Dos años y Hyun Sun continuaba siendo una sombra para Lee Jeno, aunque éste haya tratado de avanzar. Hay nuevas oportunidades para que no cometa el mismo error, pero cuando comienza a percatarse de los sentimientos de su nueva amiga, sus miedos e in...
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" – ¡Jaeminie! ¡No me vayas a soltar! – Ordenó la chica, entrando en pánico mientras se aferraba a su chaqueta. Se ha reído entre dientes, moviendo su cabeza de arriba hacia abajo varias veces con el objetivo de tranquilizarla. Ve su expresión, su ceño fruncido y cómo parecía temerosa ante el suelo desconocido. – Jaemin~ah...
– Llámame así otra vez. – Pidió, sin embargo, antes de que quisiera volver a pronunciar su nombre, Hayoon titubeó, observando el piso y de un segundo a otro terminó cayendo de culo al frío de la pista de hielo. Jaemin, entre risas, la sostuvo de la cintura, ayudándola a ponerse de pie. –, ¿Te encuentras bien, Yoon?
La chica dio un manotazo a su pecho.
– ¡Ya! ¡No te sigas riendo así de mí! – Chilló, avergonzada. Jaemin continúa riéndose, con sus manos en su cintura, por ende, se desplazó hacia la baranda, dejándole prisionera entre los fierros y su cuerpo. Hunde su rostro en su cuello, inhalando su aroma, pudiendo percibir cómo su piel se erizaba ante su toque. –, Jaemin~ah... ¿Qué...? ¿Qué estás haciendo...?
Jaemin no quiso responder.
Su piel estaba ardiendo, quería mucho más ahora que era consciente de que sus sentimientos estaban siendo recíprocos, que Hayoon aceptaba absolutamente todo de su parte, así como él. Ya no podía seguir soportando cómo es que Hayoon atraía la atención de cualquier chico, sea conocido o desconocido, sin embargo, le fascinaba demasiado la idea de que fuese suya en todos los sentidos, que Hayoon estaba con él, entre sus brazos.
No importaba la cantidad de chicos que tuvieran sentimientos por Hayoon, era él quién la tenía entre sus brazos, era él quién la besaba, acariciaba su piel, era él quién la estaba conociendo, apoyándola en sus mejores y peores momentos. Era él a quién habían escogido.
Despegó su rostro de su cuello, apoyando su frente en la sien de su cabeza, con sus ojos cerrados, deleitándose con el calor corporal que estaba envolviéndolo, con su perfume emborrachándolo.
Estaba borracho de amor. De fascinación.
Estaba enloqueciendo. Más de lo que quisiera por Hayoon.
– ¿Jaemin? – Éste se apartó, abriendo sus ojos para apreciar el rostro de Hayoon, notando su mirada adquirir un brillo excepcional, tan hermoso que sintió su corazón en la garganta, dispuesto a salirse de su pecho para caer en las manos de Hayoon. –, Siempre me miras así.
– ¿Eh? – Pestañeó. Siente las manos de Hayoon ahuecar su rostro, acariciando con sus pulgares sus mejillas con esa expresión que lo hacía caer aún más por ella. –, ¿Ya no te duele el golpe?
– No. – Susurró.
Jaemin iba a replicar aquello, sin embargo, ha sido tomado de sorpresa cuando Hayoon atrapó su boca. No tardó absolutamente nada en responder, incluso afianzó su agarre en su cintura, aún estando apoyados en la baranda, con todo a su alrededor pasando a segundo plano. Todo su ser se enciende cuando siente los dedos de Hayoon enredarse en las hebras de su cabello, buscando profundizar el beso.
