Parte XXIX -I'm Normal-

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Anielka P.O.V.

Había estado viendo la puerta abierta, en donde a cada minuto pasaba mi abuela, entraba a la habitación y me preguntaba algunas cosas, pero solo me limitaba a responder con un "Esta bien" ó "Ok". Aún seguía en la orilla de mi cama, el reloj marcaba las 9 y 30 de la noche, en todo el día no había salido de mi habitación, ni para comer algo, y eso, a mi abuela la preocupaba. Quería ver a Dominik, quería recordar aquellos momentos que pasaba a su lado y me hacia sentir especial, pero cada uno de esos momentos se estaba borrando de mi mente desde que decidí... Suicidarme. Unas cuantas lagrimas salieron y bajaron por mis mejillas hasta llegar a mi cuello, las limpie y me recosté viendo el techo, ¿porque nací? Mi madre nunca me quiso, y si fuera así, ella no estaría en coma, y sobre mi padre... Nunca lo conocí y mi madre jamás hablo sobre él o nos mostró una foto, mis abuelos tampoco, es como si estuvieran de acuerdo en eso.

¿Donde estas, Dominik?

Fue lo ultimo que dije antes de caer dormida.

Dominik P.O.V.

Ya tenía unas horas que había despertado, Andy aun seguía dormido dándome la espalda. La puerta en pocos segundos se abrió dejando ver a una mujer con una bata como de Doctora, y efectivamente, era una. Me termine de enrollar la venda en mi brazo mientras no le quitaba la mirada de encima, dio unos cuatro pasos dentro.

-¿Eres Dominik?- preguntó, su voz sonaba algo irritante.

-Puede ser- conteste sin ganas.

-Seré tu psicóloga- dijo- así que, acompáñame, por favor.

Baje mis piernas de la cama y me puse de pie, lo hice algo rápido por lo que me lleve un fuerte mareo que por suerte no me hizo caer. Al salir de la habitación, la Doctora iba frente a mi y yo iba siguiéndola, Emily paso a mi lado y me dio una hoja a escondidas, como si me traficara algo, la adentre a mi bolsillo del pantalón y seguí hasta llegar a una "oficina" en donde me dejo entrar primero.

-Siéntate, por favor- dijo y cerró la puerta para después sentarse en su silla negra frente a mi- bien, Dominik...

Busco unos papeles en todos los que tenía y mientras estaba distraída saque la hoja que Emily me había dado, al abrirla decía: "No le digas lo que quiere saber... Ellos no nos entienden".

Doble la hoja y la volví a aguardar, ella se dio cuenta pero no hizo comentario al respecto. La mire con una mirada fría y penetrante, su vista bajo de mis ojos a mis brazos y lo que venia después, era cuestión de adivinarlo.

-¿Como estas?- preguntó, aún seguía mirando mis brazos así que los moví un poco lo que hizo que subiera la mirada.

-¿Eso qué importa?- dije- estoy bien.

-Bueno- se giró en la silla y miro la pantalla de la computadora, me baje un poco las mangas hasta poder agarrarlas con la palma de mi mano- ¿que has hecho?

-Nada, estar aquí, sin hacer absolutamente nada, ver como los demás están más locos que yo- suspire y baje la mirada- así que, no pasa nada.

Se quedo mirándome sin pestañear, hasta que decidió hablar.

-¿Como puedes fingir que no pasa nada, teniendo esos cortes en tus muñecas?- dijo, subió sus codos a la mesa y espero una respuesta.

Pase mi dedo índice unas tres veces por debajo de mi nariz, mire el techo y a la vez me reí.

-De la misma manera en la que tu finges que te importo- conteste seriamente, por su expresión, me di cuenta que no esperaba esa respuesta, pero no le daría otra.

Soltó un suspiro y se puso de pie.

-Mañana te veré a la misma hora- dicho eso, me dejo libre. Su "oficina" quedaba cerca de la cafetería, por lo que decidí ir, agarre una manzana y me senté en la mesa más alejada y vacía de ese lugar.

-Hola- llego Emily y se sentó- pase a ver a Andy, pero aun sigue dormido.

-No paso la noche en la habitación- le informe- no se donde estuvo.

-Ah... Oye, sobre lo de ayer...- me miro a los ojos y le di una mordida a la manzana.

-Solo fue un abrazo, tranquila- sonreí forzosamente, ella asintió con la cabeza y nos distrajimos viendo a los demás.

A la esquina, enseguida de la maquina de sodas que estaba fuera de servicio, estaba Dallas, un tipo de unos 32 años hablando y riendo solo, en la mesa de Ping Pong, aún seguía el anciano. Le di otra mordida a la manzana, este lugar tenía una TV, no tenía canales y estaba en estática, pero aun así, resultaba divertida para Adam, un señor que tenía los brazos amarrados con su manga larga blanca. No toleraba estar en este lugar y cada vez me estaba volviendo más loco, cuando ellas dejaban de hablarme, se volvía un momento con silencio infinito.

Se que las sorpresas no te gustan, pero alguien va a venir a verte.

-¿Quién va a ver ir a verme?- pregunte llamando la atención de Emily quien se giró hacia mi y frunció el ceño sin entender.

-¿Con quien hablas?- preguntó, me levante de la mesa después de decir "con nadie". Camine hacia mi habitación y me senté en la cama.

-¿Quién va a venir?- volví a preguntar, pero ninguna hablo, y me molestaba que fueran así- ¡Díganme!

Dominik...

Esa voz, esa voz era nueva, jamás la había escuchado, era una voz melodiosa, como si cada vez que hablara estuviera cantando y le puse atención.

Tienes que ser fuerte. Pronto terminara. Vas a estar bien.

-Pero...- sollocé- dime quién va a venir, solo quiero saberlo.

Anielka.

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¡Oh my Dior! ;o muchas gracias a todas las que leen esta historia, no saben lo happy que soy :'D muuuuuy probablemente haya segunda temporada, pero será más corta que esta, aún estoy pensando, así que no quiero ilusionar a nadie :( en fin. Muchas gracias ❤️ asdfghjklñ...

Luchar Por Tu Amor - Jakub Gierszal © |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora