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Big Q.

La castaña caminó un poco más, hasta quedarse quieta para admirar el lugar

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La castaña caminó un poco más, hasta quedarse quieta para admirar el lugar.

Pudo observar a gente festejando, jugando, bebiendo y hombres coqueteando con las mujeres, e incluso a mujeres coqueteando con los hombres para tener un encuentro pasional por la noche.

Con un gesto de incomodidad se acercó a la barra, sentándose en un banco. Inmediatamente los hombres que estan sentados en la barra la voltearon a ver. Algunos estaban ebrios y otros sobrios. Viendola deseosos y extrañados por la vestimenta de la chica.

Solo se le quedan viendo, seguramente desnudandola mentalmente. No tardó en ponerse más incomoda de lo que esta, estaba lista para irse de allí, pero la detuvo uno de los hombres.

—¿Qué haces tan sola, muñeca?—El hombre esta demasiado ebrio. El olor a alcohol inundo las fosas nasales de ___.

—No.. No es de su incumbencia, señor...—Respondió incomoda.

—¿Porqué usas esa ropa tan tapada?, no te ves bien con eso... Pero te aseguró que sin ella te verás espectacular.—Sonrió con descaro el hombre ebrio.

Incómoda se alejo del hombre quien no tardó en seguirla.

Rápidamente se fue de allí de vuelta al apartamento. Se encerró en el lugar.

—¿Así van a hacer todos los hombres en este lugar?—Suspiró.

(. . . )

Al día siguiente se encuentra en una tienda de ropa, viendo la sección de mujer. Toda la ropa es demasiada descubierta para su gusto. Rendida suspiró y volteó a ver a su izquierda, encontrando ropa de la que usualmente esta acostumbrada a  usar, pero es muy obvio que esa ropa es solo para mujeres de mayor edad, o eso decía el cartel indicandolo.

"Ropa para mujeres de la tercera edad"

Sin importarle, fue directamente allí, viendo las faldas largas y las camisas. Agarró unas cuantas que le alcanzaran con su presupuesto.

Cuando terminó de hacer sus compras, fue a comprar algo de comer. Se esta muriendo de hambre.

Caminó en busca de una tienda, hasta que la encontró. Entró, viendo la variedad de comida deliciosa, no podía comprar algo tan caro, gracias al tan poco dinero que trae.

—Debí haber agarrado un poco más de dinero cuando escape.—Murmuró.

Cobró lo que eligió, salió de la tienda.

Llegó a su departamento, abrió el envoltorio con pan y comenzó a comer.

—Mhmm que rico pan—Dijo con comida en la boca.

Después de comerselo, se dirigió al baño para prepararse para dormir.

Se pasó un pequeño trapo que quitó su maquillaje revelando una enorme cicatriz que adornaba el lado derecho de su rostro. De la frente hasta el labio superior. Sus dedos se dirigieron a su ojo derecho , quitándose el pupilente marrón, dejando ver su ojo totalmente ciego y blanco.

Ella no sabe como su rostro terminó de ese modo tan horrible, no le gusta para nada su aspecto. Por eso lo oculta con maquillaje.

( . . . )

Esta nuevamente en el casino, buscando a algún empleado del lugar para preguntar si de casualidad estan contratando.

Su vista se dirigió a un chico castaño, con ojos verdosos, gafas y slime en su hombro.

Se acercó a el. Y le tocó el hombro para llamar su atención.

—Disculpe.—Habló tímidamente.

El chico volteo a verla.

—¿Necesita algo?.

—Usted... ¿Es un empleado de aquí?—Preguntó, jugando con sus dedos.

—Si, ¿en que puedo ayudarla?, ¿hubo algún inconveniente?, ¿pasó algo en el casino? —Comenzó a inundarla de preguntas.

—Quiero saber si de casualidad estan contratando.—Solo espera que le diga que si.

—Acompañeme—Dijo el chico de gafas, caminando a dirección a unos pasillos. ___ no tardó en seguirlo.

Subieron unos cuantos pisos, todo el lugar se ve elegante.

El castaño se detuvo frente a una puerta que decía 'Big Q'.

—Espere aquí, por favor—Entró a la habitación dejando sola a la chica quien esperó pacientemente.

Pasaron unos cuantos minutos, para que el chico saliera de la habitación.

—Quackity de Las Nevadas la esta esperando.

___ nerviosa entró a la habitación, mirando al suelo.

—Así que buscas trabajo aquí, ¿eh?—La voz gruesa y seria  hizo que subiera su mirada hacia arriba encontrando una mirada penetrante observándola fijamente.

Asintió nerviosa. Sus ojos comenzaron a examinar cada detalle del apuesto hombre frente a ella.

El ojo derecho marrón y el izquierdo totalmente ciego, blanco en su totalidad con una cicatriz de la ceja hasta el labio inferior , pelo azabache hasta los hombros, un gorro de lana rojo vino, varios pequeños lunares adornando su rostro... Sus ojos bajaron hasta el pecho del hombre llamado Quackity. Una camisa de botones color vino, los primeros botones desabrochados mostrando su pecho musculoso, unos tirantes y una cadena de oro con una cruz. Definitivamente este hombre es un dios vivo...

—¡Señorita!—El grito la hizo salirse de su trance.—Si usted va a trabajar aquí le recomiendo no ignorarme.—Dijo totalmente serio y con molestia.

—Si, lo siento—Se disculpó avergonzada.

Después de una platica para conseguir el trabajo, lo consiguió, ahora es camarera del lugar. Salio de la oficina victoriosa.

Dejo solo a Quackity en su oficina. Quackity se cruzó de brazos, lentamente una sonrisa macabra se formó en su rostro.

—Tan sumisa... Tan.. Vulnerable.

 Vulnerable

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Me sorprende que este actualizando seguido.

2024—01—15.

𝓞𝘣𝘴𝘦𝘴𝘪𝘰𝘯; c!quackityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora