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[ONE-SHOT]

Kuina entró a la habitación de la reina de Meride, observándola desparratada en su sofá.

-Oh, te has vuelto a poner ese vestido- dice la reina y Kuina se queda perpleja y confundida.

-No sé a qué te refieres, Ann... No me he cambiado de vestido en ningún momento.

-Narei- dice la reina en un tono de decepción.

Unos minutos después, Ann y Kuina están sentadas juntas, intentando resistir el impulso de separarse por la incomodidad.

-Hay una forma de que yo te obedezca sin tener ningún trato de obediencia. Casemonos.

-¿¡Qué!?

-Si, te prometo que te seré fiel. Hasta que puedas coronar a Lighe.

Tardó un momento en responder, pero finalmente hicieron sus votos allí, en esa alcoba llena de vegetación y aire puro, a solas, como si solo fueran ellas contra el mundo.

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