Mi Amigo El Fantasma

Capítulo 1

Desde ese día, Emily y Lucas eran inseparables. Emily amaba narrar las historias de su libros y que Lucas siempre opinaba con un cometario gracioso. Al cumplir los quince, Emily fue llamada por sus padres para que este a solas con un potencial pretendiente, esto a ella no le causó ninguna gracia, pero Lucas estaba imitando una escena de besos, eso claro con varias risas de burla.

Pero el chico no se negó a causar una pequeña broma. Emily estaba tranquila tomando té, mientras que la tetera estaba encima del prometido y las escobas lo perseguían. Los gritos del muchacho se oían por toda la casa, tanto así que los sirvientes se estaban asustando. Los padres también tenían miedo, pero al ver cómo su hija salía con una sonrisa de oreja a oreja y de cómo el joven salía con té por todo su cuerpo y ropa, su cabello estaba empapado de té y su ropa estaba muy, muy desorganizada.

Cornelius, él por así decirlo el mayordomo superior. No pudo evitar que una pequeña risita saliera de sus labios, pero no fue el único. También, algunas mucamas miraban con gracia la escena. Emily al subir a sus aposentos, explotó en risas y Lucas también.

Empezó a imitar las expresiones del joven prometido y eso sólo hacía que Emily riera más, ella también empezó a imitar algunas expresiones que hizo.

Y así pasaron los días, semanas y meses. En los bailes que siempre hacían en su casa, ella se encerraba en su habitación, se ponía unos plántales de los de su padre y Lukas con algún tipo de truco hizo una falda fantasmal y se la ponía. Ambos empezaban a bailar, no seguían los pasos adecuados para un baile delicado, no, ellos lo hacían alocados, tropezando, riendo y cantando.

Solo eran ellos dos en su mundo. Salían al campo y Emily dibujaba los hermosos paisajes que este le regalaba. Lucas por otro lado se la pasaba hablando de lo que sea y él no le importaba flotar de un lado a otro. Igual leía un libro el cual Emily le había prestado. Por que el también amaba la poesía, pero hizo que la chica no le dijera a nadie, si no eso arruinaría su reputación en el más allá.

Pero ahora todo estaba cambiando. Ya no eran ellos dos, no, ahora era Emily y la escuela. Desde que sus padres dejaron de educarla en casa, ahora tenía que ir cada mañana a la escuela del pueblo. Ya que según sus padres eso le serviría para ser amigos y que no se la pasara en su habitación siempre.

Pero eso no impediría que estuviera con la chica.