How to return home

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Itadori luego de recuperar su cuerpo de las garras de Sukuna creyó que no volvería a abrir los ojos. Para su sorpresa no solo no estaba "muerto", para colmo se encontraba en el dominio innato de Sukuna, un reino desolado y lleno de cadáveres. Sin ningún otro habitante más que el irritante "rey de las maldiciones", el cual se encontraba plácidamente recostado en una especie de trono hecho de huesos.

Yuuji aún no sabe bien dónde está pero si el más allá fuese estar junto a Sukuna por la eternidad él mismo se arrancaría el corazón sin pensarlo.

—No me mires desde abajo sin mi permiso. Es molesto. ¡Mocoso! — Sukuna habló con arrogancia.

—Pues baja hasta acá y te miraré desde arriba. — Itadori respondió adoptando una posición de batalla.

—Estas siendo bastante hostil, ¿no crees? —

— ¿Cómo no iba a serlo? Acabas de matarme. —

— ¿Y no me das las gracias por haberte sanado el brazo?, creí que el intentó de hermano mayor que tienes te enseñaría mejores modales. —

— No metas a mis hermanos en esto, ¡tú fuiste quien me arrancó el corazón!, no tengo nada que agradecerte. —

Yuuji no aguantó más, tomó uno de los cráneos de animales que se encontraba en el suelo y lo arrojó hacía la maldición. Este la esquivó sin problema, más Yuuji se lanzó hacía él con un gancho derecho que Sukuna fácilmente bloqueo. El adolescente no se rindió y volvió a contra atacar, nuevamente Sukuna pudo esquivar sus ataques. Yuuji entonces intentó algo nuevo, apuntó al suelo tomando por sorpresa al rey de las maldiciones. Con su pie izquierdo en el aire intentó asestar un golpe en la sien de la maldición pero como todos sus ataques anteriores fue bloqueado.

—Que aburrido eres mocoso. — Sukuna empujó a Itadori por la borda y este aterrizó en el suelo del área innata.

Sukuna se sentó sobre el cuerpo inerte del más joven — ¿De verdad eres así de patético y débil?, con razón fuiste vencido tan fácilmente. Y pensar que escoria como tú es capaz de controlar mi fuerza, que ridículo. —

—Que fastidio tener que ver tu fea cara en el más allá. — Itadori respondió ante las despectivas palabras de Sukuna.

Sukuna al escuchar tal falta de respeto, hundió su puño en la cabeza de Itadori —No es el más allá. Es mi área innata mocoso. —

Yuuji decidió ignorar la actitud de Sukuna y concentrarse en sus palabras. Si donde estaban es un área innata eso significa que no están del todo muertos. "Maldición" se lamentó Yuuji, debió poner más atención a las explicaciones de dominio que le dio Choso.

Aunque, si Sukuna aún no lo mata es porque algo trama. Puede que Itadori no sea la persona más brillante pero hasta él puede ver que ahí hay algo extraño.

—Hagamos un trato— Sukuna dijo sonriente. —Sanaré tu corazón y volveremos a la vida. —

Yuuji aguantó las ganas de responderle y se cayó. Escucharía atentamente las siguientes palabras de la maldición antes de hacer algo estúpido.

—Tengo dos condiciones. Primero, cuando te diga la palabra "extensión" me prestarás tu cuerpo por un minuto. Segundo, debes olvidarte de esta promesa. —

Ahí estaba la trampa, en un minuto Sukuna es capaz de demasiadas atrocidades. Y el hecho de que quiere que olvide ese trato lo hace aún peor, podría perder el control en cualquier momento. No, es demasiado peligroso.

—Me niego, no te volveré a entregar mi cuerpo. Me queda más que claro lo malvado que eres. —

Sukuna resignado propuso una arista más en el pacto. —Ugh, en ese caso tendré que prometerte que no mataré ni lastimaré a nadie en ese minuto. — Se encogió de hombros mientras susurraba lo fastidioso que era lidiar con Itadori.

The curse redeptionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora