Abril se encontraba en una cita con un chico que conoció por Internet pero es algo irritante y la trata algo mal, así que decide ir a algún lugar más apartado para marcarle a su mejor amiga para que la ayude, pero no nota al hombre que se encontraba...
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Necesito que contestes Celeste... Y otra vez al buzón de voz.
Salgo del baño de uno de los mejores restaurantes de Miami, y me apoyo en la puerta, suplicando que mi cita no me venga a buscar, mientras espero a que mi amiga me responda la cuarta llamada que le hago.
- Celeste, soy Abril te pido que por favor me saques de aquí Dereck es lindo pero es muy irritante, solo me habla de él y cuando le quiero decir algo sobre mi me interrumpe y sigue hablando de él y su madre, por favor llámame he inventa algo para que yo pueda salir de acá - digo al buzón de voz cuando no contesta.
- A menos de que tu cita sea tan tonto como lo irritante que es, se va a dar cuenta que es falso lo que estés planeando - dice una voz desconocida al frente mío.
- ¿Perdona? - le respondo.
Cuelgo el teléfono y me volteo para ver al desconocido con voz seductora que me hablo.
Un hombre alto, rubio, con la mandíbula marcada, se encuentra mirando su celular recargado contra una pared.
- La emergencia falsa es un clásico cuando quieres huir de una cita. Se va a dar cuenta, te lo prometo. - me asegura el desconocido.
- ¿Enserio estabas escuchando mi llamada? - me ofendo.
- Solo opino que tu cita merece algo mas que una excusa floja.
¿Y este que se cree?
- Entonces hombre sabio ¿Tienes alguna mejor idea? - le pregunto enojada.
- Te aseguro que miles.
- Dame solo una.
- Pídele al mesero que te traiga más bebidas hasta que ya estés lo suficientemente valiente para decirle la verdad.
- No necesito alcohol para tener valor.
- Claro, porque llamar a una amiga en el baño es tener mucho valor - se burla.
- Pues si el fuera mas amable y menos irritante yo también pondría de mi parte. - me enojo aún más - Pero tu que sabes ni te has esforzado en levantar la vista del teléfono.
El hombre se endereza y levanta su vista dándome un repaso de pies a cabeza. Cuando su mirada llega a mis ojos puedo percibir que son de un color azul intenso como el mar.
- ¿Feliz? - me dice el hombre.
Da un paso hacia donde yo me encuentro y coloca una mano junto a mi cabeza. A pesar del traje puedo notar que esta en forma, nuestras respiraciones chocan una con la otra.
Es muy guapo, si soy sincera.
- ¿Necesitas verme mejor para decidir si mi opinión importa?
