5. No puedo evitar jugar.

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La siguiente semana fue desolada, estuve sola recorriendo los alrededores, supongo que lo asuste demasiado, cada que me veía se ponía pálido y corría hacia el lado contrario

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La siguiente semana fue desolada, estuve sola recorriendo los alrededores, supongo que lo asuste demasiado, cada que me veía se ponía pálido y corría hacia el lado contrario. En toda esa semana estuve excluida del famoso juego, ayudando a los de Apolo con los heridos, quizás fuera su hermana.

Entre tanto, Quiron me acompaño en cada sesión de prueba, primero fue Arqueria, en la cual me fue pésimo. Le di a un nido de avispas, luego estanque una flecha en el estante de hijas de Afrodita (recalcó que me asesinaron con la mirada) y finalmente, cuando parecía que esa era mi flecha de la suerte, con una puntería semi perfecta, un hijo de Ares me asustó por detrás, lo que ocasionó que Quiron recibiera un corte de cola muy sofisticado.

Mala suerte dijo con lastima Quiron.

¿Correr?
Soy pésima, es más, a opinión de todos parezco un perro asmático que no superó la colina antes de caer sentada al sucio lugar, las chicas me dijeron que a lo mejor era hija de Afrodita, puede que sea así.

Las chicas me dijeron que era muy bonita, hablamos y hasta me dieron un cepillo de cabello, diciendo que con niños de Hermes lo mejor era tener un peine muy bonito. Albergue esperanzas, pero me dijeron que su madre siempre reclama a sus hijos ni bien llegan al lugar, hay muy pocas excepciones y que tal vez yo sea una de ellas. No me desanime, encontré mi lugar allí.

La prueba de armas con Quiron fue otro desastre, la cabaña de Hefesto me tienen cierto resentimiento, intente afilar una espada y termine incendiando media cabina de trabajo. Otro pequeño accidente.
Lucha cuerpo a cuerpo fue un desastre, una hija de Ares, Clarisse me dejaba en la colchoneta apenas subia, «mala suerte niña» y me dejaba ahí, buscando aire.

Perseia Jackson y los Dioses del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora