❝CALL ME DADDY.❞

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❝Ya no estás solo
porque soy tu papi.❞

Han JiSung ha estado enamorado de Lee MinHo, la estrella del equipo de básquetbol de la universidad, desde que tiene memoria; pero no importa cuanto haya intentado llamar su atención, lo único que conseguía era que sus mejillas adquiriesen un precioso color rosa cada que su mirada se posaba sobre el azabache.

Pero lo que él no sabía era que, la noche de la final del campeonato, Lee MinHo tenía preparado un plan para su lindo pequeño de brillante cabello color gris.

—Daddy MinHo hará que su bebé toque las estrellas y que el placer explote en cada célula de su pequeño cuerpo... ¿Listo, ángel?

.

.

—No podía creer lo que estaba pasando ante mis ojos — habló Felix mientras se metía un puñado de papas fritas en la boca—. Él simplemente estaba allí, observándome mientras yo lo miraba como un idiota, con una sonrisa jodidamente caliente en sus labios, como si supiera exactamente lo que estaba pensando.

—¿Ah, sí? — murmuró JiSung, mirando a su alrededor como si estuviera buscando algo... o a alguien. Felix asintió efusivamente—. Y ¿en qué estabas pensando?

—En que lo quiero detrás de mí, dándome duro por el culo.

—Ahh — respondió su mejor amigo, completamente distraído.

Felix apartó la mirada de su hamburguesa para mirar al chico de cabello gris con los ojos entrecerrados.

—Sí, ¿y sabes qué me dijo?

—No, ¿qué?

—¿De verdad quieres saberlo?

—Hmm... Ajá, claro.

—¿De verdad?

—Seguro.

—Pues, me dijo que podía tragarme su pene cuando quisiera.

—Oh, qué bien...

—¡Han JiSung!—exclamó el pelirrojo, haciendo que se sobresaltara y girara para mirarlo—. Me estás ignorando descaradamente, casi tanto como yo cuando veo el paquetote de ChangBin.

—Lo siento, Lix — se disculpó Han, avergonzado.

—No me digas que estabas buscando al imbécil de Lee —bufó, rodando los ojos mientras daba un gran y deseado mordisco a su hamburguesa.

Ambos estaban en el comedor de la universidad, disfrutando de los últimos minutos antes de que el descanso terminara y tuvieran que soportar otras tres horas completas de clases.

—No le digas así, Lix — exigió JiSung, con un tierno puchero en sus labios y tratando de mirar con enfado, pero solo logró que sonriera ampliamente, con los dientes llenos de comida—. Ugh, no hagas eso — sonrió, encontrando gracioso cómo su mejor amigo lucía con las mejillas a reventar de comida.

Fio le fifo cofo fiera — informó, con la boca llena de salsa de tomate.

—¡Felix!—rió, lanzándole algunas servilletas.

—En fin—terminó de tragar y se limpió la boca con el puñado de servilletas—. ¿Es a él a quien estabas buscando?

—No—Felix lo miró con una ceja levantada—. Bueno... tal vez — sonrió tímidamente, bajando la mirada y jugando con sus deditos.

❝Easy❞ 『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora