1976

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Violeta andaba sin descanso recorriendo el pequeño espacio de su salón.

Chiara debería haber llegado hacía unos 10 minutos, cosa un poco habitual en la menor, pero que no acostumbraba a pasar cuando quedaba con Violeta.

Y es que para Chiara, Violeta era su salvavidas. Chiara llevaba 5 años casada con Cristiano, un señor casi 10 años mayor que ella, con el cual convivir era una autentica tortura. Violeta llegó en el momento más oportuno y siempre la ayudó a seguir adelante.

Violeta llamó un par de veces a casa de Chiara y al ver que no respondía se dirgió a ver si le pasaba algo.

Una vez llegó a la puerta oyó gritos, reconoció perfectamente la voz, Chiara, su pequeña Chiara, estaba gritando con todas sus fuerzas para que alguien la salvara de su marido.

Violeta rapidamente corrió a su casa y llamó a la policia des de ahí, poco tardaron estos en llegar y llevarse preso a Cristiano por intento de homicidio, y es que la pequeña, en uno de los golpetazos, caió y se dió en la cabeza contra una mesa, dejandola así inconsciente.

La pelirroja no se separó de ella en ningún momento. Cuando Chiara despertó fue la primera en verla pero la cosa no fue como esperaba.

-Donde estoy? Quien eres? - Gritó la pequeña nada más despertarse.

-Chiara, soy yo, Violeta, te acuerdas de mi? - Le dijo a punto de derrumbarse, el amor de su vida no la recordaba, y eso le dolia más que mil balazos.

-No conozco ninguna Violeta, vete porfavor.

Violeta decidió que lo mejor era irse y avisar al medico y a su familia.

El medico le dijo que era completamente normal que hubiera perdido la memoria pero que podría recuperarla.

Entonces la madre de Chiara salió de la habitación.

-Violeta, gracias por cuidar de Chiara. Se que duele que no te reconozca pero lo va a hacer ya verás.

-Gracias señora Oliver.

-Violeta... creo que a estas alturas ya puedes llamarme Emma - La mujer le dio un abrazo a la vez que la alentaba a volver a entrar a la habitación.

Emma la siguió y le dijo a la familia que se fueran un rato que las chicas debían hablar.

-Violeta, mis padres me han contado un poco lo que pasó pero quiero que me lo expliques tu porfavor.

-Te acuerdas de que estas casada verdad?

-Si, con Cristiano. Es un hombre maravilloso - La pelirroja se contuvo las ganas de insultarlo.

-No Chiara, Cristiano no es un hombre maravilloso, porque un hombre maravilloso no trata a su mujer como su esclava, ni le obliga a mantener relaciones ni le pega cuando le viene en gana, eso no es un hombre maravilloso eso es una escoria de hombre.

Hizo una pausa para poder seguir con tranquilidad.

-Y por eso estas aqui, con un brazo roto y sin memoria. Ese hombre al que idolatras es el mismo que casi te quita la vida, y se que no es la primera vez, aunque intentes ocultarlo, siempre que estamos solas te lo noto, cuando nos desnudamos veo pequeñas cicatrices, pequeños hematomas, pero quiero que me lo cuentes tu por que quieres no por que yo te obligue.

-Que tu y yo que?! Sabes que eso es pecado no? Claro por eso estabas aqui, seguro que mientras dormía has aprovechado para hacer cosas. Ahora vete Violeta, y no vuelvas nunca más.

-Cariño... no me hagas esto porfavor. Preguntale a quien quieras yo siempre he querido lo mejor para ti y esta claro que ese ser no lo es.

No dijo nada más, solo señalo la puerta con la mirada, la pelirroja salió con resignación. Estaba perdiendo a su alma gemela y no podía hacer nada para evitarlo.

Dos semanas después

Hoy Chiara salía del hospital, aún no dejó entrar a Violeta en su habitación pero poco a poco fue recuperando recuerdos fugaces con la pelirroja.

-Mamá, puedes llamar a Violeta para que venga a casa después?

-Claro cariño. Se que es dificil para ti aceptarlo pero Violeta es lo mejor que te ha pasado en mucho tiempo, ya lo descubrirás.

La madre llamó a Violeta y esta se plantó casi al instante en la casa familiar de los Oliver. Rapidamente la guiaron a la habitación donde descansaba la pelinegra.

-Chiara... me alegro de que por fin estes en casa.

-Gracias Violeta. Quiero hablar contigo, pero quieres que me dejes hablar sin interrupciones - La menor cogió aire y continuó - He estando recordando algunas cosas, recuerdo bastantes de las palizas que me porpinó ese energumeno, recuerdo como despues de esas palizas solo encontraba consuelo entre tus brazos, como me mimabas y susurrabas cosas tan bonitas. Recuerdo que te quería mucho y que estabamos a punto de largarnos para siempre, pero ahora que Cristiano ya esta en la carcel no hace falta que nos vayamos, hemos estado hablando con un abogado y vamos a iniciar la separción, asi que ya podemos vivir libremente, al menos entre las cuatro paredes de nuestras casas.

En ese punto la pelirroja ya estaba llorando a mares. El amor de su vida había vuelto y le estaba proponiendo pasar el resto de su vida juntas.

-Puedo besarte Chiara?

Chiara no dijo nada solo se acercó y le susurró un pequeño te amo antes de conectar sus labios de manera muy tierna.

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Probablemente haya segunda parte de este shot si lo apoyais mucho.





One shots Violeta y ChiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora