IX: CONVICCIÒN

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No podía creer que estaba de vuelta con los shinigamis, ni siquiera había recuperado completamente mi reishi, además ¿como que mansión Kuchiki? ¿Cuánto dinero podía tener un shinigami?. Miré la habitación a mi alrededor de reojo, era amplia, igual que la cama, con almohadas y un cobertor brillante. 

No se preocupe, señorita _______. Ya fue enviado un mensaje al señor Byakuya informando que ya despertó.” la mujer dijo, de forma amable, con la clara intenciòn de tranquilizarme "Él estará aquí pronto, mientras tanto ¿Por qué no se prepara para recibirlo?”

Esa última pregunta no me convencía, además estaba un poco atónita por lo surreal de la situación, al menos para mí. Con todos esos modismos me sentía actuando en una obra de teatro del siglo pasado. No entendìa absolutamente nada ¿el Capitan Kuchiki me había traído a su casa? 

"Señorita, si está de acuerdo, le preparamos la tina para que se dè un baño" otra mujer saliò de una puerta que estaba en el otro extremo de la habitaciòn. Estaba anonadada por toda la situación, mientras la tal Ima seguía haciéndome preguntas y ofreciéndose a prepararme ropa. 

Para incomodarse más, un anciano con bigote blanco y lentes entró a la habitaciòn.

"Me alegra que ya haya despertado, señorita _________" dijo "El señor Buyakuya estará aquí en poco tiempo en lo que se libera del trabajo. Espero que la habitaciòn le guste, si algo no es de su agrado, puede pedir que lo cambien, solo comuniquele a Ima y ella se harà cargo"

Definitivamente era algo bizarro para mí, todas esas formalidades y ofrecimientos.

“Bien, tomaré el baño” dije para cortar la situación. De todas formas me sentía sucia y quería a esa gente alejada de mí, no creo que fueran capaces de seguirme al baño.

“¿Desea que alguna sirvienta le acompañe mientras preparan su ropa?” me preguntò el anciano

“No, definitivamente no.” dije y me levanté de la cama de un salto ¿Acompañarme al baño? ¿en serio? 

Entiendo. Los vendajes de la 4ta División no se mojan, así que puede proceder con libertad. Hay toallas y una bata en el cuarto de baño, use todo lo que necesite.” 

Asentí con la cabeza lentamente, mirando al mayordomo anciano, quien tenía unos ojos relajados enmarcados por arrugas. No estaba segura de que hacer, esos dos sirvientes no se estaban moviendo y yo no tenía ni idea de cuál sería mi siguiente frase. 

“Creo que podemos retirarnos” el mayordomo lo dijo por mí. Parecía algo obvio, bueno, no tanto para mí, yo no estaba muy acostumbrada a que la gente a mi alrededor tuviera que recibir mi permiso para irse.

Bueno, más o menos, pero no en este tipo de escenarios.

Ambos hicieron una leve reverencia que me hizo arrugar la frente y salieron de la habitación. Todos sus comportamientos teatrales me estaban distrayendo y dejando atontada.

Decidí bañarme porque tenía mucho calor y mi cabeza se sentía un poco pesada. Me dirigí al baño incorporado de esa habitación, que no era menos pomposo que las actitudes de los sirvientes. Era un cuarto demasiado grande para ser un baño, en mi opinión, con una bañera también demasiado grande para que solo entrara una persona y mucho espacio más alrededor, donde estaban dos espejos y otras cosas.

Me acerqué a una repisa donde había más de un tipo de jabón y tomé el primero que vi, el que me parecía más normal, porque los otros tenían colores raros para ser simples jabones. Me metí con algo de recelo a la bañera con agua caliente.

Jamás en mi vida me había bañado en una bañera. Traté de tranquilizarme y disfrutar un poco la experiencia, ya que necesitaba relajarme, me sentía estresada desde el primer día que vine a este lugar y tuve que convivir con tantos shinigamis. El agua ayudó a relajarme bastante y, a decir verdad, esta era la primera vez que tenía tanto espacio y privacidad para mí sola. Por lo general estaba acostumbrada a compartir mi espacio, rodeada de idiotas en su mayoría. 

INFIERNO (Byakuya x ti x Jugram Haschwalth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora