Perdida en el bosque de la locura,
Llorando y sin rumbo fijo,
Se encontraba la pequeña Alicia.
Lloraba porque los grandes tenían razón,
Nunca hay que confiar en el sombrerero loco,
Ya que el nunca vendra,
Porque esta sumido en su locura
Y un loco no puede rescatar a una demente.
Lloraba porque el gato se río en su cara
Y luego de jugar con ella,
Le indicó un mal camino
Y no hay vuelta atrás en el bosque de la locura.
Lloraba porque el conejo que la fue a buscar le dijo que llegaban tarde,
Aunque, al parecer, nunca iban a llegar al final del viaje,
Porque los finales no existen, excepto que este sea la muerte.
Lloraba porque la reina roja no era tan mala después de todo.
Lloraba porque nada es lo que parece.
Lloraba por que no importaba que tan rápido corra nunca iba a despertar de esta pesadilla.
