En otra dimensión (One piece y BNH y tu)

Capitulo 17.

Narrador Omnisciente.

Después de disfrutar de su delicioso postre, TN se recostó en su asiento, sintiendo la pesadez del exceso de azúcar que había consumido en en su forma de zorro. Un bostezo escapó de sus labios, revelando la satisfacción y el agotamiento después de la comida. Sus ojos se cerraron lentamente, y sin darse cuenta, se dejó llevar por el sueño que la envolvía.

Mientras tanto, en la penumbra cercana, un peli-granate observaba con ojos curiosos. La criatura, con su pelaje blanco con rojo y ojos brillantes, estaba intrigada por el pequeño zorro que ahora descansaba plácidamente. 

El mejor espadachín que TN esperaba aún no había llegado, pero un nuevo visitante se acercaba sigilosamente. El peli-granate, cautivado por la escena, decidió acercarse con curiosidad. Al ver que el pequeño zorro estaba profundamente dormido, extendió con cuidado una de sus grandes manos y lo alzó con ternura.

Katakuri: Parece que no tienes dueño.- murmuro para el mismo mientras pasaba una de sus manos por el pelaje con delicadeza.

El peli-granate, con el pequeño zorro dormido en sus manos, se retiró silenciosamente entre los callejones hacia la dulceria que anteriormente se encontraba, llevándose consigo a la soñolienta TN sin que esta se percatara del cambio de lugar, logrando que sonriera debajo de la bufanda al ver como el kitsune se acurrucaba mas entre su mano.

Mihawk emergió de la tienda, sosteniendo con elegancia dos bolsas que contenían atuendos cuidadosamente seleccionados. Su mirada se desplazó hacia el lugar donde TN había estado momentos antes, pero solo encontró un espacio vacío. Una sombra de preocupación cruzó su rostro, y sus ojos afilados exploraron la zona, buscando desesperadamente a su joven compañera.

Mihawk: ¿Donde estas?- cuestiono mientras sentia su corazon  latir más rápido mientras caminaba apresuradamente entre las transitadas calles, con las bolsas balanceándose a su lado.

Se abría paso entre la multitud con una determinación palpable, buscando cualquier indicio de la desaparición de TN. El bullicio de la ciudad se desvanecía a medida que su enfoque se centraba en la búsqueda.

Miró a izquierda y derecha, escudriñando cada rincón. La preocupación en su rostro se profundizaba con cada paso que daba. Sus labios, generalmente firmes, se apretaron en una línea tensa. Mihawk no era fácilmente perturbado, pero la ausencia de TN lo inquietaba profundamente.

Narra Katakuri.

Avanzaba con paso decidido hacia nuestro barco, después de encontrarme con Brulee afuera de la tienda. Me encontraba concentrado en no dejar caer las cajas que tenian en mis manos. Mientras Brulee sostenía algunos las bolsas llenas de compras, el pequeño zorrito se encontraba en su hombro. 

Mi pequeño amigo estaba resguardado bajo mi bufanda, yacía plácidamente, ajena al mundo que la rodeaba. Me asegure de que estuviera bien sujeta para evitar que se cayera durante el trayecto. Su enfoque estaba en proteger al pequeño visitante, ocultárlo de miradas curiosas.

Brulee: Te noto extraño hermano, ¿ocurrio algo?-cuestiono curiosa mientras me miraba.

Katakuri: Nada nuevo.- espete serio.

Al llegar al barco llevó las cajas a las cocinas del barco, asegurándome de que nadie notara al pequeño zorrito oculto bajo la bufanda en mi hombro. Con discreción me dirigió hacia mi habitación una vez que las cajas estuvieron a salvo.

Cerre la puerta con cuidado detrás de él, sumiendo la habitación en una atmósfera de privacidad. Con un gesto tranquilo, destapó al zorrito, revelando la pequeña figura que descansaba plácidamente. Con destreza, lo bajó de mi hombro y lo acomodó con suavidad en la cama.

Katakuri: Por lo comodo que te ves, estoy seguro que te gustara tu nuevo hogar.- murmuro para mi  mismo mientras lo miraba con tranquilidad.- Pero nos demoramos mas de lo que imaginaba en vovler al barco, ire por algo de comer.

El pequeño zorro, ahora visible, parecía cómodo en su nuevo entorno. Katakuri no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa al verlo descansar. Cerró la puerta de su habitación con tranquilidad, dejando que el secreto del nuevo amigo se mantuviera por el momento.