「Capítulo 17.」

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Sentir sus labios sobre los míos es tan inexplicable de describir, fueron muchas emociones, sensaciones como cosquilleos en el estómago y en la punta de mis dedos, y sobre todo muchos, muchísimos recuerdos.

No tuve tiempo de sobre pensar porque su beso requirió toda mi atención, nuestros labios compartían un beso hambriento, impaciente y torpe. Tan bueno. Después de tanto tiempo se volvía a sentir como el mismo, vivo, caliente, con un corazón latente por la persona que tenía sobre él. Con manos torpes, término de desabotonar los botones en la camisa de Jimin para después dejarla caer por sus hombros y espalda, Jimin no fue tan paciente tirando de su propia ropa, sus pechos desnudos presionándose uno contra el otro provocaron deliciosos temblores en su cuerpo haciendo que soltara un gemido que Jimin trago con su beso. Necesitaba más, Jungkook quería sentirse consumido por este hombre, quería que Jimin lo marcara y poseyera, él lo necesitaba tanto.

-Te quiero -dijo Jimin entre besos, pasando de su boca a su cuello, mordisqueando la piel a su paso -. Necesito estar dentro de ti.

-Sí -dijo Jungkook, no pudiendo formular algo que implicara más de una sílaba, arrastro a Jimin con él para caer en el colchón.

Jungkook no podía recordar en qué momento se quitaron la ropa, pero debieron haberlo hecho en algún momento porque Jimin se encontraba hundiéndose en él, mientras Jungkook enredaba sus piernas en la cintura de Jimin para sentirlo más profundo.

Ambos gimieron y jadearon en la boca del otro, compartieron sus cuerpos, besaron cada parte favorita del otro, Jimin embestía contra el con fuerza y deseo, clavando a Jungkook al colchón con cada estocada, mientras Jungkook no podía dejar de gritar su nombre entre gemidos.

-Jimin voy a… Ah -Se vino con fuerza derramándose en el pecho de ambos.

Jimin movió sus caderas hacia delante unas veces más antes de hundirse por completo en Jungkook y gruñir mientras se corría, metiendo su rostro en la curvatura de su cuello.

Estuvieron un rato así, con las respiraciones agitadas de fondo, con los pensamientos más claros después de una neblina de deseo.

Jimin se dio cuenta de que tenía a Jungkook inmovilizado debajo de él, así que se acostó a su lado trayendo su cuerpo consigo en un abrazo.

Mañana, fue lo que ambos pensaron, como un acuerdo en silencio.

 •••

Jimin se despertó más ligero de lo que se había sentido en mucho tiempo, se sentía pleno, relajado y… feliz, no recuerda la última vez que había dormido tan bien, o bueno, en realidad si lo recuerda, fue el día en que Jungkook desapareció, esa mañana había despertado sintiendo el cálido cuerpo de Jungkook en sus brazos, disfrutando del olor que desprendía, escuchando su respiración calmada, deseando que el mundo se detuviera para tenerlo entre sus brazos un poco más, justo como ahora, presiono a Jungkook un poco más fuerte, porque algo en su interior había despertado el miedo que sentía de volver a perderlo, como si todo fuera a repetirse como aquel día.

Ya está, él había perdido, no podía seguir lejos de él, no cuando Jungkook con dolor en su rostro le confesaba lo solo y perdido que se había sentido, ya no podía estar lejos, sí, Jungkook lo había traicionado, había planeado dejarlo, le había robado y mentido por quien sabe cuánto tiempo, pero todo eso se esfumó en el momento en que sus labios volvieron a tocarse.

Tal vez nunca se lo perdonaría, incluso puede que haya momentos de oscuridad en el que vuelva a sentir ese dolor y enojo, pero en este momento se prometía a sí mismo avanzar, si Jungkook lo había olvidado él también podría hacerlo. Solo necesitaba una cosa más para dar ese paso, para no arrepentirse del volver a dejarlo entrar a su corazón.

