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Abril agarró el plato de comida que estaba frente a ella, el contenido de este ya estaba frío.

Hoy la chica llegó de trabajar y se puso a cocinar la cena para ella y su novio; Matias

Había hecho la comida favorita de el; Ñoquis, con la esperanza de que el llegue y al fin puedan compartir una cena los dos juntos.

Puso en un recipiente los ñoquis que le había hecho a su novio y lo puso arriba de la mesa acompañado de una notita.

"Te cocine pensando que llegabas a cenar, asi festejabamos nuestro aniversario, pero como no llegaste te los guarde. Calentalos"

Dejo todo acomodado y se fue a la cama, miro la hora en su celular; 23:56, suspiró, mañana se tendrá que levantar a las 4 de la mañana, otra vez.

Esto de levantarse a las cuatro de la mañana para llegar al trabajo a las seis, la traía loca. Su rutina se repetia todos los santos días

-4:00; Levantarse y saludar a su novio quien no le daba ni media de pelota ya que estaba en su quinto sueño.

-4:30; bañarse y desayunar.

-5:00; salir de su casa

-6:00 - 16:00; estar trabajando

-17:00; Llegar a su casa.

Esa rutina se repetia todo el tiempo, tanto que ya era agotador.

Pero ella había pensado que hoy iba a ser diferente. Hoy con su novio cumplen 4 años de relación, así que preparo la comida favorita de el para sorprenderlo al llegar del entrenamiento, pero no apareció. Solo se habían hecho presentes dos mensajes de aproximadamente las diez de la mañana;

"Felices cuatro años mi amor, gracias por estar conmigo siempre y seguirme en todas las pelotudeces que hago, te amo con todo lo que soy"

"hoy voy para casa y comemos juntitos, el finde salimos a comer"

seguido de una mención en instagram, donde se veían como "la pareja perfecta"; pero no era tan así.

Abril y Matias se conocen desde los 15 años, iban al mismo colegio, solo que ella era del "A" y el del "B", pero gracias a las fiestas de 15 se encontraron más y entablaron una buena amistad, que claramente años después terminó en un romance.
Era ese tipo de romance que todo adolescente quería tener, ambos se amaban profundamente.

Pero algo cambió cuando Matias se mudó a Italia, estuvieron unos meses con relación a distancia, pero se dieron cuenta que no funcionaba, así que Matias ofreció millones de veces que su novia se vaya a vivir con el. Después de insistir demasiado; lo logró.

Pero al pasar el tiempo la chica empezó a sentirse entraña, ya que Matias se la pasaba entrenando, haciendo que ella se quede sola en casa, aunque no era mucho tiempo, se sentía muy sola. Seguramente estando en Argentina estaría feliz de estar sola al menos un rato sola, pero por lo menos tenía a sus amigos cerca, ahora están lejos de sus amigos y familiares, la mente le jugaba en contra.

Y mucho más ahora en verano, ya que por el calor Matias entrena desde las 5 de la tarde, que es la hora en que ella llega de trabajar, haciendo que el único momento que puedan verse sea a la hora de la cena, pero este último tiempo ni eso, ya que Matias aparecía a cualquier hora.

Abril dejo de maquinarse y decidido relajarse para dormir, cuando ya estaba a punto de dormir, escucho el manojo de llaves, indicando que Matias ya había llegado.

Su novio al ver todo apago, se puteo internamente, el conocía a la chica y sabía que ella estaba ilusionada de poder compartir la cena.

Prendió la luz de la cocina y vio arriba de la mesa el recipiente con la comida que Abril le había dejado, se le estrujó el corazón.

Sin más fue hasta la habitación y se agachó al costado de la cama en el lado que estaba su novia.

-Hola amor- pasó unos mechones rebeldes por detrás de la oreja llena de aros-

Al no obtener respuestas de parte de la chica, agarro el short que usa para dormir, se lo colocó y se acosto al lado de Abril, quien no se había movido de como estaba anteriormente.

-Estas bien?-preguntó Matias cuando terminó de taparse con el acolchado, ya que la habitación estaba fría gracias al aire acondicionado-

Abril se limito a asentir

-Estas rara- volvió a hablar despues de ver que su novia no tenia ganas de responderle- es por lo de siempre Abril?

asintió

-Te juro que después de los próximos partidos vamos a estar tanto tiempo juntos que me vas a hechar.

-Ya no se si creerte- al fin movio su cabeza para quedar cara a cara con su novio- decis lo mismo desde que empezó esta temporada amor.

-Te juro que esta vez es verdad

-Mati- llamó su atención despues de unos minutos en silencio- vos estas seguro de esto?- se dio vuelta para quedar cara a cara-

-De que amor?

-De lo nuestro- suspiró antes de seguir hablando- no sentis como que estamos distanciados? como que vamos de mal en peor

Matias no quería aceptarlo, pero ella tenía razón. Se la pasaban discutiendo por el tema de nunca poder estar juntos.

-Creo que me voy a volver a Argentina- soltó de la nada, haciendo que el corazón del futbolista se detenga por un mini segundo-

-Pero, por qué?

-No me siento cómoda acá Mati, aparte de que nunca estas, me siento una carga para tu carrera acá.

-Nunca vas a ser una carga para mi carrera y menos para mi Abru, yo te dije que vengas acá, perdón por no estar nunca o no hacerte sentir cómoda. Voy a tratar de.. -apoyó sus frías manos en la cintura de Abril, haciendo que un escalofrío corra por su cuerpo-

-No Mati, no tenes por qué limitarte al futbol, es tu trabajo, no quiero que te vaya mal o entrenes menos solo por mi. Por eso quiero volver a allá, no quiero que bajes tu rendimiento solo para estar un rato conmigo, que tranquilamente lo podríamos tener por videollamada, estas en el mejor momento de tu carreta Mati, no podes desperdiciar eso ahora

-Ya hablamos de esto Abril- La chica se alejó de el y le dio la espalda, nunca puede terminar de hablar del tema sin que matias salte con su "ya hablamos de esto Abril"- ah, casi me olvido- se levantó de la cama y sacó una cajita de su enorme bolso- Feliz aniversario amor, aunque fue ayer- dijo apenado mientras miraba la hora en su celular-

Le dio la caja, era bastante grande, blanca y con un lazo rosa, su color favorito.

La abrió y encontró varias cajitas más chicas, incluyendo diferentes empaques de bombones y chocolates.

-No hacía falta tanto Mati

-Te mereces muchísimo más, por aguantarme siempre - se sentó al lado de ella para poder ver como abría todos los regalos- Se que vos siempre decis que lo material no arregla todo, pero esto nada más es un pedacito. Tómalo como que solo es un agradecimiento por hacerme aguante en los partidos.

Ambos rieron.

Estuvieron unos 15 minutos aproximadamente abriendo los regalos, mejor dicho, Abril abriendo los regalos y Matias observando todo con una sonrisa.




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Holaa, es corto, pero es el primero. Está inspirado en un fic que leí hace tiempo de un famoso, díganme si les gustó.

este re está para una segunda parte

𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎 ; Matías SouléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora