NI AYER, NI HOY Y TAL VEZ NUNCA

CAPITULO 4. S.O.S

ELSA

Estoy en casa alrededor de las 6 pm. Rapunzel me espera abajo lista para nuestra "noche de chicas", solo me cambiaré y traeré a Anna.
Las luces están apagadas y temo que no este en casa pero al entrar, ver su bolso y llaves colgados y todo exactamente como lo dejé en la mañana se que es algo peor.
-Anna?- Entro en la habitación y le hablo al bulto que esta bajo las cobijas aunque se de antemano que no me va a responder- hermanita? vamos, es noche de chicas Punzie esta abajo esperándonos, si? Tienes que comer. Anna?...
No tiene sentido quedarme. No puedo hablar con ella, nadie puede, no deja que nadie se acerque cuando esta así y ya todos dejamos de intentarlo.

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ANNA

Desperté varias veces en la madrugada. Cuando por fin sentí que empezaba a dormir escuche a Elsa levantarse e irse. No quise levantarme o tal vez no pude, no lo se; si acaso fui unas cuantas veces al baño. Escuchaba el teléfono sonar pero tampoco quería responderlo. Dormí y desperté, dormí y desperté hasta que oí llegar a Elsa en la tarde.
Me quede quieta e intente no respirar mientras parloteaba. Al final se fue, siempre todos se van. Hace muchos años que todos decidieron irse, solo una persona pudo quedarse y al final yo misma la eche y ahora estoy sola y ya no habrá nunca nadie conmigo.

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-Me voy Anna, espero que comas algo y tomes tus medicamentos y un baño, también deberías contestar el teléfono, ese tal Víctor no deja de llamar y colgar y es francamente molesto...
Te amo Anna, no lo olvides.
En cuanto escucho cerrarse la puerta saco de abajo de la cama una bolsa con frituras, jugos y dulces. Me dispongo a comer cuando alguien toca el timbre repetidas veces, como desesperado. Me detengo en seco, no quiero abrir y tener que hablar con alguien pero podría ser Elsa que olvido algo, ademas de las llaves, obviamente.
Me paro junto a la puerta mientras siguen tocando como locos, abro y el mundo se viene abajo.
-ANNA!- Hans grita y prácticamente me salta encima apretándome en un incomodo abrazo.
Como no he abierto la boca en días mas que para comer, por un momento creo que olvide las palabras, todas y cada una de ellas, ademas, seguro se desmayaría si le hablara de frente, no me había bañado y tenia el cabello despeinado y grasoso, tampoco me había cambiado la pijama en una semana. Esto era una pesadilla de la cual no me despertaría.
Lo aparte como pude pero seguí sin decirle una palabra, solo podía mirarlo como un venado mira un auto justo antes de ser arrollado.
Por supuesto, Hans también lo notó. Me dijo que estaba preocupado porque de un día a otro había dejado de contestarle el teléfono y quería asegurarse de que estaba bien.
Después de una eternidad de silencio incomodo se dio por vencido y se dispuso a irse.
-Bueno, solo quería saber de ti, si estabas bien o si querías salir pero ya veo que te incomodo. Te veré luego.- se dio media vuelta y empezó a caminar. En ese instante supe por su mirada que si no le daba una explicación no volvería a verlo, se iría y nos quedaríamos mi defectuoso cerebro y yo solos de nuevo. Así que di dos pasos y lo tome de la manga mientras pronunciaba cuatro palabras:
-20 minutos por favor.

