ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 1

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5 horas. Fueron 5 horas, las que lo estuve esperando, y aún sigo esperando.

Pero me cansé, así que comienzo con sacarme mi vestido y ponerme mi pijama, para luego limpiar mi cara arruinada por las lágrimas y el maquillaje. Ya todo hecho, me acuesto en la cama, y comienzo a preguntarme ¿Por qué sigo haciendo ésto?

Es decir, hoy hice cosas que no suelo hacer seguido, cómo por ejemplo, me puse un bonito vestido, me he maquillado, hice una rica cena, y él nunca llegó.

Lo único que tenía que hacer era estar aquí a la hora que acordamos. Pero nooo, el muy maldito prefirió pasar la noche con su amante. Ja.

Me enteré que tenía una amante por unas fotos que me llegaron al celular hace unos días, en esas fotos salían él y esa mujer abrazados, besándose, en restaurantes, bares y más, mucho , mucho más.

Pero de todas formas ya venía sospechando hace tiempo, después de todo, de vez en cuando, él solía llegar a casa con una leve fragancia de mujer en su ropa y labial en su cuerpo, a veces en su ropa también.

Algo que creo, ni siquiera un principiante haría. Por lo que pienso, lo hace a propósito .

Por lo menos me hubiera avisado que no iba a llegar.—Susurro para mí haciendo un puchero.

Aunque debería de estar enojada, no lo estoy, la verdad es que ya me acostumbré, no es la primera vez que pasa.

Creo que esa es una de las razones por las cuales ya no siento lo mismo por él.

Todo cambio después de dos años de matrimonio, él cambió. Comenzó a ser más indiferente conmigo, ya no me toca, no me mira, no me habla bonito.

Esto solo confirma mi teoría de que no estuvo del todo bien casarnos a tan temprana edad.

Con todo esto creo que llegué a una conclusión. Tendré que pedirle el divorcio a Ken.

Ya no puedo seguir así. Lo quiero, pero no de la misma forma que antes y estoy segura de que él ya no siente nada por mí.

Con eso en mente, cierro mis ojos para poder dormir.

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En cuanto despierto, toco el otro lado de la cama, para ver si Ken ha vuelto y siento un pie, al principio pienso que es él, que ha llegado borracho en la madrugada y se ha tirado dónde más se le cantó, pero me doy cuenta que es mi propio pie.

A veces olvido que cuando duermo sola, no suelo quedarme quieta jeje, por lo que me parezco más a la niña del exorcista y cuando despierto me duele todo el cuerpo (cómo ahora uff).

En cuanto me levanté de la cama fuí directo al baño a darme una ducha y demás. Cuando salgo, seco mi cuerpo y me visto, para después ir a la cocina y buscar algo que desayunar.

Yogurt de vainilla con cereal, ahhh, que ricura.—Chillo mientras lo cómo.

Hasta que escucho mi celular sonar, lo miro y leo el nombre de una de mis mejores amigas en la pantalla.

Buen día, hermosa~.—Le digo en cuanto contesto.

Buen día, morocha~—Me responde.—¿Cómo amaneciste, Yuki?.—Pregunta.

Sola y adolorida, la verdad, jeje.—Rio, para después darle un bocado a mi yogurt con cereal.

—¿Otra vez ese imbécil anda haciendo de las suyas?, tks, un buen golpe es lo que le falta.—Dijo un poco molesta.—Por cierto, ¿no prefieres que a la próxima te envuelva una cuerda al rededor de todo tu cuerpo, para que ya no te muevas al dormir?.—Pregunto burlona, a lo que yo solo reí.

Oye~.—Escucho la vos de Hina al fondo.—Es nuestra Yuki, es obvio que encontrará la manera de sacarse esa cuerda de encima aún estando dormida, jajajj.—Después de lo dicho por Hina, las tres comenzamos a reír.

Aunque escuché más risas de fondo, por lo que supuse, que todas mis chicas estaban ahí, por lo que las saludé y ellas igual a mí.

Así seguimos un gran rato, hasta que me di cuenta que eran ya las 10:57 am. y la a cena de anoche aún estaba en la mesa, junto con las flores y las velas con aroma, por lo que, después de desayunar, comienzo a juntar los platos.

Aún con las chicas en llamada.

Pero antes de hacer otro movimiento, escucho como la puerta principal se habre fuertemente y escucho a Ken.

—¡¡Oyuki!!¡Ven aquí , joder!.—Grita furioso, acercándose justo donde yo estoy.

Ken, ¿pero qué te sucede?.—Le pregunto, frunciendo el ceño, aún con los platos en mano y mi celular ya en la mesa.

—¿Qué me sucede?.—Repite mi pregunta con una ceja alzada y molesto.—Sucede, Oyuki Yoshida, que quiero el puto divorcio.—Escupe esas palabras frente a mi cara y apretando los dientes con fuerza.

Abrí mis ojos con asombro y la única palabra que salió de mi boca en ese momento fue un:

—¿Qué?

Y logro escuchar las voces de las chicas desde mi celular en la mesa, soltando un:

—¿¡Qué!?—Al mismo tiempo.

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Corto y flojo, lo sé, pero en el próximo se vendrá lo bueno. Espero les haya gustado. Y si les gustó porfis voten.( ◜‿◝ )
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Fin(^^).

_ʏᴏ ᴛᴇ ʜᴀʀᴇ́ ғᴇʟɪ́ᴢ_♡ʀɪɴᴅᴏᴜ ʜᴀɪᴛᴀɴɪ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora