos segundos sus ojos para después abrirlos y suspirar, tomó su bolso y salió de su departamento, viendo por última vez las flores. Mentiría si dijera que no le gustaron, porque las amo, le pareció tan hermoso detalle, solo que estaba confundida.

Camino por la acera, ni siquiera utilizó su auto, quería caminar para despejar su cabeza. Alzo la mirada una vez que se encontró frente a ese café, donde había estudiado hasta noche mientras trabajaba, ella sabía que si deseabas algo debía esforzarse más que los demás, aunque tardara tiempo en obtenerlo, por que la recompensa siempre valdrá la pena.

Entró haciendo que la campana sonara, algunas miradas cayeron en ella, pero solo una la hizo sonreír. Ahí estaba esa cabellera castaña que tanto la había ayudado en tiempos difíciles.

—Lois —saluda amable al ponerse frente a ella quien le sonrió ampliamente —tanto tiempo —dijo en un suspiro

—T/n —soltó una risa de emoción para levantarse y envolverla en sus brazos con fuerza —demasiado —acaricia su espalda y T/n oculto su cabeza en su hombro —te extrañe tonta

—Y yo a ti —respondió en tono cálido

Un último apretón y se separaron, cada una se sentó en su silla y se siguieron viendo a los ojos, parecía que el tiempo se congeló y que no tenían tantos años sin verse, que apenas ayer cada una salió de la universidad y consiguió empleo. Pero era la magia de la verdadera amistad, sin importar los años de estar separadas su amistad perdurará y al verse será como si nunca se hubieran ido.

—Y dime —enarco una ceja —¿Qué dudas traes en esa cabezota? —preguntó Lois arrancándole una carcajada

—Te seré sincera porque nadie me conoce mejor que tú —«y Simón» agitó su cabeza rápidamente —. Conocí a alguien —Lois la miró impresionada —pero...

—Tienes dudas —afirmó Lois, dando un sorbo a su taza de café

Tn se limitó a asentir lentamente. Lois había sido su amiga desde la secundaria, y la lealtad que ambas manejaban les permitía reconocer hasta sus más mínimas dudas. En cierta forma, Tn agradecía esto, ya que así no ocupaba decir algo que la hiera o defina por completo una decisión de la cual pueda arrepentirse para siempre.

—Simón es el amor de mi vida, pero siento que yo no soy la suya o al menos jamás me lo ha dicho. Nunca me habla y solo me ve, con esa mirada tan helada que me gusta, pero al mismo tiempo me hace creer que no soy nadie para él. He intentado hacerlo hablar, pero siempre huye y hace poco decidí dejarlo. Lois, lo dejé y ahora me envía flores, ¿qué debo hacer, eh? —termina con las palabras atoradas en ese nudo formado en su garganta, se mantiene con la vista en la mesa y sus manos en el regazo, jugando con sus dedos tratando de liberar la tensión que se forma en ella, todo ante la mirada comprensiva de su amiga