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Me bañe y lave la boca como una posesa, tome un pantalón raído y una camiseta negra con la inscripción "NORMAL PEOPLE SCARE ME". Sin querer había escogido la misma ropa que llevaba en el tren el día que me encontré a Hans hace ya un mes. Ni siquiera me moleste en peinarme.
Abrí la puerta y él seguía allí, sentado en el pasillo. Tan lindo y paciente.
-Puedes pasar si quieres- el dudó por un momento pero aún así se levantó y entró. De repente una duda me asalto.
-Como entraste al edificio? Y si te hubiera abierto Elsa?
-Estoy estacionado afuera desde hace como una hora y cuando vi salir a Elsa me decidí a entrar, solo toque todos los timbres y espere a que algún desinteresado abriera.
-Ya veo, quieres agua, jugo o algo de co...
-Anna, que pasa? Te molestaste por algo? Hice algo mal para que ya no quieras hablar conmigo?
-No Hans, no todo tiene que ver contigo
-Y porque no me cuentas? Acaso aún no somos amigos? Aún desconfías de mi?
-No Hans, es solo que... no creo que quieras saber mucho acerca de mis problemas y yo tampoco estoy segura de querer contártelos.
-Anna por favor, solo dime, te lo pido. De verdad soy tu amigo y quiero que confíes en mi.
-Hans, que quieres que te diga? Tengo problemas de carácter, si? Problemas de loquero. Problemas que a veces me impiden "laborar y socializar".
-Problemas de carácter? Te impiden que? Anna, estas triste? Tu gran secreto es que estas deprimida? Haz hablado con alguien? Haz pedido ayuda?
-Claro que he hablado con muchas personas y también he visto a todo tipo de doctores y me han medicado pero no funciona y los doctores se hartan y terminan diciendo que yo no quiero mejorar y, al final, nadie tiene tiempo para estas cosas extrañas por mucho tiempo y ya nadie intenta nada conmigo.
-Elsa? Rapunzel? Tus padres? Cuando te conocí en el colegio mencionabas mucho a tu tía. De verdad nadie te apoya?
-Todos son muy buenos conmigo. Elsa me apoya en lo que puede igual que Rapunzel pero las dos tienen otros asuntos, Elsa el trabajo y Punzie su familia. Mi madre se fue a vivir a su pueblo y realmente nunca me creyó, lo que es comprensible ya que de donde ella viene la depresión es sinónimo de holgazanería y pagarle a un extraño para contarle tus problemas no tiene sentido ni utilidad. Mi tía, mi tía me escucha pero solo eso no sabe como ayudarme y tampoco tiene suficiente interés como para averiguarlo; y mi padre... murió ya hace muchos años y de todas maneras era mas útil un trozo de madera, el era igual que yo aunque se negaba a aceptarlo.
Hans me mira extraño y por un momento creo que va a salir corriendo pero lo que hace es totalmente opuesto: me toma en sus brazos demasiado rápido y demasiado fuerte como para poder esquivarlo, evitarlo o zafarme. La sensación me derrite las neuronas, me siento feliz, agradecida por su compañia, nerviosa de que pueda saber cuanto me gusta con solo tocarme, un poco herida de saber que esto lo hace por lastima, molesta por haberle contado cosas que me prometí no decirle a nadie y bastante incrédula de que todo esto este pasando.
-Anna, déjame estar contigo. De verdad no sabes cuanto te extrañe este tiempo y cuanto me arrepentí de no haber seguido en contacto contigo eras la única que me escuchaba y me animaba y en compensación escuchare todo lo que me quieras contar que nadie mas quiera escuchar.
-Te voy a aburrir
-Por supuesto que no. Eres mi única amiga y la mejor por default.
-Wooow eso si que me anima, sobre todo porque no suena como premio de consolación para nada. Mira, la verdad es que no lo entiendes, en los peores días es como estar hundiéndome en el más obscuro océano sin posibilidades de ver la luz, ni el sol, ni las estrellas ni nada que no me asuste y no quiero hundirte conmigo.
-No te preocupes se flotar y estaré ahí cuando menos lo esperes.

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Domingo 18 de enero, 2004

Querido diario:

Hoy me paso algo extrañamente genial. El vienes platicaba con Hans de algo muy interesante pero ya era muy tarde así que le dije que el lunes me recordara de que estábamos hablando aunque seguramente se me olvidaría después de 48 hrs.
Hoy me llamo por teléfono y me pidió mi dirección. Cerca de hora y media después salí a la tienda y me salto desde atrás de un auto:
-Soy un ninja! Estoy donde menos lo esperas.
Me sentí tan feliz (y después de reprimir un ataque de risa histérica) hablamos por horas, fuimos al parque y jugamos al escondite con unos cuantos niños de mi vecindario. Fue simplemente maravilloso.

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S.O.S.
Good Charlotte
The Chronicles of Life and Death
2004