Parte 1 capitulo 4

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Nuestras manos encajan perfectamente, Claire es única, su piel es suave y sus uñas están pintadas de rosa pastel, y el dedo anular de azul cielo, se ve muy lindo. Ella levanta la vista y me mira sonriendo. Siento algo muy bello por esta chica, esto es increíble e inexplicable, apenas le conozco y apenas me conoce, y ahora estamos en en asiento trasero de un auto, con nuestras manos unidas, es magnifico, su mano comienza a sudar, no sé si son nervios.
Ella retira su mano.
Y yo mantengo la vista hacia enfrente, oh no. Quizás no le gusto mucho la idea de estar tomados de la mano.

Regreso a verla y ella está deshaciendo su trenza y se deja el cabello suelto, es hermoso, castaño claro, me mira y se queda seria.

Después voltea al frente y yo también lo hago.

También yo retiro un poco la mano, y después de unos segundos siento como su mano busca la mía, siento su tacto, su piel, esta vez soy yo el que tiembla, el que está nervioso.

Entrelazamos los dedos y no nos regresamos a ver. Entonces viene a mi mente la película "ABC del amor" cuando los niños están en la cena y se toman de la mano...

Creo que estoy actuando como un niño, debo mirarla y decirle con sólo eso que me parece la chica más hermosa que he visto jamás.

- Es esa casa - Dice Claire, y señala.

Oh no, el viaje ya va a terminar, ya no estaremos tomados de la mano.

Llegamos a la casa, y me despido de mamá.

-llegamos niños. - dice mi mamá.

Claire me mira y sonríe y suelta mi mano lentamente.

- Adiós cariño, cuando quieras que venga por ti me mandas un mensaje. Hasta luego Claire.

- Adiós señora, gracias. - Claire sonríe y le hace un gesto con la mano a mi mamá.

El auto se aleja y Claire me mira.

- Vamos, mmm debemos entrar- se ríe nerviosa.

- e es eso creo. - le contesto.

Caminamos hacia la puerta, es un bonito jardín, tiene muchas plantas.

Abre la puerta despacio, y entra.

- Vamos entra Jeremy. Sabes creo que debo decirte un apodo un poco más corto, algo como...

- Jey?

- Exacto! - sonríe.

Su casa es grande, pero cálida y muy bonita por dentro, tiene cuadros donde hay diplomas, documentos, eso creo.

Me detengo a verlos. Son de un tal Robert James. Debe ser su padre.

- Deja tu mochila en el sofá - me dice y lo señala.

- Oh, ah si. - volteo a verla y dejo mi mochila en el sofá.

- Es mi hermano Robert, él ya no vive con nosotras. Está en Mullingar. - me dice.

- Entiendo. - me quedo viendo los cuadros.- y tu tu padre? - le pregunto.

- Él tampoco está. - me dice.

- Ah ahora donde vi vi vive?

- En el cielo, con Dios. - baja la mirada entristecida.

Ahora mismo me siento como un estúpido por haberle preguntado.

- Yo, ah, Claire, lo sien siento. Perdón.

- No te preocupes, está bien. Creo que mamá no está. Iré a ver a la cocina, sientate.

Se da la vuelta y veo como camina, es dulce.
Tomo mi celular y reviso mis redes sociales en lo que espero.

- No, no está, me dejó una nota, fue al supermercado. - dice.

La miro.

- Bueno, vamos a mi habitación. Oh no antes... No quieres comer algo? - me pregunta.

- Ah, no, no así estoy ah bien bien. - sonrío.

- Ven

Recorremos el pasillo. Y llegamos a su habitación.

Es de tamaño mediano pero ventilada, nunca había entrado a una habitación de una chica, es novedad.

- Creo que... Oh, ahí está ese el contacto. - me dice y se quita su chaqueta.

- Bien.

Me agacho para ver como está eso que tengo que reparar.

- Traeré la caja de herramientas. - me dice y sale de la habitación casi corriendo.

Sonrío y me siento en la cama. Su habitación huele a ella, o ella huele a su habitación, pero es un olor suave como a durazno.

Me recuesto un poco en la almohada y siento el olor, su aroma, huele a ella, un olor exquisito.

Cierro los ojos y siento el aroma, es maravilloso, recuerdo sus manos y sus ojos al mismo tiempo.

- Jeremy, aquí está la... Caja... Qué haces? - se ríe.

Abro los ojos como platos y me siento rápidamente.

- Ah, yo ah yo yo estaba, acostado. - le contesto nervioso.

- Si creo que me di cuenta. - se queda seria, y se sienta al lado mio en la cama, y me mira fijamente. - Porqué tomaste mi mano?

Me quedo pasmado y no sé qué contestarle.

- Ah, bueno yo... Cre creí que tú me me habías tomado la la mano a mí.

- En parte, pero... Estuvo bien supongo. - baja la mirada y se acomoda un mechón de pelo detrás de la oreja.

- Si, fue mm fue bonito. - sonrío y ella me mira directo a los ojos.

- Sentí, cosas.

Mi corazón late rápido, y mi respiración está intranquila. Miro sus labios, suaves y rosados.

- Cómo como cuáles? - le digo.

Se mira los dedos. - No lo sé, cosas, bonitas, siento que me puse nerviosa y me sudo la mano - suelta una leve risita - pero fue lindo.

Sonrío y la miro directo a los ojos, y después miro sus labios.

- Tus ojos. - le digo.

- Que tienen mis ojos?

- Son, mm son los más más hermosos que he he visto en en mi vida. Son azul...azules.

- Gracias. - sonríe y se sonroja.

Otra vez esas mejillas rosadas, preciosas.

Me acerco un poco a ella y me mira a los ojos, me pierdo en ese azul, en sus labios, en sus mejillas rosadas, en su piel.
Se ve tan suave con el reflejo de la luz de la ventana.

Esta chica es tan dulce, tan pura, es un ángel ahora mismo. Amo su cabello castaño claro, es precioso, todo de ella lo es.

Ella me mira de nuevo los labios, quiere besarme. Y yo a ella, o eso es lo que creo.
Según mi mamá cuando una chica te mira a los labios es porque se muere por besarte.

Miro sus labios suaves, hermosos. Me inclino hacia ella y me mira a los ojos...

- Ah, creo que es mejor que arregles el contacto. - me dice pestañeando.

- Cierto. - me separo rápido.

Terminando así mis sueños de poder besar sus lindos labios.

- Me adelantaré con el decorado de mis libretas nuevas. - me dice y saca una caja de su buró.

Tiene pedazos de telas, brillantina de colores, lentejuelas y listones coloridos.

Tomo la caja de herramientas y me dispongo a cumplir el propósito por el que vine aquí.

Si pudiera hablarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora