8. Renovados

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8. Renovados

LA TARDE caía en Rosario y los niños salían del colegio después de rendir ocho horas sin parar. Antonela llego a la casa de su tía Lula, junto a sus hermanas y primo, para esperar que su papá las recogiera.

Como era costumbre su tía Lula los recibió con su riquísima chocolatada fría. Lucas fue el primero en servirse, no sin antes darle gracias a su mamá por la bebida ya que estaba haciendo calor por el reciente verano. Carly y Paula también saludaron a su tía, Anto fue la última y le dio un beso en el cachete.

Disfrutaron de sus chocolatadas mientras veían en televisión un poco de las noticias de fútbol. Anto sonrió cuando recordó que Lionel la había invitado a la final de la Copa Newells que jugarían versus Rosario Central. Estaba segura que le iba a dedicar un gol, porque obvio que iba a hacer uno; su Lió era el mejor.

Lula gritó desde la cocina que les llevaran los vasos, era el turno de Anto hacerlo. La morocha recogió los vasos y se los llevó con una sonrisa a su tía.

—¿Vos por qué sonreís tanto, eh? —preguntó Lula, que creía saber el motivo.

—Nada, tia. Sino que aprobé el examen de mate que estaba difícil y fui una de las pocas.

Anto sonrió cuando su tía favorita la felicito con un besito en la mejilla, feliz por su pequeña hazaña. Lucas decía que era una tarada, pero era todo lo contrario.

—Pensaba que era por Leo. —un leve sonrojo apareció en las mejillas de Anto— Y obvio que es por Leo. Dale contame, ¿qué ha pasado? —Lula estaba al tanto de lo que sentían el uno por el otro.

Se notaba de acá hasta China que ellos dos se gustaban.

—Me invitó a la final de la Copa Newells...

Un chillido hizo reír a Anto. Su tía podía tener casi cuarenta años y un hijo, pero todavía seguía reaccionando al amor como una pendeja de quince.

—¿Y qué le dijiste?

—Que sí.

Lula sonrió enternecida.

—¿Ya le dijiste a José? —Anto negó— Tenes que decirle para que te lleve. Seguro y también se queda mirando el partido, le gusta mucho como juega Leo.
—la animó.

Enrealidad a Anto le daba vergüenza que su papá supiera que Leo la había invitado, de igual forma él ya sabía porque el susodicho le había pedido permiso para hacerlo.

Todo un romántico Lionel.

—Me da vergüenza que me descanse. Todo el tiempo esta jodiendo con que me gusta Leo y no quiero que sepa que me invitó a un partido. Va a decir que me pidió matrimonio.

José podía ser muy cargoso con el tema de los pibes con sus hijas. No quería que cualquier chabon viniera y les arrebatara a sus hijas. Por eso las molestaba con ellos para que en un determinado tiempo no quisieran ni verlos o acercárseles por el bullyng que después recibirían de su papá. Esa era la filosofía de José Roccuzzo.

Aunque a él le gustaba Lionel y le había permitido invitar a salir a su hija. Solo que el cagon no quería porque le ganaban los nervios.

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⏰ Última actualización: Jan 28 ⏰

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