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"Corta mi tronco y hazte un bote," dijo el árbol. "Entonces podrás navegar lejos... y serás feliz."
Sergio siente un pequeño tirón tentativo al final de su delantal, miro hacia abajo y Carola, una estudiante tímida y de voz suave, lo mira atentamente con los ojos muy abiertos y asustados.
"¿Por qué el árbol haría eso, Sr. Perez?" Ella dice con una voz asustada. "¿No le duele? ¿Que le corten las ramas y el tronco? ¿Por qué iba a hacer eso por el chico?
Las otras niñas a su alrededor se están acercando ahora, corando en unísono apoyo a Carola, obviamente ofendidas por el árbol, es el período libre después del almuerzo y mientras los niños se apresuran a dispersarse a sus diversos juguetes, a las chicas de la clase siempre les gustó quedarse con su maestro favorito pegadas como chicle, exigiendo cuentos e historias. Hoy, decidió leer una de sus historias favoritas: "El árbol bondadoso".
(Es un cuento muy bonito, se los voy a dejar abajo por si lo quieren leer)
Sergio les sonríe amablemente a todas ellas, su corazón apretado con calidez a la genuina preocupación reflejada en todos sus ojos inocentes y brillantes.
"Bueno, chicas" comienza a explicar, su mano libre se acerca distraídamente a acariciar los mechones rubios de Victoria, una niña adorable con mejillas regordetas. "Es porque el árbol quiere mucho al niño".
"Sr. Perez, ¿así que cuando amas a alguien, te hará sentir dolor?"
Sergio se ríe de lo correctas que están, el amor es dolor pero también puede ser cálido, mágico. "No todo el tiempo, pero sí, a veces las personas que amas te harán daño, pero aún así, las amarás incondicionalmente de todos modos".
"¿In-con-ci-cio-nal-mente?" Alexandra arruga la nariz, tropezando con las palabras. "¿Qué significa eso, señor Perez?"
"Incondicionalmente", repite Sergio con una voz más clara. "Significa siempre, siempre, siempre".
"Siempre, siempre, siempre". Las chicas se repiten a sí mismas, todos excepto Carola.
(Nadie se salva de que mencione a Carola, incluso de niña es la jefa, la patrona)
"Pero, ¿no es triste que el árbol ame al niño más de lo que el niño ama al árbol?" Carola finalmente pregunta, sorprendentemente introspectivo y perspicaz para una niña de cinco años. Sergio parpadea, momentáneamente sorprendido por su pregunta antes de que se apresure a toda prisa por una respuesta.
"Sí, es bastante triste, ¿verdad?" Sergio se musa. Se siente raro discutir esto con un grupo de niñas de cinco años, pero él decide conformarse con una respuesta honesta de todos modos. "Cuando todos ustedes crezcan, tal vez experimenten esta cosa llamada 'amor no correspondido'. No es una buena sensación, es triste y se siente pesado en tu corazón, el saber que amas a la otra persona más de lo que la otra persona te amará".
