Arthur y Su Oscura Maldición✔ || DILOGIA "Las Oscuras Leyendas de Majoha"

Episodio 6

( Narra Daniel)

Las esculturas eran enormes y cada una significaba algo distinto, con la intención de manifestar la apariencia de cada uno de los dioses que gobiernan el Gelaxtun.

Cosmorion, Andrómeda, Emay, Lenozan, Ubire...
Tantos dioses, y a pesar de esto mi mirada se enfocó solo en un lugar; a pesar de la introducción masiva de la mitología por parte Lueeh, no necesite ningún tipo de mención por su parte para reconocer a dos figuras sobresalientes que se representaban frente a mí:

— Galandur y Denoma...
— Vaya que estás listo, Daniel. Allí están los hermanos del destino, engendrados con un
propósito desde antes de incluso nacer. — expresa lueeh en busca de que entienda todo a la perfección.
— Ellos controlan el destino de cada uno de nosotros, ¿no es así?
— Se dicen muchas cosas de sus dotes, pero la más contundente es que ellos rigen el control
universal; El desenvolvimiento de la precariedad y la prosperidad.
— Nunca dejaré de decirlo, quiero ser un Dios...

— Qué expectativa tienes querido amigo, ¿no te gustaría algo más accesible como un rey?
— ¿Un rey?

— Así es. Puedes controlar todo desde una silla en la que miraras a todos por encima de tus
hombros y mostrarás esa superioridad característica que destaca en todos los reyes.

Notaba cierta fascinación en la manera en la Lueeh hablaba sobre ser un rey. Parece que a eso aspira, aunque me parece algo ridículo que piense que ser un rey es mejor que ser un dios... El vivo ejemplo de eso es Galandur; es fuerte y tiene el régimen de todo lo bueno, mereciendo ser adorado.

— Ser un Gayer es una de las cosas que me tiene más orgulloso.
— ¿No hay nada más a lo que aspires?
— ¿Qué quieres decir?
— ¿No tienes algún otro placer en la vida además de ser un Gayer o un rey?
— Pues... — Lueeh piensa unos segundos antes de responder: — Por supuesto que sí, casarme con Isbelt es el placer más grande. Podré cumplir el sueño de mi familia que es convertirse en el rey, y por supuesto, estar al lado de Isbelt el resto de mis días.

— Wow, eso es hermoso. La debes amar como a nadie si piensas así. — Daniel sonríe inocentemente, pero su comentario arrancó la felicidad de los labios de Lueeh.
— ¿Amarla más que a nadie?
— Pues, así es. Si vas a casarte con alguien, debes amarla más que nada. Al menos , eso es lo que los libros dicen acerca del amor.

Daniel mueve la cabeza riéndose para sí mismo al darse cuenta que está diciendo exactamente algo que Arthur diría con mayor detalle y sarcasmo.

Lueeh se queda anonadado. Los comentarios de Daniel le afectaron más de lo que pensó. Al final, aquel matrimonio con Isbelt no era más que un arreglo, y justo ahora él se acababa de dar cuenta de ello. Desde pequeños ambos se conocían, pero nunca se planteó que el plan inicial de sus padres era que ambos se sintieran conformes con la presencia del otro, para que posteriormente no se vieran incómodos por el matrimonio. Ya que, para los Gayers, el matrimonio no es más que un acuerdo entre familias para continuar con el legado.

El concepto que Daniel tiene sobre el amor, hizo que Lueeh se replanteará si realmente ama a Isbelt o simplemente la ve como una amiga íntima.

— Lo siento, Daniel. Debo irme.

— ¿Qué? — Lueeh salió despavorido en busca de respuestas ante su familia, ya que, aquella ignorancia que llevó durante todo ese tiempo, lo hizo darse cuenta que quizás ser rey no era todo lo que buscaba, si no, que simplemente lo hacía por obtener el consentimiento y aprobación de su familia.

Daniel se desconcierta tanto que no logró captar del todo que Lueeh se había ido corriendo y lo había dejado solo con toda la reliquia mitológica que aguardaban los Gayers ahí.