FULGOR EN LAS TINIEBLAS

UN EVENTO INESPERADO

El tiempo pasa de forma inevitable, ha pasado ya una semana desde lo ocurrido en la mazmorra del profesor Snape

Harry arrastro sus pies rápidamente esquivando a las chicas que lo buscaban, cansado de su escape se detuvo un momento; por la ventana vio como un montón de chicas e incluso algunos chicos entregaban chocolates al dúo de hermanos, rodeándoles sin dejarles salida

Harry sonrió al ver lo popular que son, aunque se sintió culpable de inmediato. Ahora mismo debería estar allí con ellos, pero ¡no! Tuvo que decir todas esas cosas que lastimaron a Jude, y no... ¿Por qué tuvo que actuar asi? Su sonrisa se borro

Lleno de culpa. Corrió lejos de allí, ¡no quería estar allí! No se siente muy bien ¿Debería visitar a Hagrid? Era mejor que estar aquí, viendo tantas parejas, sintiéndose miserable. Su carrera por el pasillo fue interrumpida abruptamente por el cuerpo de alguien interponiéndose en su camino, con la cual choco tan fuerte que fue contra el piso

Harry se quedó allí tirado, no se sentía con fuerza para disculparse, discutir o levantarse con quien fuese que chocará

̶ Te ves terrible – dijo una suave voz riendo un poco

El ojiverde nunca se había sentado tan rápido, frente a él se encontraba Malfoy riéndose de él; un sonrojo brutal cubrió su rostro, intento levantarse, cayendo estrepitosamente de nueva cuenta, provocando otra risa por parte del rubio, aun apenado quiso reclamar...

̶ Para mí es suficiente esto – señalo Draco una caja en sus manos, mientras dejaba caer el resto, que aún quedaba en sus manos, pues el resto yacía desparramado en el piso; marchándose rápidamente de allí

Permanecer cerca de Harry duele, duele mucho, por mucho que le hubiera gustado quedarse, pero su constante rechazo duele como la mierda

Harry estaba sentado en el suelo, sintiéndose completamente humillado, ese bastardo de Malfoy se había reído y él actuó como un tonto, miro sus brazos, Malfoy le dio muchos chocolates; seguramente es lo que las chicas le dieron o incluso... apretó los dientes y sonrió

̶ Soy un idiota jajajajajaja – rio torpemente, ¿Por qué le hacía feliz algo tan estúpido como esto?

Como lo supuso, eran chocolates de otros, aunque uno llamo su atención, una finísima caja, no traía etiqueta alguna, fue imposible que no sonriera, era el mismo que le entrego hace bastante, sin duda era de Draco

̶ Woowww compañero – silba Ron impresionado al ver la cantidad de chocolates que le entregaron – aunque, ¿Qué haces tirado en el piso? – preguntó, no han hablado mucho estos días. Harry parecía triste, es bueno verlo sonreír

̶ Ayúdame – pidió el niño dorado con humor

Ron alzo una ceja intrigado por el cambio de humor, esta mañana se veía fatal, quizás una chica, si es asi, se asegurará de agradecerle

̶ ¿Quién te dio eso? Son carísimos – centró su vista en la caja de chocolates que Harry sostenía con recelo – comprar una sola caja costaría como comprar un coche – siguió curioso por el remitente de dicha caja

̶ ¡Es un secreto! – rió nervioso. Aunque no sabía a quién le pertenecia, alguien se lo había dado a Draco, posiblemente fue Einar

El solo nombre le causo tristeza, movió la cabeza decidiendo que hoy nada opacaría su buen humor. Se los dio Draco, era en lo único que quería pensar

– ¡Déjame probar uno! – rogo el pelirrojo con sus ojos brillando por tener la oportunidad de probar algo tan exquisito

– ¡No! – se negó divertido, levantándose con ayuda – ¡es mío! – retaba levantando todos los paquetes tirados en el piso