Al día siguiente, Karma decidió que seguiria a Nagisa en su día de trabajo.–¡Ya me voy! —Se despidió con una sonrisa. El más bajo no dijo nada, simplemente observando la puerta cerrarse y escuchando sus pasos cada vez más lejanos.
Aun se le hacía difícil entender a este ser.
La tarde del día anterior Karma se había encargado de ser espeluznante de forma discreta para hacerlo temblar del miedo, pero el Humano simplemente reía, inmune a todo.
Las caricias en su cabeza comenzaron a irritarlo y su deseo por ver un gesto de enojo en él lo impulsó a molestarlo una y otra vez con todo lo que se le ocurriese. Solo para terminar frustrado por las nulas reacciones. Inició un plan de investigación sobre su objetivo.
Salió, manteniéndose a una distancia prudente, siguiendo el rastro de su olor. Los vampiros como seres sobrenaturales, tenían todos sus sentidos al máximo, así que no le fue difícil encontrar al humano.
Diferente a lo que creyó, lo primero que hizo Nagisa fue dirigirse al pueblo.
–Pensé que iría directo a la parte interesante... —
Karma se sintió decepcionado.
Oculto entre los árboles, y cuidándose del sol, se movió ágilmente para mejorar su campo de visión.
El humano Nagisa camino durante unos minutos hasta llegar a la panadería sin saber si era la misma que antes había mencionado. Habló con una anciana —quizás la dueña del lugar —varias veces antes de irse a buscar algo más.
Siguió su paso sin salir de los árboles, tomando altura para observar mejor, salir ahora cuando el sol estaba en su máximo esplendor no lo emocionaba nada.
Observo con atención. Nagisa saludaba a todos, con su audición captó un par de "Gracias" a su persona. Si es un cazador, tal vez tenia renombre en el lugar, por alguna razón. Karma piensa que no es extraño, si estas eliminando toda su basura mientras los otros esconden sus traseros desde la seguridad de sus hogares entonces esto es lo menos que pueden hacer.
Lo vio ir a varios lugares diferentes, cargando cosas, e incluso ayudando en algunas tareas. Esto no estaba siendo tan interesante.
Luego Nagisa se dirige a un bar, casi vacío, no puede ver mucho del interior pero hay carteleras además de posters y hojas pegadas a la esquina de la entrada.
Después de un rato de espera, Karma ya estaba en una posición cómoda desde las ramas de su árbol, apoyando el mentón en su mano, afortunadamente el sol estaba cayendo y cuando vio a esa cabellera azul salir del lugar en una dirección desconocida, lejos del pueblo, se enderezó esperando lo interesante por venir.
Con agilidad, presencia oculta y total sigilo, pudo tomar más cercanía en cuanto el humano volvió a adentrarse al bosque desde un punto más lejano. Camino por una hora... O dos ¿Tal vez?
Cuando empezó a adentrarse cada vez más. El ambiente empezó a tornarse frío. Y el trabajo de Nagisa ha comenzado justo en el momento en que lo ve correr hacia un objetivo.
No sabia que podían moverse tan rápido.
Karma escucha pasos pequeños, siente las presencias por delante de Nagisa a pesar de que no puede observarlas bien. El recorrido continúa hasta que el más alto se detiene un momento, totalmente quieto, de repente se gira y encuentra un pequeño bulto de tierra de entre las paredes de otra colina.
Hay algo en la concentración en Nagisa qué le inquieta. Todavía tiene su capucha arriba así que no puede ver ni adivinar nada de lo que piensa. Él está usando una especie de cuchillo largo como pala para excavar ese pequeño punto. Después de apartar toda la tierra, solo hay un piso de piedra expuesto.
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Engañosa Apariencia ¦ Karmagisa
FanfictionAmbos desean algo del otro para cumplir con sus deseos, lo que alguna vez se prometió en palabras pasará a formar parte de un contrato real donde su vida dependerá de ello. -El pequeño niño al que Nagisa rescató no era un simple humano... >Hay elem...