Paso su mano por el rostro de Jungkook acariciándolo como si el sueño se fuera a romper, delineo su mandíbula, nariz, labios, su mirada se detuvo en ellos, rojos por los besos de anoche, la boca ligeramente entre abierta con tiernos sonidos saliendo de ella, su cabello castaño tocado por el sol estaba muy revuelto, su cuerpo estaba en su mayoría cubierto por la sabana, todos aquellos detalles lo hacían parecer intocable, como que él quería guardar esta imagen para siempre, sin importar lo que sucediera en un futuro, este Jungkook era solo para él.

Jungkook se agitó contra él, parpadeando muchas veces para que su vista se adapte a la luz, estirándose un poco y sonriendo de manera adorable, quería besarlo.

Sus miradas se encontraron, su corazón latía muy rápido, temiendo que retomaran la conversación de ayer, en cambio, recibió la sonrisa más hermosa que haya visto jamás, con esos ojos chocolate brillante que solo lo miraban a él.

-Buenos días -dijo Jungkook, mientas apretaba sus brazos sobre mí a la vez que enredaba nuestras piernas y hundía su rostro en mi pecho.

Y así como si nada, el miedo se esfumó. Solo una cosa más.

-Buenos días -sabía que tenían que hablar, pero quería tomar todo lo que pudiera de este momento porque cada minuto más en la cama parecía el más precioso del mundo.

-Te extrañé Jimin -se apartó un poco para mirarme -. El día que desperté estaba muy asustado, fue mucha información de un solo golpe, como si tuviera que estudiar toda mi vida, pero cuando estuve solo en la isla Jeju pensé en muchas cosas y también se esclarecieron varios recuerdos, entre ellos el cómo nos conocimos y gran parte de nuestra relación, los primeros años de novios y…

-No.

No podía ser, no, ¿Jungkook recordaba todo?

-¿Jimin?

Fue un reflejo involuntario el alejarlo de mí, yo... creí que tendría más tiempo, que si Jungkook podía olvidarlo yo también.

Hace solo unos minutos creí que podríamos volver a ser felices juntos, pero todo se estaba cayendo a pedazos.

Me levanté cayendo de la cama, y trataba de buscar mis cosas, pero mis manos se ponían temblorosas y mis ojos estaban empañados.

Lo perdería de nuevo, Jungkook estaba a punto de decirme que me va a dejar, que recuerda a quien ama en verdad y esta vez no lo voy a poder soportar.

Mis movimientos eran más torpes cada vez, tropecé con algo cayendo de rodillas, escuchaba la voz de Jungkook de fondo gritando mi nombre asustado, pero eso no me importaba, me iba a dejar de nuevo.

-Ey, Jimin mírame -dijo Jungkook mientras se arrodillaba frente a mí y sostenía mi rostro en sus manos. -Yo, no sé si dije algo incorrecto, lo siento si fue así, pero Jimin por favor, solo, yo solo quería decirte que te amo, que no me arrepiento de lo que paso ayer, quiero estar contigo, por favor, no me alejes de nuevo.

Y por fin las dudas de que tenía se fueron, Jungkook me amaba a mí.

Puse mis manos sobre las suyas, sintiendo que de nuevo podía respirar, todo estaba bien, aún podía estar con él.

-Perdóname Jungkook, yo, no sé que estaba pensando, nunca he querido lastimarte, solo… Yo solo necesitaba tiempo, los recuerdos de nuestra vida juntos se habían quedado en una sola persona y me sentía traicionado, pero nunca he dejado de amarte.

-Lo siento, por dejarte solo con todo Jimin, pero ahora estamos juntos, necesitamos hablar muchas cosas y así poder avanzar juntos, como un verdadero matrimonio.

-Jungkook por favor promete una cosa, si me prometes esto te juro que haré todo lo posible para que nunca más estemos lejos el uno del otro.

-Lo que sea Jiminie.

Esto era por el bien de ambos, si podía alejar nuestro amor de todo aquello que nos daño ocultaría lo que fuera necesario.

-Prométeme que nunca vas a intentar recordar más allá de lo que recuerdas ahora, que sin importar lo que pase dejaras el pasado en el pasado, avancemos juntos amor, que sea un nuevo comienzo para ambos.

Piezas De Tu Amor (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora