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Mientras literalmente todo el mundo ya estaba listo para celebrar el comienzo de un año nuevo con su familia y amigos, Jungwon estaba en su cama hecho bola entre sus sábanas con el pantalón de su pijama una sudadera y la nariz roja.
Había estado sintiéndose débil los últimos días y este mismo despertó con tos seca y escurrimiento nasal.
Yang odiaba estar así, pero no le quedaba de otra más que tomar medicamento y perderse de la celebración porque estaba muy débil como para levantarse siquiera, no había desayunado y no le daba hambre aún.
Beomgyu le había preguntado si quería ir a su casa a celebrar un rato pero su respuesta fue negativa debido a su estado.
Estaba algo triste y con su corazón descepcionado.
Usualmente cuando se enfermaba, Jay lo visitaba un rato, no importaba la fecha o si estaba lloviendo porque siempre lo hacía, pero al parecer estos días han sido la excepción.
Quizás estuvo muy ocupado o algo, por eso solo dejó en visto sus mensajes y después de 3 horas respondió con un "Mejorate".
Tan seco y sin ninguna preocupación por él genuina.
Un puchero se formó en sus labios y sus ojos se cristalizaron, odiaba que Jay se comportara de esa manera las últimas semanas y cuando le mandaba mensajes era para saber si Wonyoung no estaba ocupada o para saber como estaba ella.
Nunca preguntaba por él, incluso en twitter le preguntaba lo mismo, siempre ocupaban esa aplicación para responder a sus publicaciones o hablar de temas en tendencia en Twitter, pero ahora todo estaba alrededor de Wonyoung.
Justo le llegó un mensage de Park en esta aplicación.
"¿Podrías abrirme la puerta porfavor?"
Sus ojos se iluminaron de nuevo, quizás si se preocupaba por él y solo se adelantó.
A paso apresurado se colocó sus pantuflas, no le importó su pijama o su cabello desordenado, solo quería ver a Jay.
Cuando llegó a la puerta y la abrió detrás de ella estaba el chico Park, vestido formalmente debido a la celebración del día.
- ¡Jay! ¿Qué haces aquí? - Preguntó Jungwon con una sonrisa que hacía notorios sus hoyuelos.
- Ah, hola, dile a Wonyoung que baje, no le llegan los mensajes
Con cada palabra su sonrisa se desvaneció lentamente y solo asintió para subir a paso lento y desanimado al segundo piso de la casa.
Tocó la puerta y una Wonyoung que lo miraba desinteresada abrió.
- ¿Qué pasa?
- Jay...
- ¡Seonggie!
La chica corrió a las escaleras importándole poco cuando empujó a Jungwon y el menor se pegó en la esqyina de un mueble.
Yang bufó y regresó a su habitación con dolor por el resiente golpe, y de nuevo una presión en su pecho apareció.
Desde hace unos días comenzó a dejar de restarle importancia a esa presión que sentía más seguido ahora, no entendía porqué presentaba de vez en cuando aquella presión en el pecho.
Jungwon pensó que al menos debería estar bien vestido pero realmente la fuerza de sus brazos en esos momentos no era la suficiente para poder siquiera cambiarse la ropa, mejor se pondría a dormir de nuevo.
Como estuvo haciendo desde que se enfermó.
Y que su abuela y tío no pasaban por desapercibido.
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Ya eran las 11:56 de la noche, únicamente faltaban 10 minutos para que el año nuevo comenzara.
Jungwon seguída sentado en su cama, viendo Tiktok en su teléfono, no paraban de salirle parejas subiendo videos de amor, videos de dedicatorias, trends de parejas y múltiples videos más que, de nuevo, le recordaban su soledad y desgracia en el amor.
Suspiró cansado y miró la ventana, todos comenzaban a sacar sus uvas o a grabar directo al cielo, probablemente los puentes estén abarrotados de gente grabando y el centro de la ciudad esté peor que los puentes.
3 minutos bastaron para que todos comenzaran a contar en voz alta, su familia en el patio delantero de su casa reunidos y felices, sin él, Jungwon miró el cielo escuchando aquella curnta regresiva.
— 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1 – Escuchó
Los fuegos artificiales comenzaron a estallar en el cielo, simultáneamente con la gente que gritaba: " Feliz año nuevo", y a él le resbalaba una solitaria lágrima por la mejilla.
Miró aquellos juegos porotécnicos colorear el cielo con luz y, vaga la rebundancia, colores vibrantes como naranjas o rojos marcando el inicio de un nuevo año
Un año lleno de felicidad y logros para muchos.
Aunque quizás el final de la historia para otros.
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