Turning [Parte 1]

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"Rápido, Yuder".

Thud.

Mientras inhalaba profundamente, experimentó una conmoción interna profunda que resonó una vez más. Esta vez, se diferenciaba del dolor que antes solo había aumentado. Era un temblor con un significado especial, indicando que algo en su interior, algo que hasta entonces no había existido, finalmente había despertado, tomado forma y realizado su primer aliento.

Sin darse cuenta, la mano temblorosa de Yuder bajó hasta su estómago. Aunque no podía verbalizar lo que había despertado, lo supo instintivamente con absoluta claridad.

La parte más crucial de la transformación de la manifestación del segundo género acababa de completarse “totalmente”.

'Ah...'

En medio de la conmoción y la confusión, un calor que parecía abrasarle las entrañas surgió de repente de las profundidades de su mente. Durante unos segundos, su conciencia parpadeó y, cuando volvió, vio que la barrera desgastada por el tiempo que tenía delante se disolvía lentamente.

Tenía que romper el último cristal del brazalete, pero su mano, cansada por el terrible dolor y el letargo, sólo podía moverse débilmente, negándose a obedecer su voluntad.

Cuando la barrera desapareció por completo, Yuder quedó totalmente expuesto frente a Kishiar.

'...Así que es un fracaso después de todo'.

Este era el final. Kishiar le tocaría pronto, y pasara lo que pasara después, estaría fuera de su control. Kishiar era el Despertado al que no confiaba en derrotar, un Alfa con un poder inmenso e interminable. En su actual y arruinada condición física, no era rival para él.

El mismo escenario de su vida anterior estaba a punto de repetirse.

Abrumado por el calor, el odio a sí mismo y la confusión, Yuder suspiró y cerró los ojos. Incluso sus jadeos le resultaban repugnantemente repulsivos, haciendo que se le revolviera el estómago.

"..."

Sin embargo, a pesar de su espera, ninguna señal de la inminente situación llegó desde el frente. Incluso cuando su jadeo se calmó un poco, nada cambió.

'¿Qué está pasando?'

Finalmente, Yuder levantó la cabeza con gran dificultad, moviendo ligeramente su agonizante cuerpo, y abrió lentamente los ojos. Una sonrisa divertida flotaba sobre las pupilas rojas que le habían estado observando en silencio.

"...Sólo ahora abres los ojos".

Kishiar seguía arrodillado sobre una rodilla, apoyándose ligeramente en el suelo con una mano. Aunque la mitad de su pelo, pulcramente peinado, estaba despeinado, sus ojos seguían claros, sin mostrar signos de agitación.

"Verte poner esa expresión hizo que la espera mereciera la pena".

"...Comandante, ¿usted?"

"Estoy decepcionado. Ocultar tu cuerpo para prepararte para la repentina manifestación de tu segundo género fue una buena idea, pero ¿también necesitabas tratarme como a un enemigo?".

"Pero, Comandante, usted... Segundo... Alfa... Yo... pronto... en celo..."

Con cara de desconcierto, Yuder tartamudeó, sólo para recibir una sonrisa dolida de Kishiar.

"Sí. Mi segundo género es, en efecto, un Alfa. Puedo sentir que estás a punto de entrar en celo tras tu manifestación. Eso es único. Pero, ¿qué importa?"

Si hubiera estado en mejor forma, habría replicado: ¿qué quieres decir, qué importa? Sin embargo, debido al dolor, los únicos sonidos que escapaban de sus labios eran respiraciones entrecortadas.