Una nueva travesía

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N/A: nuevo vocabulario añadido está en el apartado de Notas, aclaraciones y advertencias.


***


La primera vez que Katsuki conoció el mundo y lo cruel de su naturaleza, todavía era un niño beta que apenas contaba con ocho inviernos. No obstante, el anhelo enraizado en su alma por alcanzar lo desconocido, solo se vio incrementado gracias a ello.

Desde que podía recordar, había deseado abandonar el Bosque de Katsura en busca de retazos de grandes leyendas, mirar a la cara a quienes trajeron la tragedia a Hyx y enseñarles, de una vez por todas, la fuerza imparable de su gente. Sin embargo, su madre alfa no quería acceder a sus demandas, ni a los seis años de Katsuki, ni tampoco a los siete. Por lo que al final, fue necesaria la ayuda de su padre omega quien, bajo una persuasión cariñosa, intervino para que su vinculada permitiera una salida a su cachorro.

Aunque, por supuesto, no se trataba de una victoria completa. Katsuki tenía prohibido salir de la caravana bajo cualquier circunstancia, así como negada toda oportunidad de acercarse al enemigo.

Esto había enfurecido al niño, llevándolo a una serie de intentos de escape frustrados que, gracias al desgaste, fueron disminuyendo poco a poco. Aun así, había otras limitaciones que eran más fáciles de sortear para Katsuki. No importaba cuán duro arreciaba la lluvia durante el invierno, nadie pudo mantenerlo en una carreta o refugio por mucho tiempo; él iba a caminar con los demás guerreros, patrullaría a su manera y serviría al menos como un vigía autonombrado para su gente, incluso si la fiebre lo noqueaba más tarde.

La vieja Jefa lo había detestado en su terquedad, en su imprudencia flagrante y, aunque cualquiera pudiera asumir lo contrario, Mitsuki Bakugo odiaba ver a su cachorro afrontar las consecuencias.

Ella lo amaba después de todo, siempre lo haría, y a pesar de que con los años Katsuki comprendió sus razones y la intensidad de su cuidado, jamás se arrepintió de su obstinación innata. Porque fue gracias a ello que un par de meses más tarde —y con varios descuidos olfativos a su favor—, por fin logró escabullirse de la caravana sin ser reconocido y tras una asombrosa vuelta de la fortuna, conoció a quien sería su elegido para toda la vida.

Era otro niño sin presentar: una joya oculta, extraña y peligrosa en su verdor, escondida entre capas de ropa sucia.

De verdad, no tenía idea de todo lo que esa elección acarrearía para él.

***

El peso del ultimátum ofrecido por Katsuki a Izuku, apenas unos momentos antes, hacía que cada uno de sus pasos se sintiera eterno. Subiendo desde las piernas hacia el resto del cuerpo del omega, había un entumecimiento extraño que lo despegaba de la tierra y lo dejaba a la deriva; lo convirtió en un ser desarraigado del único elemento más importante en su vida tras su propio Clan. En su interior, sin embargo, el dolor se mantenía vivo, rugiendo ardientemente por lo que se había visto obligado a hacer; pero aunque este mismo podría haber paralizado a alguien más débil, en Katsuki solo impulsaba su sangre, instándolo a seguir en movimiento.

Tenía cosas que hacer.

Cuando por fin cruzó la caravana y entró en su tienda sin pararse en distracciones, se dispuso a tomar su espada y herramientas para afilarla. El rasgueo agudo y repetitivo sobre el metal lo alejaría lo suficiente de aquello que, de ahora en adelante, ya estaba fuera de su control.

—¿Él se fue?

El omega suspiró y detuvo su diligente empresa para contestar a la única intrusión que era imposible de ignorar: su madre.

Cuando el mundo dance alrededor del sol [DekuBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora