Capítulo 1

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—Siento mucho no poder a compañarte Mimmim —Taehyung le miró acongojado, la idea dejar ir sólo a su mejor amigo por un pueblo tan solo y peligroso no le gustaba.

Jimin le sonrió en un intentó de calmarlo. Después de lo ocurrido el año pasado donde casi pierde la vida, la idea de andar solo por las calles no le gustaba para nada.

—No te preocupes — Recordó al hombre que le había salvado esa noche, ojalá hubiera aceptado su aventón a la primera —. Estaré bien, está vez llevo mi camioneta.

La vaga imagen de un hombre con luceros de oro le golpeó repentinamente. Su corazón de aceleró.

—Lo siento, ya sabés. Reunión familiar y si no parezco estoy seguro que mi madre me mata. — explicó encogiéndose de hombros.

El asintió y miró el reloj colgado en la pared. El editorial cerraba a las diez y ya eran casi las once de la noche.

—Te entiendo — Jimin caminó hacía el perchero y descolgó su chaqueta, desafortunadamente esa noche también hacía demasiado frío, —salúdame a Daeyung y a Lía.

Daeyung era la madre de Taehyung y Lía la hermana, unas mujeres hermosas de buen corazón y bonita genética.

Tae elevó una ceja al tiempo que entrecerraba los ojos, exasperado.

—Sabes que soy Gay — Esa fue la respuesta del pelirrubio mientras regresaba al escritorio y dejaba todo en orden . —Además Lía es muy joven para mí.

—Me pondré celoso — Tae medio bromeó. Jimin era un hombre excepcional, guapo, organizado y poseía unos ojos verdes hermosos.

Y un culo que ufff, se derretía.

—Deja de estupideces — aseveró —Sabés que eres el único hombre en mi vida.

Taehyung deseó que sus palabras fueran ciertas, pero era amigos, esa regla de oro sobre que "nunca debés enamorarte de tu amigo en verdad es una  completa mierda".

Sobre todo cuando tienes un amigo tan varonil y sumamente guapo como Park.

—Te cuidas — El moreno le despidió con una sonrisa cuadrada, —Me llamas cuando llegues.

—Claro. —Si es que no lo olvidaba.

Su camioneta era un Ford vieja, pero le funcionaba a todo terreno, Jimin la cuidaba mucho desdé que su padre murió, ya que por ser el único hijo le quedó como herencia.

Especialmente aquellas calles no eran para carros tan lujosos y acomodados, fue por eso que tuvo desconfianza de su salvador aquella noche, el hombre aparte de estar tatuado tenía un semblante muy varonil y sumamente malvado.

Condujo sin ningún inconveniente esa noche, las calles eran las mismas solitarias, pero está vez la luna se reflejaba en su punto más alto, brindado la luz necesaria como paisaje de una noche fría y boscosa.

Entre Dos Mundos [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora