chaggie oneshots

Exterminador

Vaggie se paró frente al espejo mirándose. Su piel negra, sus cuernos, sus alas blancas y negras y la X en su ojo derecho.

Sintió que dos manos se posaban sobre su hombro. Se miró en el espejo y vio a Adam, tenía esa sonrisa torcida en el rostro.

"¿Estás listo para el exterminio?"

El exterminio. Lo único que hizo Vaggie. Ella lo odiaba. Lo había estado haciendo desde que fue creada por Dios y nunca se acostumbró. Era enfermizo, detestaba hacerlo todos los años, pero... tenía que hacerlo. Eso es lo que estaba destinada a hacer, era su única razón de existir.

Se giró y forzó una sonrisa: "Sí, sí, estoy lista".

Adam sonrió, "Genial, entonces vámonos".

Mientras Adam se alejaba, ella se volvió hacia la lanza que estaba sobre la mesa frente a ella, la recogió y lo siguió.

•••

Vaggie se sentó, dejando escapar un suspiro de pánico, se puso las manos en la cabeza, "Fue sólo un sueño, fue sólo un sueño".

"¿Vaggie?"

Vaggie se giró y vio a Charlie mirándola, obviamente preocupado por su novia.

Vaggie la miró fijamente antes de poner su mano en la mejilla de Charlie, "Hola, cariño".

Charlie se sentó y encendió la lámpara. "¿Qué pasa?"

Vaggie negó con la cabeza: "No es nada, sólo un mal sueño".

Charlie frunció el ceño y tomó las manos de Vaggie entre las suyas, "Vaggie, puedes decirme cualquier cosa, ¿lo sabes, verdad?"

Vaggie miró fijamente a la mujer frente a ella, la mujer que amaba con todo su corazón.

Sólo díselo. Tienes que decirle la verdad.

Vaggie suspiró: "Lo sé cariño, gracias por estar siempre aquí para mí".

Charlie sonrió y le dio un beso en la mejilla, "Por supuesto. Ahora vamos a dormir un poco".

Vaggie yacía en los brazos de Charlie y, aunque Charlie pudo conciliar el sueño fácilmente, ella estaba despierta. Mirando al techo, pensando en el día en que fue expulsada del cielo.

•••

Vaggie se quedó mirando el fuego, la sangre, las tripas, los cadáveres. Fue horrible. Como era cada año. No podía decidirse a matar a otro pecador, no podía. Algunos de ellos no eran diferentes de la gente en el cielo. Algunos de ellos no merecían estar aquí.

Fue entonces que escuchó a alguien gritar y al girarse vio a uno de los exterminadores persiguiendo a un pecador, no, un niño. Un niño pecador.

Ella voló y se puso frente al niño, el exterminador se detuvo y luego lo fulminó con la mirada.

"Fuera de mi camino. Tenemos que deshacernos de ese pecador".

Vaggie vaciló y miró al niño que estaba en el suelo llorando.

Se volvió hacia el exterminador y sacudió la cabeza. "No dejaré que mates a este niño".

El exterminador se burló: "Esa cosa ya no es un niño, es un pecador. Ahora muévete".

Vaggie se mantuvo firme, agarrando con fuerza su lanza.

La expresión del exterminador cambió, apretando los dientes. "Esta es tu última oportunidad, Vagatha, muévete".

"No lo haré", dijo Vaggie.

El rostro del exterminador cambió a ira y luego se abalanzaron hacia ella.

Vaggie se estrelló contra el suelo, su lanza resonó junto a ella y el exterminador levantó los puños y comenzó a golpearla en la cara.

Vaggie escuchó un crujido repugnante en su nariz y luego comenzó a manar sangre dorada.

Extendió su mano buscando su lanza, cualquier cosa que pudiera sacarla de esto.

Ella sintió algo, lo levantó y golpeó al exterminador en la cabeza, lo que hizo que saltara hacia atrás y se sujetara la cabeza.

Vaggie miró a su alrededor, escaneó el área y afortunadamente encontró su lanza.

