Engañosa Apariencia ¦ Karmagisa

Capítulo 3; Cazador

Karma apretó con fuerza al pequeño cuerpo del hada, exprimiendo con un crujido hasta que la sangre se deslizó a su boca.

Estaba en otra de sus cacería nocturnas. La carne que había comido horas atrás no le había hecho nada en absoluto, normal considerando que no era parte de su dieta vampirica, nada como el líquido rojo qué pudiera nutrirlo de verdad, la carne nisiquiera funcionaba para retrasar su sed por lo que como era de esperarse ya se estaba a debilitando.

Para un vampiro, una cena diaria no es más que un exceso de gula y poder si es que comías solo de seres poderosos. Una vez basta para algunos días y si bebes bien, incluso con una semana estaría bien.

Karma sabe que esto no le estaría sucediendo, no tendría que estar alimentándose tan seguido de presas  inofensivas de no ser por su pequeña travesura de hacerse pasar por un niño frente al humano.

Había una curiosidad en todo esto que lo mantenía atrapado, y que no lo dejaría tranquilo hasta descubrir o lo que realmente podría conseguir de esto. Sin embargo Karma decide no pensarlo tanto por ahora.

Quiere dejar que todo fluya y solo observar. Hasta que la bomba inevitablemente estalle.

Desechó el cuerpo de la pequeña hada sin una pizca de respeto antes de buscar algo más de lo que beber.

Las heridas viejas ya estaban sanas desde el primer día, sin rastros en su piel, sin embargo el humano no había dejado de estar al pendiente. Todavía recuerda su rostro incrédulo al quitar las vendas y observar nada en su lugar, sin explicación aparente para eso.

Sonrió ante el recuerdo.

Karma camino entre los árboles adentrandose cada vez más al bosque, de forma sigilosa. No iba a alejarse tanto, solo a buscar más criaturas. Aunque sorprendentemente no había muchas esta vez.

Tomando del cuello a otro de los perros come almas, mordió y sorbio con fuerza, sintiéndose cada vez más renovado llevándose consigo la vida del ser sobrenatural.

Cuando terminó, tiro el cuerpo con desdén para volver a la cabaña prestada en la que se ha estado quedando.

—... Por aquí ... —

La voz de Nagisa sonó repentinamente en su mente. Giró en dirección al bosque poniéndose alerta.

Hay alguien por aquí

Podría ser cualquier criatura. Pero teniendo en cuenta que había un río cerca...

Ya vendría después.

El humano Nagisa suele levantarse a altas horas de la noche para revisar si todo estaba en orden. Así que con eso en mente se regresó.

...

Karma se levantó por lo ruidoso qué estaba siendo el humano de la casa a sus sensibles oídos. Algo que no molestaría a nadie pero que él con su agudeza no puede ignorar. Al salir con discreción, No se espero verlo con ropa distinta, en camino a la puerta listo para salir.

Nagisa al sentir otra presencia cercana conocida, él se giro. Y En cuanto hicieron contacto visual, se sorprendió de verlo de esta forma.

Karma se sintió confundido.

...

¿Se vá?

—¡Oh Karma! Te levantaste temprano, ¡aún es de madrugada! Puedes seguir durmiendo —

Sus ojos viajaron al pequeño bolso que cargaba en su cadera. Y no solo eso, la capa y ropa de salir no pasaban desapercibido.