22

403 48 2
                                    


HIPÓTESIS: Cuando se me da una opción entre A (decir una mentira) y B (decir la verdad), inevitablemente terminaré seleccionando... No, no esta vez.

NuNew no tenía ninguna duda de que los cuentos de Jackson estaban muy adornados y eran el resultado de años de talleres de comedia, pero aun así no pudo evitar reírse más fuerte que nunca.

―Y me despierta esta cascada que cae sobre mí ...

Zee puso los ojos en blanco.

―Fue una gota.

―Y me pregunto por qué está lloviendo dentro de la cabaña, cuando me doy cuenta de que viene de la litera de arriba y que Zee, que tenía como trece años en ese momento ...

―Seis. Yo tenía seis años y tú siete.

―Había orinado la cama, y la orina se filtraba a través del colchón y me tocaba.

Las manos de NuNew volaron hacia arriba para cubrir su boca, sin lograr ocultar su diversión, al igual que había fallado cuando Jackson le contó que una vez un cachorro dálmata le había mordido el culo a Zee a través de sus jeans, o que había sido votado El más probable, para hacer llorar a la gente en su anuario de último año.

Al menos Zee no actuó avergonzado, y no tan molesto como parecía después de que Jackson había hablado de que él suspiraba por Nu. Lo que explica...muchas cosas.

Todo, tal vez.

―Hombre. Seis años de edad. ― James negó con la cabeza y se secó los ojos.

―Estaba enfermo.

―Todavía. ¿Parece un poco mayor para tener un accidente?

Zee simplemente miró a James hasta que bajó la mirada.

―Uh, tal vez no tan mayor después de todo― murmuró.

Había un gran cuenco de galletas de la fortuna junto a la caja registradora. NuNew lo notó al salir del restaurante, soltó un chillido de alegría y metió la mano para sacar cuatro paquetes de plástico. Le entregó uno a James y a Jackson, y le ofreció otro a Zee con una sonrisa traviesa.

―Odias estas, ¿no?

― No lo hago― Aceptó la galleta. ― Aunque creo que saben a espuma de poliestireno.

―Probablemente también tengan valores nutricionales similares―, murmuró James mientras se deslizaban hacia la fría humedad de la madrugada. Sorprendentemente, él y Zee estaban encontrando muchas cosas en común.

Ya no llovía, pero la calle brillaba a la luz de un poste de luz; una suave brisa hizo crujir las hojas y las gotas de agua se esparcieron por el suelo. El aire estaba fresco en los pulmones de NuNew, agradablemente después de las horas pasadas en el restaurante. Desenrolló sus mangas, rozando accidentalmente su mano contra los abdominales de Zee. Él le sonrió, juguetonamente disculpándose; se sonrojó y desvió la mirada.

El que se ríe de sí mismo nunca se queda sin cosas de las que reírse — Jackson se metió un trozo de galleta de la fortuna en la boca y parpadeó ante el mensaje que había dentro. ― ¿Es una broma?

Miró a su alrededor, indignado.

― ¿Esta galleta de la fortuna me jugó una broma?

―Suena así― respondió James. ―la mía dice ¿Por qué no pasar un buen rato en lugar de esperar a que alguien más lo haga? Creo que mi galleta también bromea.

― ¿Qué pasa con este lote? ― Jackson señaló a Zee y NuNew. ― ¿Qué dicen las tuyas?

NuNew ya estaba abriendo la suya, mordisqueando una esquina mientras sacaba el papel. Era muy banal y, sin embargo, su corazón dio un vuelco.

ZEENUNEW - HIPÓTESIS DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora