¿Por qué tú?

Capítulo 71

La habitación era un lienzo borroso de sombras y formas indistintas.

Al abrir los ojos, la luz penetrante me hizo parpadear, revelando un entorno desconocido. Me incorporé lentamente, sintiendo el peso de la confusión y la fragilidad.
¿Dónde estaba? ¿Cómo llegué aquí?

Despierto y todo vuelve a mí, Kaysa y sus malditas flechas, me hubiera gustado seguir durmiendo, dormir hasta nunca jamás despertar.

La ironía de esto me hace reír, pero las heridas me regresan a mi cruda realidad... Y vaya que éstas eran reales.

Esperaba ver a mi "salvador" o a Elina esperando a que despertara. Pero vaya que sorpresa que me he llevado...

- Al fin despiertas que alegría, comenzaba a preocuparme-

Los rayos que atravesaban la ventana la bañaban en una luz dorada y sus alas brillaban, la luz que irradiaban era dolorosamente hermosa, dentro de mí me preguntaba que se sentiría tener alas, bien me habría servido tener un par antes.

- ¿Su majestad? -

No disimulo bien mi mirada y la reina me sonríe al guardar sus alas debajo de su capa.

- Muchos otros han quedado ciegos por mirarlas - Me guiña un ojo

-Lo siento , es que no había tenido la oportunidad de verlas tan de cerca -

- No te preocupes, de hecho tienes la misma inocente mirada, aunque me duela aceptarlo en ocasiones la extraño... Pero eso es solo un viejo recuerdo-

-¿Disculpe?-

- Siento que ya es momento de que sepas lo que pasó o bueno casi todo,  me temo que no tengo mucho tiempo para conversar... -

Se aleja del ventanal y se sienta en a orilla de mi cama, no ha dejado de verme en un solo instante. Sus ojos me envolvían y parecían no querer soltarme.

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Era un tiempo muy lejano dónde las  hadas gobernábamos y vivíamos en paz.

Nuestra isla era el lugar que nadie podía encontrar, pero una noche, ella despertó, nunca supimos como y jamás las cosas volvieron a ser cómo antes.

El chico llegó a la isla después, su llegada no fué como la de un extraño, se sintió tan familiar, todo en la isla parecía uno con él.

Cuándo lo encontramos, no tenía miedo incluso parecía esperarnos , se movía con una gracia que parecía que volar.

Era el hada sin alas o así le decían algunos...

Vivió con nosotros, lo acogimos como uno de los nuestros , las noches desde su llegada no eran más que fiestas y juegos, llenas de risas y bailes, todos querían estar con él.

Y tengo que admitir qué me encariñé con él, lo ví como un hijo más. Era fácil quererle con esa actitud, pues tan sólo era un niño perdido...

Cómo todas, nuestra princesa cayó ante los encantos del joven y a él no parecía molestarle su compañía tampoco.

Pasaban juntos todo día y noche ,recorriendo cada rincón de la isla, teniendo aventura tras aventura.

Eran inseparables, hasta qué un día hubo algo que cambió en la princesa.
Al principio no lo notamos pero su brillo poco a poco se desvanecía...

Cada vez los veíamos menos, pensábamos que tal vez era otro juego que tomó más tiempo de lo normal o alguna situación parecida, pero una de esas noches la Isla rugió, como si tomara vida de nuevo.

Cuando lo volvimos a ver no sabíamos qué, pero algo había en él que había cambiado, algo que nosotros no entendíamos, algo que nos hacía falta.

-¿Y qué era?

- Sombra -

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Mi mirada se detuvo, cautiva por la figura que se recortaba sin sombra en el sol del atardecer.

Un estremecimiento recorrió mi espina dorsal mientras observaba a la reina salir por la puerta . Un sentimiento de inquietud se apoderó de mí,dejándome con más preguntas que respuestas.

Pienso en ir tras ella pero mi cuerpo no piensa lo mismo que yo.

- Veo qué mi madre se me ha adelantado -

Era Elyon, trato de recuperar la compostura, honestamente me alegra el verle, pero me alegró más verlo llegar con comida. Nunca me había sentido tan hambrienta.

- Oye tranquila, no sé irá a ningún lado -  Toma el mismo asiento que su madre mientras me observa detenidamente - Me disculpo por Kaysa, ya que temo que ella no lo hará -

-Pero sí somos las mejores amigas...- río - Bueno aún así, gracias -

- Creo que te irá mejor entrenando con Elina o Ivar, pero primero necesitas recuperar fuerzas-  se queda pensativo un momento - Hoy me toca guardia, vendrás conmigo.

Vaya eso no fue una pregunta, se levanta y me despide con un simple gesto de cabeza .

Y vuelvo a estar sola, o quién sabe tal vez hay una fila de seres mágicos esperándome afuera.

Me levanto y me doy cuenta que no había visto el espejo abandonado en una esquina. A pesar del polvo que se aferraba a su superficie, sus bordes ornamentados aún resplandecían con destellos de elegancia. El marco, tallado con esmero, contaba historias de épocas pasadas, mientras que el cristal, a pesar de las manchas, mantenía un brillo nostálgico. 

Hacía ya tiempo que no me veía en un espejo.

Al enfrentarme al espejo, mis ojos buscaban la familiaridad que solía reflejar, pero solo encontraban a una extraña que me devolvía la mirada. La imagen era un rompecabezas de rasgos que, aunque físicamente míos, parecían pertenecer a otra vida.
Mis ojos, transmitían una historia desconocida, mientras mi reflejo se mantenía impasible, ajeno a lo que antes solía ser.

La sensación de no reconocerme en aquel cristal era como perder el norte en mi propia historia, una extraña disociación que dejaba preguntas suspendidas en el aire, esperando respuestas que se negaban a emerger.

Y algo que me perturbó aún más...

Yo tampoco tenía sombra.

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Primero quiero agradecerte si es que estás leyendo ésto, de verdad lamento que me haya tomado tanto volver a escribir, mi vida a estado teniendo muchos plot twists y desarrollos de personaje inesperados.

Pero de corazón gracias a todos, sus comentarios me han hecho reír, sentirme orgullosa por lo que he escrito y animándome a seguir.

Siendo honesta no puedo prometer escribir cómo antes pero si trataré de no desaparecer por tanto tiempo.

De nuevo gracias por hacer de ésto una experiencia mágica.

♡

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