En una fracción de segundo, Vaggie los apuñaló en el pecho. El exterminador la miró, con los ojos muy abiertos, la sangre dorada comenzó a gotear por su pecho lentamente al principio, pero luego mucho más rápido. Comenzaron a temblar y le tendieron la mano a Vaggie, pero en un instante dejaron de moverse por completo.

Después de eso todo quedó borroso, los otros exterminadores la encontraron con el cuerpo de su compañero. Su lanza se clavó en su pecho. Lute abofeteó a Vaggie una y otra vez por lo que había hecho, sin permitirle explicar. Ella estará encerrada durante el próximo mes. Golpeando su puerta gritando que la dejaran salir hasta que le dolió la garganta y ya no pudo hablar.

Lo siguiente que supo Vaggie fue que había sido desterrada del cielo por haber salvado a un pecador que era solo un niño.

Cuando Vaggie llegó por primera vez al infierno, notó cuánto había cambiado su apariencia. Las únicas dos cosas que permanecieron igual fueron su lanza y la X en su ojo.

Inmediatamente fue a intentar encontrar trabajo y, en algún momento, conoció a Charlie. La mujer de la que acabó enamorándose.

A pesar del amor que Vaggie y Charlie sentían el uno por el otro, Vaggie no se atrevía a decirle a Charlie la verdad sobre su pasado. Cómo ella solía ser un ángel, un ángel exterminador además.

•••

Vaggie se volvió hacia la niña que dormía y la abrazó y le puso la mano en la cara, Charlie se inclinó hacia su toque.

Vaggie suspiró y se levantó, fue a la puerta de Angel Dust y llamó.

Abrió la puerta y levantó una ceja, "¿Qué pasa? Son como las tres de la mañana", la miró fijamente por unos momentos, "Woah, te ves como una mierda".

Vaggie suspiró: "¿Puedo... tienes algo de hierba?"

Ángel la miró sorprendido, "Vaya, debes estar muy jodida si me estás pidiendo algo para drogarte. ¿Entonces que hay de nuevo?"

Vaggie se llevó la mano a la cara, "No quiero hablar, ¿lo tienes o no?"

Ángel frunció el ceño pero regresó a su habitación, regresó con un poco y se lo entregó.

"¿Estás seguro de que quieres hacer esto? ¿Cómo crees que Charlie se tomará esto?

Vaggie lo fulminó con la mirada: "Aléjate de mi vida personal, haré lo que quiero. Además no tienes derecho a juzgarme por la cantidad de mierda que tomas".

Antes de que Angel pudiera responder, salió corriendo por el pasillo.

Vaggie subió al mástil mayor donde había cantado sobre Charlie.

Encendió la hierba que le dio Ángel y se la llevó a los labios. Se apoyó contra la barandilla expulsando el humo.

Cerró los ojos y sacudió la cabeza, "Tengo que decírselo, pero yo..." dejó escapar un sollozo ahogado, "No puedo... si le digo que me odiará. Y tengo que hacer realidad su sueño. Tengo que protegerla. Porque si no hago eso entonces..."

Pensó en lo que le habían dicho cuando estaba en el cielo: "Este es tu propósito, Vagatha. Para matar a los pecadores. Es tu única razón de existir".

"Entonces, ¿cuál es mi propósito? ¿Por qué existo?

Se llevó las manos a la cabeza y dijo: "No puedo decirle la verdad. Tengo que protegerla. Tengo que hacer realidad sus sueños".

Mantuvo su cabeza entre sus manos por unos momentos más antes de finalmente soltarlas. Miró hacia abajo y vio que se le había caído la hierba que estaba fumando originalmente, suspiró y encendió otra.

Después de unos treinta minutos, finalmente decidió que era hora de volver con Charlie: "Todo estará bien... haré todo por ella tal como se supone que debe hacerlo".

Dejó escapar un suspiro y regresó al hotel, volviendo a acostarse con Charlie, abrazándola. Volviendo a poner esa fachada. Sin saber que Ángel había escuchado todo lo que había dicho en el mástil.