Capítulo 2

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Una luna, una maldita luna había tardado en llegar la respuesta de mi tío sobre quién era y qué hacía en el sur.

Ojalá eso hubiera sido todo, tres cartas llegaron con el mismo cuervo desde Invernalia, uno para el rey y los otros para él mismo.

Lord Rickon respondió por él ante el rey, avaló su historia sobre los criminales y sus órdenes, así como de cuántos hombres fueron con él, desde donde fueron y quién era Osric realmente.

A él le escribió que cuando acabó la escaramuza y sus hombres no pudieron encontrarlo, regresaron al Norte para informarle. Una vez que recibió el cuervo de su majestad, su señor tío los envió de regreso al sur, para acompañarle.

Para Osric era un alivio haberse escapado del hacha del verdugo, que cada día de silencio que pasaba sin respuesta se acercaba hacia su cuello.

Por desgracia había un tercer mensaje, esta vez de su padre.

Bennard Stark era el hermano menor de Lord Rickon, un segundogénito hastiado por su posición en el mundo y con ambición para obtener más.

Su mensaje fue breve y sin palabras de alivio o consuelo, como el resto de sus conversaciones. A decir verdad, su padre no los amaba a él o a sus tres hermanos menores.

Para Bennard sus cuatro hijos solo eran herramientas que impulsaran sus ambiciones. Osric había sido nombrado señor del Cuello, que le daba una posición muy importante entre los señores del reino; Benjen fue enviado a Último Hogar, Brandon con sus tíos Karstark en Bastión Kar y Elric a Fuerte Terror con Lord Bolton. Todo para que sus hijos le procuraran buenas alianzas, como esperaba de él mismo.

"Quédate en el Sur, búscate una novia y crea vínculos con la corona y los señores"

Gracias padre, siempre es un placer recibir noticias tuyas, pensó. Había pasado otro mes y el embarazo de la reina se acercaba a las cuatro lunas, su vientre se abultaba y la corte sabía que dentro de poco el reino celebraría la llegada de un nuevo miembro de la casa Targaryen.

En ese tiempo había hecho precisamente lo que le ordenó su padre. Se hizo amigo de algunos miembros de la corte, Harwing Strong el más destacado.

Ser Harwing era un buen hombre, agradable y ocioso, de buen carácter y un gran luchador con el que entrenaba casi todos los días. Él era, además, el heredero de Harrenhal y el hijo mayor del consejero de leyes, Lord Lyonel.

Por otro lado, también disfrutaba pasando el tiempo con la prole de los Velaryon. Leanor era un muchacho enérgico, con ganas de aventuras y de luchar.

Su hermana Laena era más tranquila que su hermano, pero no menos curiosa, cada día se pasaba horas preguntándole sobre todo lo que leía del Norte, sobre los salvajes y el Muro, de la Guardia de la Noche y los habitantes del pantano, de los túmulos de los primeros hombres y del bosque de Dioses de Invernalia.

"No creo que queraís ver el foso, mi señora. A decir verdad es un terreno oscuro, permanentemente rodeado de una espesa nieble y rodeado por cientos de millas de pantanos, serpientes venenosas y leones-lagarto" le dijo a la joven Velaryon mientras esperaban en el puerto.

Sus hombres habían partido de Invernalia hacia Puero Blanco, dónde embarcaron en un barco comercial con destino a Marca Deriva.

Allí, se embarcaron junto con Lord Corlys para viajar a la capital. Toda la familia de la serpiente marina estaba allí para recibirlo y Osric decidió acompañarles, no solo para saludar a sus hombres si no también para hablar con Lord Corlys, que defendió en el consejo que debía ser enviado a una celda de los niveles superiores durante su espera en lugar de ser encerrado en lo profundo de las celdas negras.

Lobos del Norte, dragones del EsteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora