Sempiterno

Corazon de papel❤️

El cielo es un tono naranja con destellos amarillos con la bajada del sol, ya la charla en el kinder se ha calmado en su mayoría a medida que los padres recogen a sus hijos después de despedirse de su amado maestro favorito.

Sergio está agotado, pero su corazón se siente ligero y lleno, los niños son ángeles, incluso los traviesos. Escanea su entorno, metiendo sus manos en los bolsillos de su delantal delantero y encuentra a Mick sentado tranquilamente en una esquina, entreteniéndose con lápices de colores y su imaginación.

Como maestro, a Sergio no le gusta jugar a los favoritos, pero tiene un lugar especial en su corazón para este pequeño niño, en parte porque es tan adorable y dulce, un amor de niño, pero especialmente (aunque Sergio se niega a admitirlo) debido a su padre guapo, Max Verstappen, quien coincidentemente es el último padre hoy.

"Mick" camina Sergio y se sienta en el suelo, donde el niño angelical está acostado boca abajo con lápices de colores esparcidos por todo el suelo, se mira extremadamente lindo con la lengua de fuera en concentración mientras se centra en su obra maestra, que parece un montón de líneas onduladas y coloridas, pero bueno a lo mejor eran abstractas al estilo de Diego rivera "¿Tienes hambre?"

Sin mirar hacia arriba, Mick responde: "poquitito". Mientras hace una señal con los dedos para expresar lo poquito que tiene hambre aunque es traicionado por un rugido de su estómago.

Sergio se ríe y trae dos paquetes de galletas de chocolate, Triki Trakes y le entrega uno en su mano. Al ver el dulce deleite, Mick irrumpe en la sonrisa más grande. "¿De chocolate?"

"Uno para ti y otro para mí" sonríe Sergio, hace una pausa por un segundo y luego añade: "No se lo digas a tu papá. Podría - eh - regañarme. Es mi regalo especial para ti, porque eres un buen niño".

Mick asiste con la cabeza con entusiasmo y se inquieta con anticipación mientras Sergio abre cuidadosamente la envoltura y mete una de las galletas en su pequeña boca, todavía masticando, Mick dice: "¿son estas tus galletas favoritas en todo el mundo mundial?"

En ese sentido, Sergio se ríe tímidamente, un rubor que se forma en sus mejillas mientras recuerda la incómoda sesión de show-and-tell que tuvieron hace unas dos semanas más o menos, en la que Mick había tratado de "hacer de cupido" con su padre y el. Hace todo lo posible para suprimir las mariposas en su estómago al pensar que Max lo llama "bonito".

"Supongo que sí". Entonces, vacilantemente, con la voz bajada en un mero susurro, Sergio mira hacia abajo a sus dedos entrelazados y pregunta: "Entonces, Mick... ¿tu papá dijo algo más sobre mí?"

Una sonrisa traviesa se extiende por la cara de Mick, un brillo evidente en sus enormes ojos transparentes. "Sí, dice muchas cosas buenas sobre ti".

Sergio siente el impulso de retractarse de sus palabras, pero ante el comentario de Mick, no puede contener su corazón ferozmente palpitante y su ansiosa curiosidad mientras hace un ruido alentador, lo que lleva al niño a elaborar.

"Una vez, te llamó ángel". Mick presiona sus dedos gorditos en sus labios con un pensamiento profundo. "Oh, y él dice que te ves muy lindo cuando usas ese suéter grande que te cubre las manos. Papá también piensa que tus ojos parecen hermosas mitad lunas cuando sonríes".

"Medias lunas", corrige Sergio distraídamente, sintiendo un cálido ardor en su pecho y extendiéndose por todas partes.

"Su cara está muy roja, maestro Pérez". Mick comenta, sacándolo de su ensueño.