Hoy que estoy en tus brazos recuerdo mi soledad
Y me rio pensando en las veces que yo te deje pasarChristopher esperaba a que el avión aterrizara, estaba bastante ansioso por ver a ese pequeño de ojos verdes que lo volvía loco.
Después de un rato, al fin, bajo del avión y fue por su equipaje. Cuando estaba por salir su mirada cayó en cierto pelinegro qué le sonrió.
— ¡Chris! —
— ¡Erick! —.
Ambos chicos se corrieron a su encuentro. El mayor abrazo la estrecha cintura de Erick cerrando los ojos disfrutando de la calidez que el cuerpo del otro le daba.
Se separaron un poco, quedando sus rostros cerca. El verde y el miel se perdieron entre ellos, y el mundo también desapareció.
— Te extrañe —Murmuro
— También yo —Sonrió, como si fuesen imanes sus rostros fueron acercándose más y más, hasta casi rozar sus labios.
— ¡Chris! —Ambos se separaron y miraron a la otra persona. — también te he echado de menos —Se rio divertida.
— U-uh si...yo igual, Yanelis —Beso la mejilla de la mayor de los Colón.
— Bueno, vámonos —Se dio la vuelta tomando el brazo de su hermano — aún debemos pasar por Thiago —Agrego.
Erick miro a su hermana de muy mala manera, y luego miro sobre su hombro mirando al ojimiel quién le sonrió levemente.
***...***
— Oye Er —Christopher salió del baño, ya cambiado.
— Dímelo, bro —Lo miro, el mayor se sento junto a él.
— ¿Qué harás para año nuevo? —Pregunto.
— Pasar en casa, supongo —Se encogió de hombros — ¿Por? —
— ¿T-te gustaría que lo pasáramos juntos? —Pregunto con un poco de nervios.
— ¿D-de verdad? —
— Claro hermoso —Acarició su mejilla con delicadeza. — me encantaria pasar contigo —
***
31 de diciembre de 2023
11:56 pm— Hey —Tomo la mano del menor — ven conmigo...—
Ambos salieron de la casa, y dirigieron a la pequeña colina qué se encontraba cerca de la casa.
Cuando llegaron a la cima, el mayor soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo.
— ¿Para que hemos venido aquí? —Pregunto.
— Erick yo —Empezó el mayor —...yo quiero...es que tú me...—
Erick rio levemente, le parecía tierno que alguien como Christopher Vélez, quién estaba acostumbrado a hablar ante miles de personas, tartamudeaba de esa manera.
— ¿Yo? —
— A la mierda —Exclamó, tomando su rostro y uniendo sus labios, al fin, después de años añorando ese momento, al fin podía sentir los labios de Erick.
— ¡Diez, nueve...! —Se separaron cuando escucharon el conteo. — ¡cinco...cuatro...tres...dos...uno! —Los juegos artificiales no se hicieron esperar — ¡Feliz año nuevo! —
— ¡Feliz año nuevo, hermoso! —Murmuro abrazándolo.
— Feliz año —Sonrió — te amo...—
— Te amo Erick —Se separó mirándolo, sus manos se encontraban en su cadera mientras que las del menor estaban alrededor de su cuello — gracias por existir en mi vida —