FULGOR EN LAS TINIEBLAS

EL GRILLETE MÁS PODEROSO

Ha transcurrió un poco más de una semana desde que durmió, cerca de tres días; le interrogaron al respecto, pero no había nada que pudiera decir; bueno si lo hubo, pero no lo vio necesario decir

Tuvo un sueño extraño, estaba en su cuna, a su lado estaba su madre, justo como en la foto que guardaba con recelo; ojos verdes, y cabellos rojos, aunque no eran tan intenso como de los Weasley

Giró a su lado, allí se hallaba un bebé idéntico a él, pero desapareció de pronto. Un poco más allá de la cuna, apareció de forma repentina una sombra, se veía la silueta de una mujer aterradora, no podía verle ningún rostro. Se dio la vuelta hacia su mamá en busca de auxilio, no pudo ni llorar al ver la escalofriante mirada de Lily, ella lo estaba viendo con odio, asco y desprecio

Su corazón se estrujo, y rompió, pero el nudo en su garganta le impedía llorar. Lily podría estar viendo a la mujer, pero muy dentro suyo, sabía que esa mirada era para él, ¡Para él! Esa fue la razón por la que no contó; al mismo que había una extraña sensación que lo llenaba. También se oía una voz desconocida, como eco a su alrededor; al mismo tiempo familiar que le hacía feliz, aunque no comprendiera sus palabras

̶ ¿Por qué te gusta Hermione? – preguntó Harry de repente; no queriendo pensar en unos ojos platinado que le miran con cariño...

̶ Es bonita, inteligente... – Ron siguió describiendo a la leona completamente embobado en la imagen de la castaña

̶ Te trata como a su perro~ – Harry decidió molestar un poco a su amigo, ¡que divertido!

Se arrepintió al instante, el rostro el Pelirrojo se puso serio, y dejo de avanzar; se encontraban caminando un pasillo en dirección a su dormitorio. Ron lo ha estado acompañando en estos escapes que tiene, agradece que no haya preguntado nada

̶ ¡Ignora eso! – suelta una risa nerviosa intentando disculparse; ¡Rayos! ¿Por qué?

̶ Nosotros los sangrepuras... – interrumpió Ron lo que fuera a decir Harry, después de hechizar con silencio a su alrededor – ¿nunca te preguntaste, ¿Por qué los sangrepuras son tan orgullosos? – pregunta vacilante – los sangrepuras somos infinitamente amados por la madre magia... por la que ella nos regala un compañero hecho para nosotros – contó con la mirada severa – ¡es un secreto! – confió en su amigo

Harry miraba a su amigo perplejo, ahora, ¿Qué cosas dice?

̶ Hermione, ¿lo es? – pregunta, incrédulo a lo que oye; ¿Algo asi puede ser real? Es absurdo, ¡ridículo! Eso es fantasía, "estúpidos cuentos de hadas" como diría su primo. No podía creer que Ron creyera todavía en esos cuentos infantiles

̶ ¡Lo es! – acepta el pelirrojo deteniéndose en un ventanal – Hermione Granger es mi pareja – añade diciéndolo en voz alta por primera vez – ella es mi amada – dice con leve rubor en sus mejillas

Harry mira el brillo en los ojos de su amigo, ¡el amor te vuelve tonto! Escuchó decir una vez, y está de acuerdo. ¿Qué decir? Hermione no parece tener ese tipo de interés en su amigo; podría decir que si no fuera su amigo ni lo registraba...

̶ ¿Si, te rechaza? – curiosea Harry sin creer en lo absurdo que suena, pero ya no quiere herir a su amigo con sus comentarios. ¡qué extraño sentir!

̶ ¡Moriré! – respondió Ronald con calma, luego de unos segundos

Harry abrió los ojos atónitos, buscando cualquier indicio de falsedad, esperando que Ron dijera que es una Broma en cualquier momento, pero este mantuvo su semblante, aunque una sombra de desolación cubrió sus ojos

̶ ¡No hablas en serio! – alzó la voz Harry incrédulo – ¡Ronald Weasley! – exigió anonadado, esperando que se retracte, pues la incomodidad lo abarca hasta la medula