Arthur y Su Oscura Maldición✔ || DILOGIA "Las Oscuras Leyendas de Majoha"

Episodio 1

Al abrir los ojos, una luz cegadora evita que visualice con éxito en el lugar donde me encuentro. Cuando logro ver con claridad, empiezo a apreciar el paisaje que me rodeaba.

Parecía mi observatorio, pero unos árboles que se filtraban por distintos agujeros me hicieron dudar. La variedad de colores me desconcertó, no recuerdo haber ordenado el observatorio de esta forma.

Mis ojos poco a poco se acostumbran al sitio y a su apariencia.

¿Dónde estaba?

Lentamente, me levanté, buscando respuestas entre los espacios coloridos que había a mi alrededor. Me encontraba detrás de una mesa, vestido con unas vestiduras bastante extrañas y de apariencia fantástica. Me siento igual, pero evidentemente no estaba igual. Algo había cambiado, pero mi cabeza aún no entraba en razón.

Mi tranquilidad terminó cuando escuche una puerta abriéndose precipitadamente:

— Buenos días.

Escucho una voz femenina que se apodera del pequeño espacio repleto de libros y colores. Me quedo rígido al visualizar frente a mí a la chica de la que provenían aquellas palabras de cortesía.

Su pelo me distrajo al instante, entre su forma rizada y la gran cantidad de cabello, no sabía que me tenía más anonadado. Sin dejar de lado su color rojizo dominante. Sus ojos grises estaban sobre mí, pero podría apostar que también está analizando detenidamente.

— Buenos días, señorita.

Mis palabras son breves pero profundas.

— Estoy interesada en buscar un libro de maniobras campales.

Mi ceja se arqueó al escuchar aquella respuesta.

¿Acaso soy un empleado de una biblioteca?

Bajo la mirada ligeramente y miró un carnet colgando de mi cuello.
En efecto, lo soy.

Maldigo en mi mente mientras mis ojos se clavan nuevamente en la chica frente a mí. Es hermosa, sin lugar a dudas, y también puede ser la fuente perfecta para encontrar información sobre este lugar.

— Por supuesto, acompáñeme, señorita.

Camino intuitivamente por los pasillos de la biblioteca con la chica siguiéndome. Esta no me pierde de vista.

Si este sitio es exactamente mi observatorio, los libros de habilidades campales deben estar aquí.

Bingo.

— Aquí está toda la sección disponible. Espero haberla ayudado.

Utilizo psicología inversa entre palabras de cortesía y la duda que debe causarle mi semblante y apariencia. Si es curiosa, me preguntará en 3... 2... 1...

— Disculpa...

Fingiré no haberlo deducido.

— ¿Sí? ¿Puedo ayudarle con algo más?

— Perdona mi imprudencia, pero, ¿Eres de aquí?

Admito que me espere esa pregunta, pero no planifique ninguna posible respuesta, por lo cual me ayudo de una pregunta trampa:
— ¿De dónde aparento ser? — le dedicó una sonrisa de labios cerrados, mostrando cierta flexibilidad ante ella.

— No lo sé... Parece que perteneces a las afueras.

Su respuesta no me ayuda en lo absoluto. No menciona ningún nombre de alguna ciudad que me pueda sujetar.

— De hecho, si, mi familia viene de allí.

— ¿De las afueras?

— Así es.