Arthur y Su Oscura Maldición✔ || DILOGIA "Las Oscuras Leyendas de Majoha"

Episodio 5

Para mí, el hecho de ser huérfano nunca fue una opción como tal, solo llego y debí adaptarme a estar solo. Y a su misma vez, depender única y exclusivamente de mí mismo para sobrevivir.

Por si no fuera suficiente, tuve que ser el soporte de un niño que dependía de igual forma de mí. Esto es extraño, ahora estar rodeado de oportunidades, cuando en nuestro mundo simplemente respirar ya era un delito para nuestra raza —metafóricamente hablando—.

No obstante, una princesa con varios kilos de tela se aproximaba hacia mí, con cara de cansancio y aparentes ganas de entablar conversación conmigo. Debo ser honesto, desde el inicio esta chica me causó gran curiosidad, pero supongo que mi orgullo y altanería frente a ella nunca me permitió conocerla.

Ahora ella estaba junto a mí, justo en un momento que podría ser digno de memorizar.
— ¿Sigues apreciando el jardín?
— Así es, creo que pocas cosas en este palacio me llaman tanto la atención como este jardín.
— ¿Te recuerda algo en especial?
— No realmente. Aunque siendote honesto me trae varios recuerdos.
— ¿De tus padres?
— Están muertos. — digo entre dientes con una sonrisa un tanto extraña.
— Oh, lo lamento... No tenía conocimiento de ese tema. — noto como mira hacia otra dirección evadiendo mi mirada.
— Evidentemente no lo tenías... No te preocupes, no suelo hablar de ellos con frecuencia.
— ¿Fueron malos?
— Para serte franco, nada relacionado. Los recuerdo con mucho amor y admiración, pero supongo que evitó entrar mucho en detalles, no todo el mundo puede actuar connormalidad conmigo después de saber algo así.
— Yo podría...
— ¿A qué te refieres?
— Quiero decir... No siento que sea algo tan descabellado. Mi madre desapareció antes de tan solo poder conocerla.
— Vaya, Quizás tú sí lo entiendas después de todo... Es lamentable escuchar que creciste sin ella.
— La extraño, realmente sin ella el castillo cada vez se vuelve como una jaula de oro, con privilegios que todos los externos quieren. En cambio, yo, teniendo dichos privilegios, solo quiero salir huyendo de ahí.
— Personalmente, a mí no me llama la atención en absoluto...
— Wow... Eso es algo nuevo de oír...
— Al final, las paredes no pueden hablar o consolar cuando el mundo parece... — Isbelt me interrumpe con un susurro que logro escuchar a la perfección:
— Más solitario a pesar de estar lleno de gente.
— Parece que no somos tan distintos como pensé. Si fueras menos presumida, quizás si nos parezcamos un poco más.
— ¿Presumida yo?
— Algo... sí.
— No digas tonterías. Que asuma mi posición como princesa no implica que sea una presumida.
— ¿Acaso crees que debes actuar de esa manera tan altanera para que te respeten como princesa?
— No... No actuó de esa forma.
— ¿Realmente no lo ves?
— No... Aunque ahora que lo mencionas, creo que tengo mucho en que pensar.
Vaya, parece que está tan acostumbrada a que la gente la trate por encima de los demás que podría apostar, que no se percata de lo arrogante que la hace sonar esa forma que tiene que con todos. No la culpo, parece que es la única forma que pudo adoptar para que los demás le hagan caso.

— ¿Y cómo está tu padre? - pregunto relacionando mis pensamientos con mis palabras.
— ¿Desde cuándo te importa mi papá?
— Desde que él tiene mi vida y la de mi hermano en sus manos.
— Oh... Olvidé ese detalle.
— Me sorprende que lo olvides después que te usé como carnada.
Observo como la pelirroja de pelo rizado deja salir una de sus más genuinas sonrisas, permitiéndome sentir la calidez de la misma. Cuando esta princesa se despoja de esa forma y me permite admirar su personalidad, realmente es algo que disfruto sobremanera. Miro por el rabillo de mi ojo y me percato que ella se acerca a mí ligeramente.

— Te pido que dejes de lado esa parte de ti que tu padre te hizo crear, es realmente hermoso para mi ver cuando actúas por ti misma.
— ¿Realmente para ti eso es hermoso...?
— Para mí es hermoso que seas tú misma, Isbelt.