Capítulo 15

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Narrador omnisciente

- Te amo más que nadie Tom.  

Aquellas palabras lo decían  todo. Sentía que por fin no podía ocultarse más, tan solo poder estar cerca de él a su lado significaba todo, Georg por fin podía se completamente feliz con la persona que más amaba.

Serían felices ¿no?

Las caricias, besos y suspiros se hicieron presentes esa noche.

Cada beso era como estar en el paraíso, cada caricia era como sentir la electricidad recorriendo sus cuerpos. Se entregaron el uno al otro.

 Georg en cuestión de minutos cayó dormido sobre el pecho de Tom.

 Tom en cambio se quedó despierto acariciando su cabello.

 Tom

 Quería que este momento jamás terminará, tan solo tener a Georg entre mis brazos me hacía sentir como la persona más feliz del mundo. Cada instante fue maravilloso, estar al lado suyo Sentía el calor de su cuerpo, podía estar junto a él sin preocuparme de nada, todo podía volver a ser como antes y incluso mejor.

Yo terminaría con ella y él volvería, estaríamos juntos...Tan solo de pensarlo me llenaba una sensación de alegría intensa, por fin...

Lo que tanto deseé se cumpliría, El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, «mierda» era Janeth

Había llegado.

Enseguida me levanté con cuidado de no levantar a Georg, trate ponerme una camiseta para que no notará las manchas en mi cuerpo.

Abrí la puerta tratando de hacer el más mínimo ruido, me encontré con ella, no parecía ebria, pero por su mirada parecía que estaba molesta muy molesta. Todo indicaba que ya nos había descubierto. Era algo obvio por algunas prendas mías tiradas alrededor de la sala.

Pero era mejor, restando largas explicaciones.

No dijo nada, pero intento pasar dentro.— Sé que él está ahí, quítate! — Trataba empujarme, pero no me moví, ella armaría un escándalo, por suerte Georg no se había levantado, sería mejor hablar con ella pero en otro lado.

- Escucha, sabes que tenemos que hablar y sé que estás molesta, pero este no es el lugar.- dije con voz firme, era momento de terminar con todo de una vez.

Janeth se tranquilizó un poco, o eso pareció, ya que su mirada decía otra cosa.

- Hablemos en la sala.- pedí

Ella asintió y se dirigió a la sala. Di un suspiro antes de darle una última mirada a Georg. Cerré la puerta detrás de mí y la seguí.

Ya ahí, ella me dio una cachetada, mi mejilla comenzó a arder por el golpe, pero no dije nada.

- Maldito, ¿Cómo te atreves?- gritó mientras lloraba.

me límite a observarla la conocía perfectamente bien, no era otra más de sus actuaciones, en realidad no estaba triste o algo parecido, solamente estaba enojada.

- Cállate o despertarás a Bill y créeme él te sacará de aquí a arrastras y esta vez yo no haré nada por ti.- 

—Maldito descarado.— reí con ironía.- ¿De que te ríes imbécil?- 

- Mira quien habla de ahora, si no recuerdo mal tú hacías lo mismo conmigo y nunca te mostraste arrepentida, además si no me equivoco hoy también te acostaste con otro, sin duda no eres más que una zorra.

Red De Mentiras «Torg»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora