Capítulo 1

208 5 0
                                    

Liz era una chica de 14 años de pelo rubio, liso y hasta la cadera, ojos miel y grandes, piel blanca, 1,50 de altura y 32 kg de peso. Tenía una hermana pequeña llamada Nayeli de 9 años, la cual tenía el pelo rubio, liso y hasta la cintura, los ojos azules y grandes, la piel blanca, medía 1,32 y pesaba 23 kg. Sus padres se llamaban Salomón y Rocío. Salomón tenía 40 años, el pelo rubio, liso y corto, los ojos miel y grandes, la piel blanca, medía 1,80 y pesaba 76 kg. Rocío tenía 38 años, el pelo rubio, liso y hasta la cintura, los ojos azules y grandes, la piel blanca, medía 1,48 y pesaba 38 kg.
Era lunes. Febrero. 7 am. Sonó la alarma del móvil de Liz. La apagó, se metió a duchar, se puso una camiseta negra, unas mallas blancas y tenis negros, se hizo una coleta y fue a despertar a Nayeli, ya que estaban solas en casa y sus padres trabajando.
Nayeli:-Quiero dormir mass.
Liz:-¡Levántate, coño!
Nayeli:-No quiero, tengo sueño.
Liz:-¡Se lo voy a decir a mamá!
Nayeli:-Que te den.
Liz le escribió a Rocío: Mamá, Nayeli no se quiere levantar. Dice que tiene sueño. Se lo he dicho varias veces y le he dicho que te lo iba a decir a ti e igual no se quiere levantar.
Rocío: Dile que como no se levante su culo va a hablar con mi mano esta tarde.

Liz:-Nayeli, levántate porque mamá ha dicho que como no te levantes te va a pegar.
Nayeli:-Me da igual. No me pienso levantar.
Liz la cogió del pelo y la levantó. La llevó a rastras al colegio y después se metió a su clase. La mañana transcurrió normal. Liz y Nayeli volvieron a casa. Liz cogió la sopa que Rocío dejó preparada, la calentó y comió con Nayeli.
Liz:-Nayeli, ¿tienes deberes?
Nayeli:-Sí, pero no los pienso hacer.
Liz:-Vale. -Subió a su cuarto y se puso a hacer los suyos. Mientras estaba haciendo los deberes, llegó Rocío:-Hija, ¿has hecho ya tus deberes?
Nayeli:-No he podido porque Liz me ha pegado en la cara y esta mañana me llevó a tirones del pelo al colegio.
Rocío:-Haz tus deberes ahora mismo, como para la hora de cenar no estén hechos vamos a tener problemas, voy ahora mismo a hablar con tu hermana- subió al cuarto de Liz.-Liz, Nayeli me ha dicho que le has pegado en la cara y esta mañana la llevaste a tirones del pelo al colegio.
Liz:-Eso es mentira.
Rocío:-Los niños pequeños no mienten, así que bájate la ropa y recuestate en el escritorio a no ser que quieras que tenga que hacerlo yo, y menos te va a gustar.
Liz se bajó la ropa y se recostó en el escritorio.
Rocío:-Me esperas aquí, que yo ya vengo, señorita-salió del cuarto y fue a por el cinturón. Volvió, cinturón en mano, y empezó a golpear el trasero de Liz. ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS. Dio por terminado el castigo y le subió la ropa. Liz lloraba.
Rocío:-Ahora vas a ir a pedirle perdón a Nayeli. 
Liz:-¡No voy a pedir perdón por algo que no he hecho!
Rocío:-Entonces estás castigada sin salir hasta que aceptes lo que has hecho-se fue del cuarto, dejando a Liz ahí llorando hasta quedarse dormida. Ni siquiera cenó. Cuando Salomón volvió a las 8 pm, Rocío le contó todo. Salomón decidió que cuando Nayeli estuviera dormida iba a ir a hablar con ella. A las 10 pm Nayeli se durmió. Salomón subió al cuarto de Liz y la removió para que se despertara.
Liz:-¿Qué quieres?
Salomón:-Rocío me ha contado lo que le has hecho a tu hermana. 
Liz:-No le he hecho nada.
Salomón:-Ni siquiera nosotros os pegamos en la cara o tiramos del pelo, así que mañana le vas a pedir perdón a Nayeli. 
Liz:-No lo haré porque tu querida hija favorita ha mentido.
Salomón:-Los niños no mienten, y como no quieres aceptar tu error aparte de estar castigada sin salir hasta que lo hagas te voy a dar un recordatorio con mi cinturón de cómo son las reglas de esta casa.
Liz:-¡Me da igual!
Salomón agarró a Liz, le bajó las mallas y las bragas y le pegó con el cinturón. ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS. Liz lloraba.
Salomón:-¿Vas a pedir perdón?
Liz:-No.
Salomón:-Pues ya sabes-se fue, dejándola sola llorando. Liz se volvió a subir la ropa y lloró hasta quedarse dormida.

LizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora