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¡Bien!

¡Lo había decidido!

Si Clara tenía secretos con ella, siendo que ellas habían sido amigas desde hace años y se confiaban todo... ¡Entonces ahora ella también podía guardarle secretos!

Ya tenía todo planeado. Lo había estado practicando desde hace semanas frente a su espejo, actuando y repitiendo mentalmente cual debería ser su reacción en el momento que Clara decida volver a hablar con ella.

'Ella sería fría, distante y también la ignoraría.

¡Además ella...

—..la...¡'Ella!

Parpadeó dos veces sorprendida por el llamado repentino en su delante. Dejó caer los cuadernos de sus brazos y avergonzada se agachó a recogerlos.

"¿Por qué tenía que hablarme justo ahora?"

Se cuestionaba molesta a sus adentros.

Al momento que tomó su último cuaderno su mano rozó la de Clara. Rápidamente lo tomó y se levantó retrocediendo con una sonrisa nerviosa.

—¡C-Clara..! N-No esperaba que me hablaras... Otra vez...— hizo una mueca con sus labios, intentando desviar su mirada de los ojos de la contraria. Sabía que si en ese momento ella empezara a pedirle disculpas por el comportamiento que ha tenido este último tiempo, la perdonaría. Demonios la perdonaría de todo; es que Clara tenía la mirada.

La de mechón azul se llevó con timidez uno de sus cabellos sueltos detrás de la oreja. Le sonrió apenada a su amiga.

—Quería venir a hablarte sobre la razón por la que me he apartado de ti; bueno, no solo de ti, si no también de Mary y Darci... ¡P-Pero eso ya lo hablaré con ellas!— tomó con cariño el brazo de Stella. La otra por su parte volvió a sentir una extraña sensación en su pecho.

"¿Otra vez volvió mi baja de azúcar?"

Disipó esos pensamientos cuando oyó a la de coletas volver a retomar la palabra.

—Necesito que hoy después de clases regreses conmigo a casa. Mis padres no estarán y debo cuidar a Enrique— 'Ella la vió extrañada cuando pronunció el nombre de su pequeño hermano con ¿Tristeza? Fue raro. Pero no preguntó y tampoco le respondió. Solo carraspeó, asintió con una leve sonrisa y alzó sus hombros desinteresada. —gracias 'Ella. Enserio, gracias...— saltó contra la nombrada, rodeandola por el cuello con sus brazos. Stella se sonrojó levemente pero rodando los ojos divertida le devolvió el gesto.

La campana sonó anunciado el terminar del receso. Ambas se despidieron y se fueron a sus respectivas clases.

Nada mal para empezar a un viernes.

[ • • • ]

Cuando el último alumnos del aula salió, Stella terminó a su vez el alistar de sus cosas. Se acomodó el bolso sobre su hombro y salió. Corrió hasta llegar a la salida, usando su velocidad de leopardo.

Felizmente no había nadie en los pasillos más que los papeles del suelo que volaron cuando ella pasó.

Llegó afuera de la escuela, esperando a Clara. Cuando la vió a la lo lejos corrió de a pocos hasta llegar a ella, sonriendo y alzando su mano.

F R A G M E N T A D A © | HIATUS |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora