Capítulo 2

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Carlos despertó temprano hoy día, se preparó un café con sus típicas tostadas con huevo y leyó un pedazo de su obra literaria preferida, Romeo y Julieta.

Se dio un baño y una vez cambiado, salió de su departamento. Su vecina, Monica, salía al mismo tiempo que él, se saludaron acentuando hacia abajo con la cara y siguieron sus caminos.

Entrando a la oficina—un edificio de pocos tonos de colores y nada atrayente al ojo humano–Carlos se dirigió al garrafón a servirse un vaso de agua.

Se aproxima una compañera, (Fátima.) "Buen dia."

"Buen día."

"¿Y eso que vienes a trabajar?" Palabra alargada y el tono coqueto.

"Me sentía pésimo, acabé en urgencias y todo." Carlos da un trago de su vaso,

"¿Cuándo me vas a invitar a salir?"

"¿Así de huevos?"

"Si no te digo, no me invitas."

Carlos ríe. "Bueno, chance hoy, si te portas bien."

Se regresa a su escritorio, piensa un poco en Fátima, nunca la había visto así, pero analizándola bien, sus senos parecen ser del tamaño ideal, encapsularían perfectamente en su mano, y siempre huele bien. Fátima le sonríe y lo ojea cada que puede, Carlos se hace el que no se da cuenta y se sonríe internamente.

"Carlos," una voz detrás de él aúlla.

"Eu," rueda en su silla, y ve a su jefe.

"¿Te encuentras mejor?"

"Sí, me estuve sintiendo terrible, pero gracias por preguntar."

"Cualquier cosa me avisas."

"Claro que sí." rueda de vuelta. "Qué buen pedo el pelón," se susurra.

"Pst. Güey!" el vecino de cubículo le habla.

"¿Que onda, Ramón?"

"Güey, que pedo que ganaron los Pumas."

"Lo vi en palco, rey."

"¿Como así? Apenas tienes para comer con tanta apuesta."

"Ya no apuesto tanto, justo me acabé la lana seduciendo a la sobrinita de no sé que pinche gafete que tiene relación con el dueño. Solo quería ver el partido la verdad."

"¿Me la pasas?"

"Nunca te va a pelar, mi Ramo'"

"Cabrón, ¿no te acuerdas de la Paty?"

"¿Qué tiene la Paty? Aparte de unas nalgotas..."

"Exacto, si no soy malo para jalar calidad."

"Ya veremos, salimos el viernes."

"Cabrón y con qué lana."

"Mira, tu tranquilo y yo nervioso, ¿va?"

"Bueno."

Saliendo de trabajar, Fátima tenía sus cosas listas y en mano en el escritorio de Carlos mucho antes de que él se preparara para salir. "¿A dónde me vas a llevar?"

"A un lugar muy especial."

Fátima sonríe.

Los dos salen caminando con la última hora de sol restante. Carlos tiene sus manos en los bolsillos. Pero Fátima tiene un brazo entre su hombro.

"¡Mira mamá! ¡Qué bonita pareja!" Grita una niña por detrás.

Fátima sonríe.

"No somos pareja," Dice Carlos volteándose.

El TapónWhere stories live. Discover now