Entre Dos Mundos [Kookmin]

Capítulo 7

Se despertaron por la mañana, habían dormido juntos, en cucharita. Los mareos de Jimin habían cesado al igual que que el pitido en su oído izquierdo.

El humano descubrió el regocijo de poder dormir a compañado. Jungkook había sido mejor que una almohada, su olor fresco a pino le habia calmado y envuelto en una suave manta.

Esta vez el humano fue el primero en abrir los ojos, apreciando el escultural perfil de su amado.

Él era muy guapo. La punta de su dedo recorrió parte de la frente del lobo y descendió por su nariz hasta tocar sus rosados labios.

Se sonrojó.

—¿Has despertado primero? —la voz ronca de Jungkook le causó un estremecimiento, avergonzando por haber sido atrapado Jimin retiró su dedo a la velocidad de la luz —. También eres muy guapo Agapi mou. —aun con los ojos cerrados Jungkook atrapó la mano de Jimin y la envolvió contra su mejía, — ¿Y mi besó de buenos días?

Inclinándose el humano dejó un casto besó sobre los labios contrarios, los ojos amarillos de Jungkook se abrieron de romplon.

—¿Eso es un fue un beso?

Su forma de mirarlo hizo que Jimin se sintiera cohibido.

—Si.

—Ven te muestro lo que es uno de verdad.

El lobo tiró con delicadeza de Jimin y luego devoró sus labios con hambre, deslizando la lengua entre los rechonchos labios de su humano.

Jimin no evitó jadear sorpresivamente y cuando el beso hubo terminado, su cuerpo palpaba y sus mejías quemaban.

—Eso es trampa — acusó, Jungkook sonrió y le besó la mejía roja.

Quería continuar entre los brazos cálidos de Jungkook pero una terrible arqueada le hizo saltar de la cama y correr en busca del baño. El tatuado le siguió preocupado y cuando Jimin estuvo vomitando en el retrete él le sostuvo y le sopló la coronilla de la cabeza con aflicción.

Esos deberían ser las reacciones de la marca, el cuerpo de Jimin estaba cambiando. Jungkook sabía que sería un proceso doloroso y muy grave para Jimin.

Él no quería verlo de esa forma.

—Agapi mou, respira. Eso es, despacio —le dió unas reconfortante palmaditas en la espalda y luego Jimin se alejó para enjuagarse la boca.

Jungkook lo miró a través del espejo del lavado.

—Lo siento —se disculpó —. Estos deben ser los efectos de la mordida. Tu cuerpo se enfrentará a los cambios y tu sangre comenzará el proceso de mutación.

El corazón de Jimin galopeo fuertemente entre su tórax. Escupió el agua y se volteó para envolver el torso de Jungkook con sus brazos y meter su rostro entre la corvatura de su cuello.