𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝕐 𝔹ℝ𝕆𝕌𝔾ℍ𝕋 𝕌𝕊 𝕋𝕆𝔾𝔼𝕋ℍ𝔼ℝ - 𝙹𝚎𝚗𝚗𝚊 𝙾𝚛𝚝𝚎𝚐𝚊 -

𝙲𝙷𝙰𝙿𝚃𝙴𝚁 𝚃𝙷𝚁𝙴𝙴.

CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.

POV JENNA:

Esto de la fama ya es un poco... como decirlo, creo que "Cansador" sería la palabra perfecta.

Aunque, bueno, no puedo quejarme, también tiene su lado bueno, este año ha sido absolutamente increíble.

Después de que se estrenara "Wednesday" hace ya mas de un Año, logré una fama ya mundial, y estoy muy contenta por eso.

Aunque aveces solo desearía poder desaparecer.

Dentro de unos días debo partir hacía París, para un sesión de fotos que tengo allí, se suponía que incluso a día de hoy esa sesión ya se hubiera hecho, pero tuvimos que cambiar las fechas por un incidente.

Hace unas semanas estuve en Mónaco, y una noche cuando volvía al hotel, como ya se hizo costumbre me encontré con varios admiradores esperandome afuera de este.

Un pequeño grupo de ellos se aloco un poco, y bueno, terminé con algunos moretones en mis brazos.

Asique mi Manager pospuso los viajes para conseguir una mejor seguridad, y parece que ya lo logró.

HOUSTON, ESTADO DE TEXAS, ESTADOS UNIDOS.

ESPECTADOR:

Tommy caminaba por el Aeropuerto con un pequeño bolso.

James había logrado conseguirle el trabajo hace ya unos días, y ahora debía partir hacía París, Francia.

Al principio dudo un poco, pero cuando James le paso el dinero para los pasajes no lo pensó mas.

Lo unico que costo fue despedirse de su pequeña hermanita, Zoe no dejaba de llorar al saber que no lo vería por algunos días.

Cuando subió al Avión se puso muy nervioso, era la primera vez que viajaba en uno, incluso era la primera vez en toda su vida que saldría de Houston.

Después de ya mas de Dos horas de vuelo, Tommy pudo ya calmarse y dejar de estar nervioso, y gracias a esto pudo dormir una gran parte del vuelo.

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PARÍS, FRANCIA.

POV THOMAS:

Bastante lindo la verdad.

Después de pasar por los chequeos típicos que le hacen a uno al llegar a un nuevo País, por fin pude salir del Aeropuerto.

Tenía las indicaciones para saber hacía donde tenía que ir, asique empecé a caminar hacía donde suponía yo que era.

Debo admitirlo, París es hermoso.

Debo admitir otra cosa también... Me perdí.

Empecé a pedir indicaciones, pero no entendía nada de nada.

Hasta que gracias a Dios pude encontrar a alguien que hablaba en Inglés, sin duda me salvó la vida.

Me dio las indicaciones y empecé a dirigirme hacía ahí, repitiendo una y otra vez las indicaciones en mi cabeza.

Caminé y caminé, y la vi, la Famosa Torre Eiffel.

Me quedé observando esa hermosa Torre por unos pocos minutos, hasta que me aburrí y seguí mi camino.